Una de las tareas más curiosas, de las muchas que desarrollan los religiosos dominicos de Candelaria, consiste en atender a los visitantes y peregrinos que acuden diariamente al Santuario de la Virgen y, precisamente, éstos no son pocos. Aparte de los isleños, no cabe ninguna duda de que la inmensa mayoría de los turistas o visitantes oficiales que vienen a la isla de Tenerife tienen a la Basílica de Candelaria entre los lugares que no pueden dejar de visitar. Ello se debe, sobre todo, a que alberga a la Patrona de Canarias, pero también influye en esta elección la belleza del edificio diseñado por Marrero Regalado, que fue inaugurado y consagrado en 1959, así como las valiosas pinturas que alberga en su interior y el inmediato museo de los dominicos, además de los indudables valores escénicos y patrimoniales de ese entorno candelariero, en el que podemos destacar el Convento anexo, la cercana Cueva de San Blas, la Casa de Apeo (antiguo Ayuntamiento), la iglesia parroquial de Santa Ana y las casas canarias del barrio que la rodea, el conjunto escultórico de los Menceyes, etc. Por ello, no es de extrañar que casi todos los visitantes ilustres (reyes -entre ellos los de España-, príncipes -como los de Asturias-, jefes de estado o de gobierno, así como los más destacados personajes de la Iglesia, la Milicia, la Política, el Deporte, el Arte, la Cultura, etc.) que en el último medio siglo han llegado a la isla, han visitado con devoción o por lo menos con respeto y admiración este emblemático edificio.
Gracias a la prensa insular, así como a la revista Radar Isleño, órgano informativo de la Basílica de Ntra. Sra. de Candelaria, que vio la luz entre mayo de 1962 y noviembre de 1965, a los dos libros de visitas que se conservan en el archivo del Convento dominico, que abarcan desde 1973 hasta la actualidad, y al gabinete de prensa del Ayuntamiento, conocemos a muchos de los visitantes ilustres que han acudido a este venerado santuario para rendir culto a la Patrona de Canarias en los últimos 56 años, a los que vamos a dedicar este artículo…
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