Arico: Don José Perdomo y Perdomo (1846-1931), jornalero, sargento 1º de Infantería, escribiente de 1ª clase del Gobierno Militar de Tenerife y fiscal municipal de Arico

Arico-Villa-4B     En el siglo XIX era muy difícil en un pueblo pequeño alcanzar una esmerada educación, incluso no era sencillo aprender a leer y a escribir correctamente, dado que la mayoría de las localidades carecían de escuelas convenientemente dotadas. Por este motivo, una de las escasas posibilidades que tenía un hombre de origen humilde de mejorar su situación consistía en seguir la carrera militar o la eclesiástica, que en las anteriores centurias también estaban reservadas a las clases más pudientes.

     Uno de los hombres que logró abrirse paso en la carrera militar gracias a su tesón fue don José Perdomo y Perdomo, quien abandonó su trabajo como jornalero agrícola para ingresar en las Milicias Canarias, en las que a base de mucho esfuerzo logró ir ascendiendo hasta el empleo de sargento 1º. Simultáneamente, y de manera autodidacta, fue cultivando sus conocimientos, especialmente los de Ortografía y Caligrafía, por lo que enseguida comenzó a trabajar como escribiente en la Capitanía General de Canarias; luego pasó al Cuerpo de Escribientes Militares con el empleo de escribiente de 4ª clase, y de éste al Cuerpo Auxiliar de Oficinas Militares, donde ascendió hasta escribiente de 1ª clase del Gobierno Militar de Tenerife, en el que se retiró, tras haber servido en el Ejército durante más de 38 años, de ellos unos 35 como escribiente. A lo largo de su carrera se le concedieron varios premios y condecoraciones, como reconocimiento a sus méritos y servicios, entre ellas la Cruz sencilla del Mérito Militar y la Medalla de Alfonso XIII. Una vez retirado se estableció en su Arico natal, en el que desempeñó los cargos de adjunto del Tribunal Municipal y fiscal municipal propietario.

     Nació en el Lomo de Arico el 1 de junio de 1846, siendo hijo de don Agustín Perdomo del Carpio y doña María Mercedes Perdomo Gómez. El 8 de ese mismo mes fue bautizado en la iglesia de San Juan Bautista por el cura párroco don Simón Díaz Curbelo; se le puso por nombre “José Agustín” y actuó como padrino don Pedro Rodríguez, natural y vecino del mismo lugar…

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Artículo-JOSÉ PERDOMO PERDOMO

Arico: Sor Adela de Santa María de Lourdes Morales (1871-1956), religiosa de coro en el Monasterio dominico de clausura de Santa Catalina de Sena de La Laguna

Arico-Lomo-1905-1910     Llevada por una profunda vocación religiosa que la marcó desde su adolescencia, a los 18 años de edad nuestra biografiada ingresó en el Monasterio de Santa Catalina de Sena de La Laguna, en el que tomó el hábito en 1897 y profesó al año siguiente, permaneciendo entre sus muros hasta su muerte, que se produjo a los 84 años de edad, tras 67 años de vida religiosa, en los que sin duda ocupó algunos cargos de responsabilidad dentro de la comunidad.

     Nació en el Lomo de Arico el 27 de septiembre de 1871, a las cuatro de la madrugada, siendo hija de don Juan Morales, natural de Arico el Nuevo, y de doña Raimunda González Delgado, que lo era de La Degollada. El 3 de octubre inmediato fue bautizada en la iglesia de San Juan Bautista por el cura párroco propio don Antonio Martín Bautista; se le puso por nombre “Adela Peregrina de los Ángeles” y actuó como madrina su tía materna, doña Paula González, que era soltera. Creció en el seno de una familia modesta…

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Artículo-SOR ADELA MORALES

Granadilla de Abona – Arico: Don Marcos Peraza y Ayala (1790-1858), “hombre bueno” en juicios, alcalde de mar y constitucional de Arico, cillero de Arico y Fasnia

Arico Nuevo-1890-1895-b     En este artículo recordamos a otro de los miembros de la ilustre familia sureña Peraza de Ayala. Don Marcos nació en Granadilla de Abona y se casó en Arico el Nuevo, donde pasó la mayor parte de su vida. Al contrario que la mayoría de sus antepasados no siguió la tradición militar, pero destacó como rico propietario agrícola, tanto de tierras como de aguas, llegando a ser una persona muy estimada y respetada por cuantos le conocían. Actuó como “hombre bueno” en diversos juicios de conciliación y desempeñó los cargos de alcalde constitucional de Arico (en tres ocasiones) y alcalde de mar de la jurisdicción, así como cillero de Arico y Fasnia; además, fue designado miembro de la Junta Gubernativa de La Laguna, pero no aceptó este cargo. También actuó como cicerone de los prestigiosos botánicos Webb y Berthelot. Tuvo una ilustre sucesión.

     Nació en Granadilla de Abona el 21 de julio de 1789, siendo hijo del capitán don Francisco Peraza y Ayala, natural de dicho pueblo, y de doña María Josefa de Torres y Morales, que lo era de Arico el Nuevo. El 3 de agosto inmediato fue bautizado en la iglesia parro­quial de San Antonio de Padua por el cura párroco don Francisco Cruz Alayón; se le puso por nombre “Marcos Antonio Pantaleón” y no conocemos el nombre de su padrino por estar ilegible el resto de su partida…

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Artículo-MARCOS PERAZA AYALA

Arico: Don Diego Antonio de Torres (1711-1779), capitán de Milicias, alcalde real de Arico, mayordomo de la fábrica parroquial y de la ermita de Arico el Nuevo

Arico Nuevo-Torres    Como hijo de militar, nuestro biografiado ascendió desde alférez hasta capitán de Milicias y, en virtud de este empleo, fue jefe de la compañía de Arico durante un cuarto de siglo. Llegó a ser el mayor propietario de Arico en su época y apoderado sus paisanos ante el Cabildo de la isla para solicitar una partida de trigo con la que fuesen socorridos a causa de la sequía. Además, desempeñó los cargos de alcalde real de dicho pueblo, mayordomo de la fábrica parroquial de San Juan Bautista, hermano de la Hermandad del Santísimo Sacramento de la misma parroquia y mayordomo de la ermita de Ntra. Sra. de la Luz de Arico el Nuevo.

     Nació en Arico el 28 de febrero de 1711, siendo hijo del alférez don Diego de Torres Vera y doña Luisa Fernández de Chávez y de la Guarda. El día 5 del mes de marzo inmediato fue bautizado en la iglesia de San Juan Bautista por su tío, el Lcdo. don Bonifacio Fernández de Chávez, con licencia del párroco, Dr. don Salvador Quixada y Castillo; se le puso el nombre “Diego” y actuaron como padrinos don Juan Fernández y doña Águeda Fernández, sus tíos maternos, todos naturales y vecinos de dicho lugar…

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Artículo-DIEGO ANTONIO DE TORRES

Don Nicasio Pomar y Forteza (1809-1847), alcalde de Granadilla de Abona y tronco de la familia Pomar del Sur de Tenerife, extendida por Granadilla y Arico [Estudio genealógico]

Pomar-árbol-1     No es fácil conocer el origen de determinada familia en una localidad, lo que siempre constituye una gran satisfacción para cualquier investigador. Hoy traemos a esta página algunos miem­bros de la familia Pomar, ampliamente extendida actualmente por el Sur de Tenerife, sobre todo en Granadilla de Abona y Arico. Fundada por don Nicasio Pomar Forteza (1809-1847), natural de Palma de Mallorca e hijo del capitán don Antonio Pomar Forteza, nacido en la misma ciudad, y de doña Catalina Forteza Forteza, que lo era de la Villa de Manacor.

     Se estableció en Granadilla de Abona en 1828, al tomar posesión de la parroquia de San Antonio de Padua su hermano don José Pomar Forteza (1790-1833). En esta villa sureña contrajo matrimonio con doña María del Pino Rodríguez Venero, hija de don Juan Rodríguez Bello y doña María Petra Venero y Castillo, ambos de ilustres familias. Don Nicasio Pomar y Forteza fue alcalde de Granadilla, rico propietario y fundador de una extensa y destacada familia sureña. Falleció en su domicilio de Granadilla de Abona cuando sólo contaba 38 años de edad. Le sobrevivió su esposa, con quien había procreado ocho hijos, que constituyen las primeras ramas de una amplia y destacada familia extendi­da por el Sur de Tenerife, sobre todo en Granadilla y Arico, aunque también se ha irradiado a la Península y América…

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Granadilla de Abona-Arico: Don Francisco Basilio Peraza y Ayala (1774-1834), capitán graduado de Milicias, sargento mayor interino del Regimiento de Abona, alcalde de Granadilla y Arico

Granadilla-21.77 (CFIT)     Al igual que la mayoría de sus antepasados, don Francisco Basilio Peraza y Ayala siguió la carrera militar, en la que ingresó como subteniente de Milicias, empleo con el que actuó interinamente como sargento mayor del Regimiento de Abona; luego ascendió a teniente y se retiró con el grado de capitán de Milicias. Además, ejerció como alcalde real de Granadilla y, una vez establecido en Arico, también fue alcalde real de este pueblo, así como recaudador de la contribución territorial, rematador de los diezmos de papas de la comarca (Vilaflor, Granadilla y Chasna) y mayordomo de la ermita de Ntra. Sra. de Abona. Tuvo ilustre sucesión.

     Nació en Granadilla de Abona el 14 de junio de 1774, siendo hijo del capitán don Francisco Antonio Peraza y Ayala del Castillo, natural del mismo pueblo, y de doña María Josefa de Torres y Morales, que lo era de Arico. Cinco días después fue bautizado en la iglesia parroquial de San Antonio de Padua por el cura párroco don Francisco Cruz Alayón y Salcedo; se le puso por nombre “Francisco Antonio Basilio” y actuó como padrino su pariente, el presbítero don Francisco Agustín Peraza y Ayala…

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Artículo-FRANCISCO BASILIO PERAZA AYALA

El Distrito parroquial, la Vicaría foránea y el Arciprestazgo del Sur de Tenerife (1835-1928)

Arciprestazgo Sur     Para mejorar la atención espiritual de los pueblos, el Obispado de Canarias convino en que, además de los párrocos encargados del Cura animarum en sus respectivas jurisdicciones, hubiese también comisionados eclesiásticos permanentes, autorizados hasta cierto punto por el diocesano, para que a su nombre desempeñasen en determinados pueblos las facultades que les eran delegadas, sirviendo al mismo tiempo de oportuno conducto para la más pronta circulación de las órdenes que se comunicaban por éste. Estas comisiones especiales fueron denominadas “Vicarías foráneas”, la primera de las cuales se estableció en La Laguna y la segunda en La Orotava, creándose posteriormente otras en las principales localidades del Norte de la isla. Los pueblos de Candelaria, Arafo y Güímar dependían de la Vicaría de La Laguna, mientras que los restantes del Sur, desde Fasnia hasta Arona y Vilaflor, estaban sujetos a la de La Orotava, situación que se mantuvo hasta bien avanzado el siglo XIX. Los inconvenientes de esta adscripción se sufrían sobre todo en los pueblos del Sur, a los que llegaban muy tarde las órdenes circulares de la autoridad eclesiástica, una de las cuales tardó un año en llegar a Vilaflor desde La Orotava, atravesando la cumbre.

     Tras meditar sobre los problemas que acarreaba tan demorada comunicación, el obispo Folgueras determinó el 25 de febrero de 1835 que Güímar, perteneciente hasta entonces al distrito de La Laguna, fuese nuevo conducto para dirigir en adelante las circulares hasta Vilaflor; en función de su encargo, el beneficiado de Güímar servía de enlace entre el obispo y los párrocos del Sur. Una vez justificada plenamente la mayor comodidad de la nueva línea parroquial desde Güímar, el 14 de junio de 1841 el obispo de Tenerife don Luis Folgueras y Sion proveyó en la ciudad de La Laguna el importante decreto de creación de la Vicaría foránea del Sur de Tenerife, con capital en Güímar; y en la misma fecha, el prelado comunicó al Dr. don Agustín Díaz Núñez, beneficiado propio de Güímar, su nombramiento como vicario eclesiástico foráneo de la Banda del Sur. En 1852 la Vicaría se transformó en Arciprestazgo, confirmándose a don Agustín como primer arcipreste y manteniendo la capital en Güímar hasta 1910, en que pasó a Granadilla de Abona…

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La Sociedad de recreo “Unión y Libertad” de La Sabinita de Arico (1932-1936)

Arico-casino-Sabinita-muebles     En este artículo nos vamos a ocupar de los casinos o sociedades culturales y recreativas, que en el primer tercio del siglo XX proliferaron por todos los pueblos de la isla, fundamentalmente durante la II República, hasta tropezar con la intransigencia surgida al producirse el golpe de estado que inició la Guerra Civil, lo que supuso el cierre de la mayor parte. De algunos de ellos se conservan los reglamentos o los libros de actas y poseemos mucha información, mientras que de otros sólo tenemos referencias indirectas, a veces poco más que su nombre. Un caso intermedio es el de la Sociedad “Unión y Libertad” de La Sabinita, en Arico, de la que tenemos documentada su fundación e inauguración, así como su disolución y los bienes con que contaba, pero de momento carecemos de información sobre las juntas directivas y la actividad concreta que desarrolló en sus cuatro años de existencia.

   La Sociedad de Recreo “Unión y Libertad” de La Sabinita fue constituida en junio de 1932, quedando registrada en el Gobierno Civil el 28 de dicho mes; y el 25 de julio inmediato fue inaugurada, con un festival y un baile. Cuatro años más tarde, en cumplimiento de un bando de la Comandancia Militar de Canarias del 3 de septiembre de 1936, se procedió a su clausura por la Guardia Civil del Puesto de Arico, por pertenecer varios de sus miembros al Frente Popular; simultáneamente sus bienes fueron incautados por el Estado…

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Artículo-SOCIEDAD SABINITA-ARICO

El actual término municipal de Fasnia y sus pagos, según el padrón vecinal de 1779

Padrón Arico-1779     En el último cuarto del siglo XVIII, en 1779, el corregidor de Tenerife, a petición expresa de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, levantó un curioso censo de todos los pueblos de la isla y, por este precioso documento estadístico podemos conocer la pasada pobreza general de los pueblos del Sur, que nunca disfrutaron de las ventajas agrícolas y comerciales de los del Norte. Así, gracias al “Padron general del vecindario del Lugar de Arico con esprecion, de sus Barrios; edades, estado y ocupaciones, oficios y exercicios con las demas Notas, conforme a Riales ordens.”, confeccionado en dicho año por el fiel de fechos don Pablo Gómez y firmado por don José Martín Bello, “Alcalde atual de la Referida jurisdicion y sus territorios”, conocemos los límites de la amplia jurisdicción de Arico en esa época: “Esta jurisdición confina por la parte del Norte con la de Guimar, su divicion un Barranco que titulan de Herque. Por la parte del Sul con la juridicion de la Granadilla su divicion el Barranco que llaman del Río; puede tener de estremo a estremo sinco leguas con poca diferencia; por el poniente confina con la cumbre o tierras consexiles, por el Naciente el mar y del estremo del Mar a lo consexil puede aber quatro leguas poco mas o menos”. Por lo tanto, como se aprecia en dichos límites, incluía a los actuales términos municipales de Arico y Fasnia. Según este padrón, la población total de la jurisdicción ascendía a 472 vecinos (o familias), de los que 217 vivían en el actual término de Fasnia y 255 en lo que al presente es el municipio de Arico.

     Gracias a dicho documento, podemos conocer la situación de los cuatro núcleos o pagos que constituían el actual término de Fasnia, que sumaban en total 963 habitantes, agrupados en las mencionadas 217 familias. Aunque el pago de Fasnia ya contaba con 65 vecinos (279 almas), todavía era superado por La Zarza con 81 familias (332 personas); también había crecido La Sombrera, que en esa fecha casi había duplicado su población con respecto a la de 1737, con 38 vecinos (182 habitantes), y La “Savina Alta” o “Sabinalta”, que estaba a punto de triplicarla, con 33 familias (170 almas). Por esta razón, no es de extrañar que la primera ermita del término se construyese dentro del territorio correspondiente a dicho pago de La Zarza, el núcleo principal. La población activa se dedicaba casi en su totalidad al sector primario, tanto a la agricultura (jornaleros, labradores, mozos de labranza y medianeros) como a la ganadería (pastores de cabras u ovejas) y la pesca (tan sólo dos hombres de una misma familia). En cuanto al resto de las actividades, que ocupaban a menos del 10 % de la población activa, destacaban: dos carpinteros (uno de los cuales sabía medir tierras), un zapatero, un albañil, un fabricante de tejas y un marchante; además, un grupo considerable de hombres estaban “acomodados a sueldo” y otros figuraban ausentes “en Indias”. Por su parte las mujeres se dedicaban en su mayoría a atender a su familia, educar a sus hijos y hacer las tareas de la casa; en los ratos libres hacían labor (hilar, tejer y coser), en muchos casos para poder mantenerse; algunas compaginaban esas actividades con la agricultura y un pequeño grupo tenía profesiones u oficios específicos: varias acomodadas a sueldo, tres mercachifles o traficantes (dedicadas a comprar y vender), dos loceras (una de ellas también panadera), una criada, una esclava, etc.; además, muchas jóvenes cuidaban a sus padres. No podían faltar algunos enfermos e imposibilitados: ciegos, mancos, inválidos y dementes. Ningún niño iba a la escuela, que no existía, dedicándose a hacer mandados y ayudar a sus padres en lo que éstos les ordenasen, así como a aprender su oficio. La inmensa mayoría de los vecinos vivían pobremente o “con cortedad”, aunque muchos eran considerados sumamente pobres e infelices y algunos sobrevivían de limosna; un sector minoritario pasaba regularmente o “no tan mal” y tan sólo dos vivían “con buena comodidad”. En cuanto a la cultura, solamente 8 hombres sabían leer y escribir en toda la jurisdicción, que eran los labradores más acomodados o los artesanos (un carpintero y un zapatero); a ellos se unían otros tres hombres y una mujer que tan sólo sabían leer…

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Arico: Don Zoylo Pablo de Herrera y Cruz (1776-1837), capellán de La Orotava y párroco propio de Arico durante 29 años

Arico-iglesia-San Juan     Miembro de una destacada familia orotavense de gran vocación religiosa, nuestro biografiado siguió la tradición familiar y también cursó la carrera eclesiástica. Tras su ordenación, quedó adscrito como capellán a la parroquia de Ntra. Sra. de la Concepción de su villa natal, desde donde colaboró con su hermano Luis, por entonces párroco de Arona, en la adquisición de dos imágenes para la Parroquia de San Antonio Abad que hoy figuran entre las más veneradas en esa localidad sureña: el Cristo de la Salud y la Virgen de los Dolores. Luego fue nombrado cura párroco propio de San Juan Bautista de Arico, así como mayordomo de fábrica de dicha parroquia, a cuyo frente permaneció durante 29 años, hasta su muerte.

     Nació en la Villa de La Orotava el 27 de junio de 1776, siendo hijo de don Antonio Ignacio Martín González de Herrera y García de la Cruz y doña Antonia Rafaela de la Cruz Alayón y Borges Valladares, naturales y vecinos de dicha villa, pero la madre oriunda de Arico. Tres días después fue bautizado en la iglesia del Señor San Nicolás Obispo del Monasterio de religiosas dominicas de dicha villa, que servía de parroquia durante la reedificación del templo parroquial de la Concepción, por el presbítero don José Hernández de Ara, con licencia del Dr. don Francisco Domingo Román y Lugo, examinador sinodal del Obispado y beneficiado rector de la iglesia matriz de Ntra. Sra. de la Concepción; se le puso por nombre “Zoylo Pablo Ignacio Domingo Antonio” y actuó como padrino su pariente el Lcdo. don Pablo Alayón y Salcedo, presbítero…

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Artículo-ZOYLO PABLO HERRERA CRUZ