Los antiguos intentos para trasladar la capital del municipio de Santiago del Teide al pago de Tamaimo (1868-1923)

Pueblo de Tamaimo     Desde la creación de la alcaldía y la parroquia del Valle de Santiago, la capital del mismo se mantuvo en el núcleo del Valle de Abajo y así continuó mientras estuvo bajo el dominio del antiguo Señorío. Pero tras ser abolido éste en 1811, comenzaron los intentos para que los principales servicios pasasen al mayor núcleo de población del amplio término municipal, Tamaimo, donde además residían las personas más acomodadas y poderosas del mismo. Así, cuando éstas alcanzaron el poder, a partir de la segunda mitad del siglo XIX se inició el traslado paulatino a dicho pago de los principales servicios: la cartería, la escuela pública de niños, el colegio electoral, el Ayuntamiento y el Juzgado Municipal. No obstante, tras diversas denuncias de algunos vecinos que se consideraban perjudicados y la incoación de diversos expedientes, la capitalidad y cada uno de los servicios públicos volvieron a reintegrarse a la antigua cabecera municipal, donde continúan.

     El primer servicio trasladado al pago de Tamaimo fue la cartería, en 1868, por lo que el 14 de abril de dicho año el periódico El País publicaba una protesta de los vecinos de la Villa de Santiago ante la polémica decisión…

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Artículo-CAMBIO CAPITALIDAD MUNICIPAL A TAMAIMO

Güímar en el Cabildo insular de Tenerife: 102 años de representación

Güimareros-Cabildo     Han pasado muchos años desde que en 1913 se constituyeron los Cabildos insulares, en su etapa moderna. En todo este tiempo se ha procurado que la representación de las distintas zonas de la isla fuese lo más equilibrada posible, simultaneándose consejeros del núcleo capitalino, del norte y del sur, e incluso alternándose en la presidencia y vicepresidencia según su procedencia.

     Güímar, como cabecera de la amplia comarca del sureste de la isla, ha estado relativamente bien representada en la Corporación insular. Valga decir, que en estos 102 años han habido 16 consejeros titulares nacidos o avecindados desde niños en este municipio, casi todos naturales de él: don Ignacio González García (1913-1916 y 1922-1924), don Aníbal Hernández Mora (1920-1924), don Waldo Gutiérrez Marrero (1926-1928), don José Fumero y Pérez (suplente 1926-1928 y titular 1929-1930), don Alcibíades Hernández Mora (1936), don Manuel González Hernández (1944-1945 y 1955-1967), don César Julio Hernández Cruz (1949-1952), don Tomás Cruz García (suplente en 1925 y titular 1952-1971), don Juan Álvarez Delgado (1952-1958), don José Mesa Pérez (1958-1961), don Óscar Pérez Rosa (1961-1964), don Pedro Guerra Cabrera (1964-1971), don Pedro Modesto Campos Rodríguez (1964-1979), don Rafael Yanes Mesa (1995-1999 y 2003-2007), doña Vicenta Díaz Sáez (2003-2011) y don Félix Fariña Rodríguez (2015-continúa).

     De todos ellos, ostenta el récord de permanencia en la corporación insular don Tomás Cruz, con 19 años, seguido de don Pedro Modesto Campos, con 15, y don Manuel González, con 14; mientras que por el contrario, don Alcibíades Hernández sólo estuvo dos meses en el cargo. Dos han ocupado la vicepresidencia (don Waldo Gutiérrez y don Tomás Cruz); dos fueron hermanos (don Aníbal y don Alcibíades Hernández) y otros dos padre e hijo (don Ignacio y don Manuel González); cuatro fueron, al mismo tiempo que consejeros, alcaldes de Güímar (don José Mesa, don Óscar Pérez, don Pedro Guerra y doña Vicenta Díaz); otros cuatro desempeñaron también, aunque en distintos períodos, la alcaldía del pueblo natal (don Ignacio González, don Tomás Cruz, don Pedro Modesto Campos y don Rafael Yanes); y dos ocuparon otros cargos municipales (don Aníbal Hernández y don César Julio Hernández). El consejero más antiguo fue don Ignacio González, fundador de la institución (desde 1913), y el más reciente don Félix Fariña (que continúa). El período de mejor representación para este municipio fue el comprendido entre 1949 y 1979, en que siempre se mantuvo algún consejero de Güímar; alcanzándose el máximo esplendor entre 1964 y 1967 en que coexistieron cuatro güimareros (don Manuel González, don Tomás Cruz, don Pedro Guerra y don Pedro Modesto Campos). Por el contrario, el período de peor representación ha coincidido con la presente etapa democrática, pues desde 1979 hasta 1995 ningún güimarero llegó al Cabildo, lo que no deja de ser sorprendente; también la etapa comprendida entre 1930 y 1944 estuvo escasamente representada, pues sólo durante dos meses, en 1936, estuvo presente en la Corporación insular un güimarero, don Alcibíades Hernández…

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Artículo-GÜIMAREROS EN EL CABILDO

Los visitantes ilustres de la Basílica de la Virgen de Candelaria (1959-2023)

Visitantes Basílica

     Una de las tareas más curiosas, de las muchas que desarrollan los religiosos dominicos de Candelaria, consiste en atender a los visitantes y peregrinos que acuden diariamente al Santuario de la Virgen y, precisamente, éstos no son pocos. Aparte de los isleños, no cabe ninguna duda de que la inmensa mayoría de los turistas o visitantes oficiales que vienen a la isla de Tenerife tienen a la Basílica de Candelaria entre los lugares que no pueden dejar de visitar. Ello se debe, sobre todo, a que alberga a la Patrona de Canarias, pero también influye en esta elección la belleza del edificio diseñado por Marrero Regalado, que fue inaugurado y consagrado en 1959, así como las valiosas pinturas que alberga en su interior y el inmediato museo de los dominicos, además de los indudables valores escénicos y patrimoniales de ese entorno candelariero, en el que podemos destacar el Convento anexo, la cercana Cueva de San Blas, la Casa de Apeo (antiguo Ayuntamiento), la iglesia parroquial de Santa Ana y las casas canarias del barrio que la rodea, el conjunto escultórico de los Menceyes, etc. Por ello, no es de extrañar que casi todos los visitantes ilustres (reyes -entre ellos los de España-, príncipes -como los de Asturias-, jefes de estado o de gobierno, así como los más destacados personajes de la Iglesia, la Milicia, la Política, el Deporte, el Arte, la Cultura, etc.) que en el último medio siglo han llegado a la isla, han visitado con devoción o por lo menos con respeto y admiración este emblemático edificio.

     Gracias a la prensa insular, así como a la revista Radar Isleño, órgano informativo de la Basílica de Ntra. Sra. de Candelaria, que vio la luz entre mayo de 1962 y noviembre de 1965, a los dos libros de visitas que se conservan en el archivo del Convento dominico, que abarcan desde 1973 hasta la actualidad, y al gabinete de prensa del Ayuntamiento, conocemos a muchos de los visitantes ilustres que han acudido a este venerado santuario para rendir culto a la Patrona de Canarias en los últimos 56 años, a los que vamos a dedicar este artículo…

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El Juzgado Municipal y el Registro Civil de Fasnia (1871-1946): jueces, fiscales, adjuntos, secretarios y porteros

     En un artículo anterior ya nos ocupamos del primer Juzgado de Paz de Fasnia (1855-1870) y en éste vamos a recordar el Juzgado Municipal que sucedió al anterior y que se mantuvo durante 75 años, de 1871 a 1946, asumiendo la competencia del Registro Civil de la localidad, creado también en 1870, al igual que la nueva figura del fiscal municipal. En este período, existieron 20 jueces municipales titulares y 18 fiscales municipales, además de otros tantos suplentes, así como numerosos adjuntos del tribunal municipal, 9 secretarios (titulares o interinos), sin contar numerosos “acompañados”, y por lo menos un portero. Es normal que muchos de los jueces y fiscales que alcanzaron la titularidad fuesen con anterioridad suplentes, pero llama la atención que varios de ellos ostentasen dos de dichos cargos, pues fueron jueces y fiscales o jueces y secretarios del Juzgado. También resulta llamativo que ninguna mujer desempeñase esos cargos.

     Los seis hombres que más tiempo estuvieron al frente del Juzgado fueron: Los seis hombres que más tiempo estuvieron al frente del Juzgado fueron: don Genaro Esquivel Rodríguez (durante 8 años, en dos períodos diferentes), don Germán García Marrero (durante casi 8 años consecutivos), don Antonio Peña Marrero (que estuvo un año como suplente y casi 7 como titular), don Antonio Cruz González (durante seis años, más un año como suplente), don José García Rodríguez (durante 6 años consecutivos, aunque parte de ellos fue sustituido por sus suplentes) y don Francisco Delgado y Díaz Flores, el primer juez municipal (durante más de cuatro años y medio). De los fiscales titulares, los que ejercieron durante más tiempo fueron: don Juan Fumero Rodríguez (por lo menos 8 años), don José Antonio García (por lo menos 5 años), don Juan Antonio Díaz Delgado (por lo menos 5 años) y don Martín Díaz Flores (4 años y medio, aunque luego continuó como fiscal de paz). En los 16 años de existencia de los Tribunales municipales (1907-1923), muchos vecinos de Fasnia fueron designados adjuntos de ellos, siempre en número de 6 por cada año. Con respecto a los secretarios, el récord de permanencia lo ostentó don Jorge Esquivel Díaz, con 38 años, al que siguieron: don Genaro Esquivel Rodríguez (casi 10 años, en tres etapas), don Cleto Hernández García (más de 9 años y medio, en dos etapas) y don Antonio Expósito Bodria (3 años). De momento, solo conocemos un portero del Juzgado Municipal de Fasnia en el largo período estudiado, don Miguel Urbano. Llama la atención que ninguna mujer desempeñase los anteriores cargos y empleos…

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Los sucesivos quioscos que para uso musical han existido en la plaza de San Juan de la villa de Arafo

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La primitiva plaza de San Juan de Arafo fue una explanada de tierra situada delante de la iglesia de San Juan Degollado, que fue pavimentada con las mismas losas que se emplearon en el piso de dicho templo. En este escenario se eligió el 3 de enero de 1798 al primer Ayuntamiento de la localidad, en el que don Felipe Marrero resultó proclamado alcalde real. Pero la primera noticia del acondicionamiento de este recinto data del año 1863, pues en un Pleno celebrado por el Ayuntamiento de Arafo el 3 de enero de 1864 se comentó que “queda por concluir parte de la plaza de este pueblo” . Luego se allanaron y condicionaron como plaza principal las huertas que en el pasado pertenecían a la parroquia, situadas en un lateral de ésta, espacio que fue conocido como la “alameda de la Plaza de San Juan”.

En este artículo nos vamos a centrar en las reformas que ha sufrido esa nueva plaza de San Juan y, sobre todo, en los distintos quioscos o templetes construidos en ella para que tocasen las bandas de música y las orquestas de baile. Como adelanto, se debe destacar que, desde comienzos del siglo XX, en este recinto han existido cuatro quioscos sucesivos, inaugurados en 1903, 1926, 1958 y 1991, respectivamente. La utilización del segundo de ellos desató una agria polémica entre las dos bandas de Arafo, que duró seis años y se vino a resolver en 1931, al renunciar la Sociedad Filarmónica “Nivaria” a los derechos que tenía sobre el mismo…

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Relación de párrocos del Arcángel San Miguel de San Miguel de Abona (1796-2015)

Foto San Miguel de Abona-2-recortada     Desde el punto de vista religioso, los vecinos establecidos en el actual término de San Miguel de Abona dependieron inicialmente del Beneficio de Taoro (La Orotava), hasta que por Real cédula dada en Toledo a 10 de abril de 1560 se creó el Beneficio de Abona o de Vilaflor, con sede en la iglesia de San Pedro Apóstol de dicha localidad. De éste dependieron los sanmigueleros hasta que por auto de 30 de marzo de 1796 se creó la parroquia del Arcángel San Miguel, segregada de la parroquia matriz de Vilaflor de Chasna, con sede en la antigua ermita que ya existía desde 1665. La jurisdicción de esta parroquia del Arcángel San Miguel se ha visto reducida en el siglo XX, al sufrir las segregaciones de cuatro nuevas parroquias: Inmaculado Corazón de María, en Aldea Blanca; Ntra. Sra. del Carmen, en Guargacho; San Esteban Mártir, en Las Zocas; y San Roque, en El Roque.

     En estos 219 años han regido la parroquia del Arcángel San Miguel un total de 48 sacerdotes, algunos en varias ocasiones diferentes. De ellos, sólo ocho la han regentado en propiedad, sirviéndola los restantes como curas ecónomos, servidores o encargados. El récord de permanencia lo ostenta don Francisco Guzmán y Cáceres, quien permaneció a su frente durante 30 años consecutivos, seguido por don Gerónimo Mora y Hernández (14 años), don Pedro Machado y Texera (más de 12 años), don Agustín Pérez Camacho (casi 12 años), don José Siverio Díaz (más de 11 años), don Francisco Jesús Hernández Hernández (11 años), don Miguel González Díaz (casi 10 años), don Norberto Álvarez González (más de 9 años y medio), don Manuel Hernández Reyes (unos 9 años y medio, en tres etapas), don Miguel Castro Sánchez (más de 7 años), don Clemente Hernández Alfonso (más de 7 años, en cinco etapas), don José Afonso de Armas (más de 6 años), don José Flores Ghobber (más de 6 años) y don Roberto Darias Herrera (6 años). Con respecto al lugar de nacimiento, seis han nacido en el municipio de San Miguel de Abona: don Juan García Alfonso, don Clemente Hernández Alfonso, don Manuel Hernández Reyes, don Tomás Gómez Quintero, don Miguel González Díaz y don Antonio González León. Del resto, otros 7 proceden del Sur de Tenerife…

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Artículo-PÁRROCOS DE SAN MIGUEL DE ABONA

Distinciones municipales y nominaciones oficiales concedidas por el Ayuntamiento de Fasnia en el siglo XX, hasta el final de la Guerra Civil (1901-1939)

Fasnia-Distinciones-1936     A lo largo de su historia, el Ayuntamiento de Fasnia no se ha prodigado demasiado en conceder honores y distinciones a personas de la localidad. Tal es así, que hasta hace una década casi la totalidad de las otorgadas lo fueron a personalidades foráneas, de relieve provincial o regional, en muchos casos siguiendo consignas políticas o religiosas.

    Del período estudiado en este artículo, de 1901 a 1939, solo disponemos de la serie completa de actas a partir de 1923, por lo que nos queda la duda de si con anterioridad se concedió alguna distinción de la que no tenemos constancia. Con los datos que poseemos actualmente, en dicha etapa se concedieron tres títulos de hijo adoptivo (don Félix Benítez de Lugo, fray Albino González Menéndez-Reigada y don Francisco Franco Bahamonde) y uno de alcaldes honorarios (los Reyes de España); asimismo, se aprobaron los cambios de nombre de dos plazas (concedidos a Fray Albino González y al General Franco) y de seis calles, dedicadas a ilustres héroes del Movimiento (General Mola, Calvo Sotelo, José Antonio Primo de Rivera, General Varela, General Yagüe y Héroes del Alcázar de Toledo); además, el Ayuntamiento mostró su adhesión a otros homenajes o distinciones de carácter insular o nacional. Llama la atención que por entonces no se concediera distinción alguna a hijos del propio municipio y, por supuesto, a ninguna mujer, salvo la Reina consorte…

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La ermita de la Santísima Trinidad de Igueste de Candelaria, desde su construcción hasta su elevación a parroquia (1788-1943), y el traslado fugaz a ella de la parroquia de Candelaria

Igueste Candelaria-iglesia     Hasta mediados del siglo XX, los vecinos de Igueste de Candelaria tenían que acudir a la parroquia de Santa Ana de la cabecera municipal para celebrar los distintos sacramentos (bautismos, confirmaciones, matrimonios y entierros) y esa dependencia se mantuvo hasta que se segregó la parroquia de la Santísima Trinidad.

     Previamente, en el último cuarto del siglo XVIII, los vecinos del pago de Igueste habían levantado una ermita, con el fin de recibir la atención espiritual sin necesidad de trasladarse hasta el pueblo de Candelaria; y para el mantenimiento del culto se comprometiesen con limosnas y donativos. Una vez terminada y bendecida, en ella se oficiaban misas los días festivos por los capellanes nombrados para atender el culto, quienes desde esa misma centuria también comenzaron a celebrar en ella algunas bodas, aunque las correspondientes partidas debían ser anotadas en la parroquia de Santa Ana; mientras que para su cuidado se nombraban mayordomos. Como curiosidad, en 1874 el gobernador eclesiástico del Obispado dispuso el traslado de la parroquia de Candelaria a la ermita de Igueste, pues los feligreses del casco no contribuían a los gastos del culto de la iglesia, mientras que sí lo hacían los del citado pago.

    Las distintas hermandades y cofradías de esta parroquia tenían mayordomos en Igueste, encargados de recaudar las limosnas de los miembros que vivían en dicho pago, como ocurrió con la Hermandad del Santísimo Sacramento y la Cofradía de las Ánimas. Asimismo, los iguesteros, como los restantes vecinos de los distintos núcleos de población del término, contribuían a las obras de reforma o mejora de la iglesia parroquial, así como a la adquisición de los necesarios objetos de culto e imágenes, como ocurrió con la de patrona, Santa Ana y la Virgen Niña, elaborada por Miguel Bermejo en 1777…

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“Los 5 del Sur” o “Ritmo del Sur” (1959-1970), última orquesta de El Escobonal (Güímar)

Ritmo del Sur-2     Este artículo está dedicado a la última orquesta de baile que existió en El Escobonal, la cual durante su existencia llegó a tener tres nombres sucesivos: “Ritmos del Sur”, “Los 5 del Sur” y “Ritmo del Sur”. Fue fundada en 1959, promovida y dirigida inicialmente por Ambrosio Domínguez “El Panadero”, quien además tocaba la trompeta y en su panadería tenían lugar los ensayos; en sus inicios también formaron de ella tres músicos locales: Octavio Rodríguez (violín y saxofón), Luis de la Rosa (saxofón) y Teodoro Leandro “Efraín” (guitarra).

     Tras la marcha de Ambrosio hacia 1961, la dirección de la orquesta fue asumida por Octavio “El Carpintero”, quien aparte de tocar el bajo estaba encargado de la contratación y en su carpintería se llevarían a cabo los ensayos. Durante un poco tiempo (cuatro o cinco bailes) se integraron en el grupo tres músicos güimareros: Juan Pedro (trompeta), Jerónimo “Momo” (saxo) y Silvestre Expósito (saxo). Como vocalistas actuaron inicialmente varios de los músicos, sobre todo Luis, y luego fueron contratados Agustín (de Barranco Hondo) y Antonio Cordero (de San Isidro). En 1962 se incorporó un músico local, Fortunato Gómez “Nato” (acordeón), quien estuvo de baja al emigrar a Holanda (de 1966 a 1967); en 1965 debutó con su trompeta otro hijo del pueblo, Miguel Rodríguez (hijo de Octavio); y en 1969 cesó Efraín, el batería, que fue reemplazado por Carlos, un joven vecino de La Hidalga (Arafo). Este recordado conjunto musical se disolvió en 1970…

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Las propuestas de anexión del municipio de Arafo al de Güímar en el siglo XIX, a causa de sus dificultades económicas

Güímar-Valle-3     El pueblo de Arafo compartió su historia religiosa y municipal con Güímar y Candelaria hasta mediados del siglo XVIII y luego casi exclusivamente con esta última localidad hasta finales de esa misma centuria, en que logró su segregación definitiva (en 1795 en lo religioso y en 1798 en lo civil). Pero en la segunda mitad del siglo XIX se planteó en varias ocasiones la posibilidad de suprimir el término municipal de Arafo, dada la grave situación económica por la que atravesaba el Ayuntamiento, y su anexión al vecino municipio de Güímar.

     El 26 de octubre de 1848, el titular del Gobierno político de la provincia firmó una circular en la que instaba a los municipios más pequeños, con poca población preparada para llevar un Ayuntamiento o con escasos recursos económicos para cubrir los gastos del personal, a que solicitasen su supresión y la agregación a otro, con el fin de constituir un distrito municipal capaz de cumplir las obligaciones que le imponía la ley. El 2 de mayo de 1854, El Noticioso de Canarias se ocupaba del intento de algunos vecinos de Güímar  por anexionarse Arafo, pero lo cierto es que por entonces no pasó nada. La prolongación de los problemas económicos de Arafo y sus incumplimientos económicos, hizo que el 14 de abril de 1866 El Insular plantease de nuevo la conveniencia de agregar el distrito municipal de Arafo al de Güímar, pues no podía atender sus compromisos, como el pago a los maestros.

     La caótica situación municipal española y la necesidad de mejorar el estado financiero de los ayuntamientos, motivó que el Gobierno central se plantease la posibilidad de reestructurar dichas instituciones, a través de una Real Orden promulgada el 23 de octubre de 1867, que fue recogida en la circular nº 189 del gobernador civil de la provincia de Canarias, firmada en Santa Cruz el 24 de diciembre de dicho año y publicada en el Boletín Oficial de la Provincia del 27 del mismo mes, “referente á la supresión, conservación y agregación de distritos municipales de estas Islas”. Entre otras cuestiones, debían informar al Gobierno Civil de la conveniencia de ser anexionados a otro municipio y en ese caso a cual, o de lo contrario, debían exponer sus razones para que se les agregase uno suprimido y también los recursos de que disponían para poder cubrir sus presupuestos. Con motivo de dicha circular, el municipio de Arafo sufrió el más grave intento de alteración de sus límites, al plantearse seriamente la posible fusión de los términos de Güímar y Arafo. Pero ante tal posibilidad, la corporación municipal arafera se opuso de forma tajante a la agregación a otro término, tal como manifestó en la sesión celebrada el 6 de enero de 1868. Por su parte, como respuesta a dicha circular, el Ayuntamiento de Güímar acordó, en sesión ordinaria celebrada el 12 del mismo mes, en primer lugar defender su distrito por ser el núcleo central y más poblado del Valle, considerando inoportuna la agregación a otro municipio y la pérdida de sus prerrogativas municipales; y en segundo lugar proponer al gobernador civil la anexión al mismo del pueblo de Arafo, que pasaría a ser un barrio más. Pero esta pretensión de variar la configuración territorial y administrativa de ambos municipios fue tan solo una propuesta que, como las anteriores, quedó en papel mojado, pues nunca se llevó a cabo y ambos pueblos han seguido manteniendo su integridad municipal…

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