Güímar: Don Luis Tomás Baulén de Ponte (1686-1736), capitán de Infantería, castellano del Castillo de San Cristóbal de Santa Cruz de Tenerife, regidor perpetuo de la isla, síndico personero general y diputado de fortificaciones

Luis Tomás Baulén de Ponte     El presente artículo está dedicado a un miembro de una ilustre familia tinerfeña, oriunda de Francia y establecida en la ciudad de La Laguna, pero con fuertes vínculos en el pueblo de Güímar, cuyo apellido ya se ha extinguido en estas islas. Ha sido historiada en el Nobiliario de Canarias y de la relación de muchos de sus miembros con América se ha ocupado Alejandro Cioranescu en su Diccionario Biográfico de Canarios-Americanos.

     Propietario del Heredamiento de Güímar, don Luis Tomás Baulén de Ponte nació y murió en dicho pueblo, aunque la mayor parte de su vida la pasó en La Laguna. Como casi todos sus antepasados y parientes siguió la carrera militar, en la que ascendió desde alférez de Milicias hasta capitán de Infantería, empleo en el que permaneció hasta su muerte. Además, fue castellano del castillo principal de Santa Cruz de Tenerife, en los últimos años de su vida, así como regidor perpetuo de la isla, de la que también fue síndico personero general y diputado de fortificaciones.

     Nuestro biografiado nació en la casa solariega de los Baulén, en Güímar de Arriba, el 14 de agosto de 1686, siendo hijo del capitán don Luis Tomás Baulén de Ocampo y doña María Ana de Ponte y Llarena, naturales de La Laguna. El 28 de ese mismo mes fue bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol por el beneficiado don Bartolomé Pérez Sutil; se le puso por nombre “Luis” y actuó como padrino don Bartolomé Domingo de Ponte, vecino de dicha ciudad de La Laguna…

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Artículo-LUIS TOMÁS BAULÉN DE PONTE

Vilaflor de Chasna-San Miguel de Abona: Doña Ángela Fraga y Fraga (1912-1995), maestra de El Médano, El Frontón y Vilaflor

Ángela Fraga Fraga     Miembro de una familia modesta, pero que contó con varias maestras, doña Ángela también cursó la carrera de Magisterio en la Escuela Normal de Maestras de La Laguna. Obtuvo por oposición una plaza de maestra-alumna del curso profesional del Magisterio, gracias a lo cual se le concedió la escuela de El Médano, al frente de la cual estuvo durante seis años. Luego, por concurso de traslado pasó a la escuela de El Frontón, en San Miguel de Abona, que regentó durante 21 años. Finalmente, por un nuevo concurso de traslado, se le concedió una escuela de niñas del colegio de Vilaflor, su pueblo natal, en el que permaneció otros 16 años, hasta su jubilación, tras más de cuatro décadas de intensa labor docente.

     Nuestra biografiada nació en las Cuatro Esquinas de Vilaflor el 3 de agosto de 1912, a las siete de la mañana, siendo hija de don José Fraga Hernández, natural de Arona, y doña Leandra Fraga González, que lo era de la primera localidad. El 23 de abril de 1913 fue bautizada en la iglesia de San Pedro Apóstol por el cura párroco don José del Castillo Arvelo; se le puso por nombre “Ángela María” y actuaron como padrinos don Francisco Fraga González y su hermana doña Luciana. Fue conocida entre sus familiares y amigos como “Angelita”…

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Artículo-ÁNGELA FRAGA FRAGA

La lucha canaria en Malpaís de Candelaria

Malpaís-lucha canaria     Desde el punto de vista colectivo, Malpaís de Candelaria es el núcleo de las medianías del municipio con menor tradición luchística, pues nunca ha tenido clubes federados, frente a Las Cuevecitas, Araya, Igueste o Barranco Hondo que sí han contado con ellos, en lo que también ha influido su menor población. No obstante, si tuvo un equipo aficionado, el “Añavingo”, que llegó a enfrentarse con éxito a los de los pueblos vecinos, comandado por Policarpo Otazo (“Pollo de Malpaís”). Con posterioridad, han surgido en este deporte vernáculo algunas individualidades vinculadas a esta localidad, entre las que han destacado cuatro puntales regionales.

    En la primera mitad del siglo XX, los jóvenes continuaban teniendo pocos entretenimientos, y se divertían enfrentándose por las tardes en cualquier huerta, en amistosos desafíos de lucha canaria. Con frecuencia los jóvenes luchadores de los distintos pueblos se agrupaban en bandos de 15 o 20 luchadores que competían con los de localidades vecinas, sobre todo en las luchadas organizadas con motivo de las fiestas patronales. La lucha era corrida y controlada por tres árbitros u hombres buenos. La ropa de brega se limitaba a un pantalón elaborado con la tela de un saco de pita “de amoníaco inglés, de la lista azul”, luego sustituido por sacos de azúcar. Así surgieron los primeros luchadores de Malpaís…

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Güímar: Don Eladio Pérez García (1913-1938), jornalero y medianero agrícola, obrero estibador y sargento provisional de Ingenieros Zapadores, fallecido en la Guerra Civil

Eladio Pérez García     Miembro de una modesta familia de agricultores, nuestro biografiado se dedicó desde su adolescencia a las labores agrícolas, primero como jornalero y luego como medianero en Güímar. Prestó su servicio militar en Santa Cruz de Tenerife, en el Grupo de Ingenieros, en el que alcanzó el empleo de cabo 1º, con el que fue licenciado; por entonces, tuvo un gesto altruista, que fue muy elogiado por sus superiores y la prensa. Posteriormente trabajó como obrero estibador en el puerto de la capital, dedicado a la carga y descarga de buques, empleo del que fue despedido por secundar el paro convocado contra el golpe de Estado del 18 de julio de 1936. Pero en ese mismo mes fue movilizado con motivo de la Guerra Civil, como cabo del Grupo Autónomo Mixto de Zapadores y Telégrafos, siendo destinado inicialmente a prestar sus servicios en el puerto de Santa Cruz y, poco después, embarcó para el frente con la 1ª compañía de Zapadores Expedicionaria del citado Grupo, en la que ascendió a sargento provisional, empleo con el que perdió la vida, a consecuencia de un balazo en la cabeza en Robledo de Chavela, cuando solo le faltaba un día para pasar a retaguardia.

     Nació en el núcleo agachero de Pájara (Güímar) el 18 de febrero de 1913, a las dos de la madrugada, siendo hijo de don Gregorio Pérez García y doña Hortensia Andrea García Torres, labradores, naturales y vecinos de dicha localidad en el Lomo de Pájara. Dos días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol de Güímar por don Hildebrando Reboso y Ayala, “Cura Párroco propio de la Degollación de S. Juan Bautista de Arafo con anuencia del Cura Párroco propio de ésta”; se le puso por nombre “Eladio Juan” y actuó como madrina doña Flora García Díaz…

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Artículo-ELADIO PÉREZ GARCÍA

Arico: Don Carlos de Morales (1696-1756), Licenciado en Teología, presbítero, capellán de Arico y mayordomo de la ermita santuario de Ntra. Sra. de las Mercedes en la Punta de Abona

Carlos de Morales     Miembro de una ilustre familia de militares, nuestro biografiado decidió seguir la carrera eclesiástica y, tras obtener la capellanía fundada por un tío abuelo, el capitán don Pedro García del Castillo, recibió las órdenes sagradas hasta el Presbiterado y el título de Licenciado en Sagrada Teología. Tras su ordenación se incorporó como capellán a la parroquia de San Juan Bautista de Arico, en la que durante 35 años colaboró con los distintos párrocos. Además, desempeñó el cargo de mayordomo de la ermita de Ntra. Sra. de las Mercedes en la Playa de Abona y dejó fundado un vínculo sobre sus bienes.

     Nació en Arico el 27 de mayo de 1696, siendo hijo del capitán don Esteban de Morales y doña Marta Delgado. El 1 de junio inmediato fue bautizado en la iglesia de San Juan Bautista por el cura párroco don Juan Ordoño Morales de Cabrera; se le puso por nombre “Carlos” y actuaron como padrinos el Lcdo. don Francisco Quixada y doña Sebastiana María, “todos vos. y nats. de dicho lugar”…

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Artículo-CARLOS DE MORALES

Relación de alcaldes del municipio de Arafo

arafo-alcaldes     Conocemos casi todos los alcaldes que ha tenido la jurisdicción de Arafo desde su independencia municipal, salvo algunas pequeñas lagunas en los libros de oficios y de actas. Además, gracias a otros archivos locales, insulares y regionales, tanto públicos como privados, hemos podido elaborar una lista bastante completa de las personas que con anterioridad a dicha fecha ocuparon la Alcaldía del amplio término comarcal del que Arafo formaba parte en el Antiguo Régimen, desde el siglo XVI al XVIII. La jurisdicción de estos alcaldes ha variado a lo largo del tiempo, pues en un principio abarcaba a la comarca sureste, que incluía a los actuales municipios de Candelaria, Arafo, Güímar y Fasnia. En 1723 se redujo, al segregarse Fasnia, que inicialmente se integró en Arico. Hacia 1770, Candelaria y Arafo se separaron de Güímar, integrándose bajo una misma alcaldía. Finalmente, en 1798 se segregó Arafo de Candelaria, quedando el término reducido a sus límites actuales. Como curiosidad, entre el 30 de octubre y el 29 de noviembre de 1868 coexistieron en Arafo dos alcaldes, elegidos por sendas juntas locales, que tuvieron que ser destituidos por la superioridad para restaurar el orden público.

     Como curiosidad, de los 87 alcaldes que conocemos (sólo referido a los destacados en negrilla), pues muchos repitieron en el cargo, el récord de permanencia en la alcaldía lo ostenta don Domingo Calzadilla Ferrera, con 36 años y medio consecutivos, seguido por: don Jerónimo Monje Marrero (algo más de 26 años), don Tomás de Mesa Pérez (unos 10 años y medio, en tres etapas), don Esteban Núñez Pérez (unos 7 y medio, en tres etapas), don Antonio Torres Campos (casi 6 años) y el actual, don José Juan Lemes Expósito (5 años y medio, hasta el momento). Con respecto al lugar de nacimiento, si nos limitamos al período en el que la alcaldía sólo ha abarcado al actual municipio de Arafo, desde 1798 hasta el presente, conocemos a ocho alcaldes que no han nacido en este municipio: don Domingo González García (de Santa Cruz de Tenerife), don Jerónimo Monje Guzmán (de Santa Úrsula), don Antonio Mederos Sosa (de Santa Cruz de Tenerife), don Juan Jerónimo Galdona Delgado (de Güímar), don José Gutiérrez Gutiérrez (de La Victoria de Acentejo), don Juan Miguel López González (de Santa Cruz de Tenerife, aunque era oriundo de Arafo), don Domingo Calzadilla Ferrera (de Santa Úrsula, aunque era oriundo de Arafo) y don José Juan Lemes Expósito (de Güímar). Como curiosidad, hasta el momento ninguna mujer ha ostentado la alcaldía como titular…

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Artículo-ALCALDES DE ARAFO

Candelaria: Don Pedro Alonso Ruiz (1845-1887), agricultor, sargento 2º de Milicias, comandante de armas de Candelaria, tallador de quintos en el Ayuntamiento y emigrante a Cuba, donde falleció

pedro-alonso-ruiz     Fue uno de los personajes más relevantes que nacieron y vivieron en el pequeño caserío de Pasacola, situado entre Igueste y Barranco Hondo. Entró a servir como soldado de Milicias en la 6ª compañía del Batallón Ligero Provincial de La Laguna nº 1 de Canarias, en el que luego ascendió a cabo 2º, cabo 1º y sargento 2º. Con este empleo fue nombrado comandante de armas de Candelaria, al ser el militar de mayor graduación que residía en dicho municipio, siendo designado también tallador de quintos en el Ayuntamiento. Después de licenciado emigró a Cuba para mejorar su fortuna, pero allí le sorprendió la muerte siendo aún bastante joven, por lo que su numerosa familia quedó sumida en la pobreza.

     Nació en el caserío de Pasacola (Igueste de Candelaria) el 18 de enero de 1845, siendo hijo de don Gregorio Salvador Alonso y Díaz y doña Juana María Ruiz Pérez. Seis días después fue bautizado en la iglesia de Santa Ana de Candelaria por el cura párroco don Juan Núñez del Castillo; se le puso por nombre “Pedro” y actuó como padrino don Nicolás Alonso, natural y vecino del pago de Igueste. Como curiosidad, la partida de bautismo no fue asentada a su debido tiempo, por lo que tuvo que hacerse el 31 de agosto de 1872, en virtud de un auto del gobernador eclesiástico del Obispado…

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Artículo-PEDRO ALONSO RUIZ

Arona: Don Román Peña y Medina (1854-1933), Bachiller en Filosofía, maestro nacional, emigrante, propietario, prestamista, jurado judicial, vocal de un tribunal de oposiciones y secretario de la Asociación de Maestros Nacionales de La Laguna

roman-pena-medina     Perteneciente a una familia acomodada, nuestro biografiado fue un prestigioso docente que, tras obtener el título de Bachiller en Filosofía, comenzó su carrera ejerciendo como maestro interino de Arona. Luego cursó estudios en Madrid, donde convivió y entabló gran amistad con el médico don Tomás Zerolo Herrera y el pintor don Valentín Sanz Carta. Ingresó en el Magisterio por oposición, pero pidió excedencia para emigrar a Cuba. A su regreso, adquirió algunas propiedades en Adeje, reclamó la herencia de su madre y solicitó sin éxito una plaza de maestro en La Laguna. Posteriormente se estableció en Adeje, donde ejerció como maestro particular; por entonces solicitó los cargos de juez municipal y fiscal municipal de dicha villa, que no obtuvo, aunque sí fue nombrado jurado judicial y actuó como prestamista. Reincorporado al Magisterio público, obtuvo en propiedad la escuela de niños de Teguise, de la que pasó por concurso de traslado a la de Villa Abajo, en La Laguna; por entonces fue nombrado vocal de un tribunal de oposiciones y elegido secretario de la Asociación de Maestros Nacionales de dicha ciudad. Finalmente, pasó a desarrollar su labor docente en Santa Cruz de Tenerife, primero como maestro de la Escuela de Beneficencia de dicha capital y luego de la escuela de niños del barrio de El Cabo, en la que alcanzó la jubilación al cumplir los 70 años de edad; también fue profesor de adultos.

     Nació en Arona el 27 de febrero de 1854, siendo hijo de don José Tomás Peña García, natural de la Antigua (Fuerteventura), y doña Tomasa Benigna Medina Domínguez, que lo era de la antedicha localidad tinerfeña. El 1 de marzo inmediato fue bautizado en la iglesia de San Antonio Abad por el cura propio don Miguel Rodríguez Guillama; se le puso por nombre “Román Benigno de San Carlos” y actuó como padrino don Carlos Peña, vecino de dicho lugar de La Antigua…

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Artículo-ROMÁN PEÑA MEDINA

La Capilla pequeña de El Socorro, en Güímar, y el bello cuadro que alberga en su interior

     Una de las muchas dudas que se plantean en la historia de El Socorro, en la costa de Güímar, es la remota existencia de una o dos ermitas en dicho paraje. Pero en todas las citas bibliográficas del siglo XIX, incluyendo las de don Agustín Díaz Núñez, sacerdote güimarero, mayordomo de la Virgen e impulsor de la fiesta, sólo se hablaba de un único edificio en la costa de Güímar dedicado al culto de la Virgen. No obstante, la tradición oral recoge la antigua existencia de una ermita al final de la cuesta de El Socorro, teoría que apoyaba el profesor Álvarez Delgado, pero cuya existencia con anterioridad al siglo XX no ha podido ser constatada documentalmente.

     Lo cierto y documentado es que en 1915 se levantó una pequeña capilla de nueva planta al final de la cuesta que sube desde el Llano de la Virgen, en el sitio donde anualmente se celebran las Fiestas en honor de Nuestra Señora del Socorro, con el fin de que sirviese de descanso a la Virgen en las procesiones que allí se hacían, por iniciativa de los hermanos mayordomos don Pedro y don Modesto Campos Díaz, que llevaban en el cargo desde 1905. El lugar elegido fue el punto donde, según la tradición, el Mencey Acaymo pidió ayuda a los suyos, agobiado por el peso de la Santa Imagen. Simultáneamente, dos vecinos de Güímar, don Remigio y don Fortunato Jorge, encargaron un cuadro para la nueva capilla al pintor santacrucero don Felipe Poggi González, de madre güimarera. Este óleo sobre lienzo, concluido y firmado por su autor en agosto de 1916, representa la imagen de la Virgen llevada en brazos por el mencey y los guanches protagonistas del milagro, con un fondo que recuerda las laderas del Valle de Güímar. Pero si bien este cuadro fue bendecido el 26 de noviembre de ese mismo año, por distintos motivos la capilla no lo fue hasta el 7 de septiembre de 1919, en que lo hizo el entonces coadjutor de San Pedro Apóstol don Domingo Pérez Cáceres…

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Fasnia: Don Celso González Tejera (1888-1972), escribiente del Obispado, familiar del obispo Rey Redondo, distributario y prefecto de la Sección de Menores del Seminario, cura ecónomo de Adeje, Fasnia, Icod el Alto, San Miguel de Abona e Icod de los Vinos, párroco propio de Tacoronte, capellán de monjas y coadjutor en Santa Cruz de Tenerife

     Nuestro biografiado fue un seminarista brillante y un sacerdote sencillo, pero ello no le impidió alcanzar el reconocimiento de todos aquellos que le conocieron, por su ejemplar y modélica existencia. Don Celso González Tejera, que vino al mundo en un pueblo pequeño y en el seno de una familia modesta, pero con inquietudes, eligió la carrera sacerdotal y, tras haber trabajado como agricultor y marino, ingresó en el Seminario cuando ya era mayor de edad. Por ello, enseguida comenzó a ocupar cargos de responsabilidad: escribiente del Obispado, familiar del obispo Rey Redondo, distributario y prefecto de la Sección de Menores del Seminario. Una vez ordenado sacerdote, fue designado sucesivamente cura ecónomo de Adeje y de su Fasnia natal. Luego obtuvo por oposición en propiedad la parroquia de Tacoronte, donde desarrolló una buena labor, pero de la que salió con más pena que gloria, aunque regresó a ella más adelante, en dos cortos períodos. Posteriormente, fue nombrado cura regente de la nueva parroquia de Icod el Alto (Los Realejos); cura ecónomo de San Miguel de Abona y Fasnia (por segunda vez); coadjutor y cura ecónomo de Icod de los Vinos; y, finalmente, por problemas de salud, capellán de Monjas Dominicas en Santa Cruz de Tenerife y coadjutor de la parroquia de San José de la misma ciudad. Debió tener un fuerte carácter, pues tuvo algunos problemas en Adeje y Tacoronte, pero en todos sus destinos dejó profunda huella entre sus feligreses, especialmente en su pueblo natal, donde ejerció su ministerio durante más de ocho años en dos períodos.

     Nació en Fasnia el 30 de junio de 1888, a las tres de la madrugada, siendo hijo de don Juan González Cruz y doña Tomasa Tejera Chico. El 3 de julio inmediato fue bautizado en la iglesia parroquial de San Joaquín por don Domingo Elías Estévez, Cura Ecónomo de la misma; se le puso por nombre “Celso del Sacramento”, habiendo sido padrino don José González Galdón y testigos don Cándido Martín y don José María González…

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