Este artículo está dedicado a uno de los sucesos más dramáticos que se han vivido en Fasnia y en todo el Sur de la isla, un doble parricidio que, pasadas muchas décadas desde que ocurrió, aún se recuerda con dolor en dicho pueblo y con tantos detalles como si acabase de suceder. Es la historia de una desgraciada familia, borrada del mapa local por la tragedia. Don Ernesto Díaz Cruz y doña Isabel Díaz Cruz, que eran primos hermanos, se casaron y establecieron en Fasnia, su pueblo natal, donde procrearon tres hijos: don Armando Díaz y Díaz (1917-1926), don Alberto Díaz y Díaz (1918-1938) y don José Díaz y Díaz (1927-1975). El primero murió de meningitis, con tan solo 9 años de edad. El segundo fue movilizado con motivo de la Guerra Civil, falleciendo en el frente de Castellón mientras prestaba sus servicios como soldado de Infantería. Por su parte, el más pequeño sufrió una enfermedad mental desde su infancia, que lo hizo ingresar en el Hospital Psiquiátrico de Santa Cruz de Tenerife en varias ocasiones; éste fue el autor del doble parricidio, pues en una de las crisis de su enfermedad acabó violentamente con la vida de sus padres.
Este trágico suceso se produjo en Fasnia el 17 de octubre de 1960, cuando dicho joven enfermo mental, que había sido ingresado en el Hospital Psiquiátrico de Santa Cruz de Tenerife en varias ocasiones (la última por orden del alcalde tras una denuncia vecinal), abandonó dicho centro a petición de su madre, porque durante su reclusión había mejorado de su enfermedad, probablemente esquizofrenia. Pero, una vez en la casa paterna, dejó de tomar la medicación y volvió a agravarse; sufría fuertes dolores de cabeza y tenía alucinaciones, que le daban por maltratar a su padre y, finalmente, en un forcejeo le rompió la cabeza a éste con una piedra, al igual que hizo después con su madre, cuando ella acudió en defensa de su marido. Luego se escondió en una cueva, hasta que una pareja de la Guardia Civil, junto con algunos vecinos, logró su detención tras una notable resistencia. Fue un suceso tan dramático que conmocionó a todas las islas y quedó perpetuado en un poema…
En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo:
Yo tenía 8 años. Recuerdo que lo traían andando, eso sí atado de pies y manos, y con él y la gente que le sujetaba venía la Guardia Civil; al llegar al Callejón se fue al suelo, momento este en el que su tío Juan María, hombre corpulento y de mucha envergadura, le fue a dar agua, aprovechando José su cercanía para darle una patada en los testículos, a lo que Juan María respondió con una fuerte cachetada en su rostro que pareció calmarle un poco. Luego siguió su traslado hasta la acera de la casa de Juan Antonio y Belén, y allí se esperó por el vehículo que le trasladaría a Santa Cruz.
Me gustaria tener coplas. Si me las pudiesen enviar se lo agradeceria.
MAGNIFICA PUBLICACION PARA NUEVAS GENERACIONES DE FASNIEROS Q LAS CONOCEMOS. GRACIAS POR EL TRABAJO. SALUDOS.
Mi madre me contaba que le tenían miedo, de cuando en varias ocasiones que le dejaron salir del psiquiátrico se paseaba por la calle la Laja y se escondían cuando lo veían venir.