Arico: Doña Margarita González Hernández (1891-1944), maestra de las escuelas de niñas de El Río, Charco del Pino, Chimiche, La Cisnera y Arico el Viejo

Arico-Iglesia Río Arico     A una edad avanzada, nuestra biografiada comenzó la carrera de Magisterio, que concluyó con brillantez cuando contaba 30 años de edad. Como maestra interina regentó sus primeras escuelas de niñas, siendo la primera la de su pueblo natal, El Río de Arico; a ella siguieron otras dos unitarias en el vecino municipio de Granadilla de Abona, Charco del Pino y Chimiche, para regresar en la misma situación a El Río. Tras tres intentos fallidos logró ingresar por oposición en el Magisterio nacional, por lo que pasó a ser propietaria provisional de la escuela que por entonces regentaba como interina, La Cisnera, también en Arico, a cuyo frente estuvo un total de nueve años. Finalmente pasó, igualmente como propietaria provisional, a la escuela de Arico el Viejo, donde solo permaneció durante siete meses, hasta su prematura muerte, que se produjo cuando contaba 52 años de edad, unos 20 de ellos de actividad docente en dos municipios del Sur de Tenerife. Además, a lo largo de su vida dio pruebas de su espíritu solidario, al colaborar con varias suscripciones o donativos para distintas causas.

      Nació en El Río de Arico el 4 de octubre de 1891, a las ocho de la mañana, siendo hija de don Leto González y González, oriundo de dicho pago, y de doña Catalina Hernández y González, ambos naturales de Buenavista. Como curiosidad, su nacimiento no fue inscrito en el Registro Civil de Arico hasta el 30 de abril de 1918…

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Artículo-MARGARITA GONZÁLEZ HERNÁNDEZ

Arico-Güímar: Don José Bernardo Carrillo (1760-1822), sacristán, colector, bolsero, cura servidor, notario público y teniente de beneficiado de Güímar, y cura encargado de Arafo

Arico-iglesia     Numerosos han sido los sacerdotes que hemos ido dando a conocer en este blog, algunos de los cuales llegaron a ocupar puestos de relieve dentro del clero tinerfeño, mientras que otros fueron más modestos, menos conocidos, ganándose exclusivamente el aprecio de los feligreses de las distintas parroquias que regentaron a lo largo de su vida. Los hubieron que nunca llegaron a estar al frente de una iglesia parroquial, sino que se limitaron a desempeñar cargos secunda­rios en los templos e, incluso, fueron numerosos los que no llegaron a salir en toda su existencia de los pueblos donde habían nacido; sin embargo, no por ello fueron menos queridos por cuantos tuvieron la dicha de conocerles, ni su labor ministerial fue por dicha causa menos brillante y fructífera.

     El presbítero que hoy nos ocupa, don José Bernardo Carrillo, se pareció más a los últimos que a los primeros. Su vida transcu­rrió en el Sureste de Tenerife; nació en Arico y de corta edad se estableció en Güímar, localidad donde desarrolló casi toda su labor parroquial: sacristán, colector, bolsero, cura servidor, notario público eclesiástico y teniente de beneficiado. Realizó algunas cortas escapadas a Fasnia y a su Arico natal, con el fin de celebrar algunos sacramentos, y al final de su vida regentó durante dos años, como cura encargado, la parroquia de San Juan Degollado de Arafo, destino en el que le sorprendió la muerte.

     Nuestro biografiado nació en Arico el 8 de enero de 1760, siendo hijo de don Pedro Lorenzo Carrillo y doña Catalina Lorenzo González de Vera (conocida por Catalina Gaspar), naturales y vecinos de dicho lugar. Tres días después fue bautizado en la iglesia de San Juan Bautista por don José Nicolás Vallada­res, cura propio de la misma; se le puso por nombre “José Bernardo” y actuó como padrino el presbítero don Andrés Francisco de la Cámara, capellán de la ermita de El Río…

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Artículo-JOSÉ BERNARDO CARRILLO

Arico: Don Diego Gómez Cartaya (1800-1866), labrador, tazmiero, sochantre-organista y notario público eclesiástico de la Parroquia, y teniente de alcalde del Ayuntamiento de Arico

Arico-Lomo-1905-1910    Miembro de una conocida y respetada familia de Arico, don Diego Gómez Cartaya trabajó toda su vida como labrador en sus propiedades agrícolas. Además, estuvo muy vinculado a la parroquia de San Juan Bautista, la única existente por entonces en su municipio natal, en la que ejerció durante muchos años como tazmiero, sochantre-organista y notario público eclesiástico. Asimismo, dado el prestigio de que gozaba entre sus paisanos, fue elegido teniente de alcalde del Ayuntamiento de Arico.

      Nuestro biografiado nació en Arico el 25 de enero de 1800, siendo hijo de don Salvador Gómez García y doña María (Rodríguez) Cartaya y Llarena. Cuatro días después fue bautizado en la iglesia de San Juan Bautista por el cura párroco don José Hernández de Ara; se le puso por nombre «Diego Antonio Francisco» y actuó como padrino don Diego García de Vera…

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Artículo-DIEGO GÓMEZ CARTAYA

Arico: Don Antonio Peraza y Mejías (1804-1887), comandante graduado de Milicias, comandante de armas de Arico y mayordomo de la ermita de Abona

Arico-casa Peraza     Este artículo está dedicado a un ilustre personaje sureño, cuya vida transcurrió íntegramente en su Arico natal. Al igual que sus antepasados fue un destacado militar que ascendió desde cadete hasta capitán de Milicias, empleo con el que desempeñó durante algún tiempo la Mayoría y la primera Comandancia del Regimiento Provincial de Abona, retirándose con el sobregrado de comandante. Heredó de su padre varias vinculaciones y la Mayordomía de la ermita de las Mercedes de Abona, que ostentaba cuando ésta sufrió el incendio que la destruyó en 1835. Además, desarrolló una incipiente actividad política como miembro del Comité Republicano de Arico.

     Nació en Arico el Nuevo el 5 de septiembre de 1804, siendo hijo del capitán graduado don Francisco Basilio Peraza y Ayala, natural de Granadilla de Abona, y de doña Bárbara Luisa Mejías y Torres, que lo era del mencionado Arico. Cinco días después recibió el bautismo en la iglesia de San Juan Bautista, de manos de fray Nicolás Peraza y Ayala, predicador jubilado y guardián del convento franciscano de Granadilla, con licencia del cura párroco propio don Francisco García y Castillo; se le puso por nombre “Antonio Esteban Francisco” y actuó como padrino su tío don Fernando Peraza y Ayala, vecino del citado pueblo de Granadilla de Abona. Fue el mayor de ocho hermanos…

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Artículo-ANTONIO PERAZA MEJÍAS

Arico-Granadilla de Abona: Don Marcos Antonio Peraza del Castillo (1716-1764), sacerdote, capellán y párroco servidor de Arico y Granadilla

Arico-iglesia     Miembro de una antigua e ilustre familia sureña, don Marcos Antonio siguió la carrera eclesiásti­ca y fue ordenado sacerdote. Como tal, durante casi toda su vida estuvo adscrito como capellán a la Parroquia de San Juan Bautista de su Arico natal, al frente de la cual estuvo dos veces como cura servidor, lo mismo que hizo en una ocasión en la Parroquia de San Antonio de Padua de Granadilla de Abona, pueblo del que era oriundo por su padre. Pero su prematura muerte pudo truncar la que pudo haber sido una carrera eclesiástica más destacada.

     Nuestro biografiado nació en el lugar de Arico el 16 de mayo de 1716, siendo hijo del capitán don Marcos González Peraza del Castillo, natural de Granadilla, y de su esposa doña Sebastiana María de Mexía, que lo era de la primera localidad. Cinco días después fue bautizado en la iglesia de San Juan Bautista por el cura párroco don Salvador Quixada y Castillo; se le puso por nombre “Marcos Anto­nio” y actuó como padrino el alférez don Esteban de Morales, vecino del pago de Icor…

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Artículo-MARCOS ANTONIO PERAZA DEL CASTILLO

El cuento canario “La Lucharona”, por El Barón de Imobach (Francisco Pedro Montes de Oca y García)

Lucha canaria-FEDAC     El cuento “La Lucharona”, publicado en Gaceta de Tenerife el domingo 31 de agosto de 1930 por el escritor portuense don Francisco Pedro Montes de Oca y García (Cronista Oficial del Puerto de la Cruz y de la Región Canaria), bajo el pseudónimo “El Barón de Imobach”, se basa en algunos de los vicios más frecuentes del ser humano, la crítica cruel al diferente, las burlas sobre el débil o el que ya no puede defenderse, la cobardía del que no se atreve a dar la cara por el criticado, la vergüenza e indignación del humillado, las ansias de venganza, la chulería del que se cree más fuerte que los demás, etc. Sin duda, se adentra en la conducta humana, al describir como se comportan las personas cuando actúan en grupo y las relaciones de pareja. Pero, sobre todo, posee claros valores etnográficos, centrados en el deporte canario por excelencia, la lucha canaria, así como en el frecuente uso para este fin de las eras, estructuras de tanto significado en nuestra historia agraria, aprovechando para amortiguar las caídas el polvo fino o paja menuda que quedaba tras la trilla, sin olvidar la tradicional emigración de nuestros antepasados a América. Además, el texto está salpicado de palabras del vocabulario canario, que le dan un toque de historia de la tierra inevitable: maga, chasnero, cho, terrero, agarrada, tumbado, sopladera, punta, corrido, chascona, ajijide, tumbar, rancho, etc. Lo mismo ocurre al centrar la historia en un lugar concreto de la isla, utilizando topónimos conocidos de las “Bandas del Sur”, como El Roque, Valle de San Lorenzo, Era Alta y Arico, curioso para tratarse de un escritor del Norte de la isla, aunque profundo conocedor de nuestra geografía e historia.

     Se trata de un cuento canario, que se centra en uno de los temas más representativos de nuestra seña de identidad, la lucha canaria, en un lugar característico de nuestro paisaje agrario, como es una era, y en un lugar concreto del Sur de Tenerife, comarca de la que también son todos los personajes. Quitando los adornos literarios incluidos por el autor, este cuento se apoya en alguna de las hazañas luchísticas realizadas por mujeres que, más o menos conocidas, salpican la historia de la lucha canaria en el Sur de Tenerife…

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Arico: Don Francisco Peraza y Mejías (1809-1882), pionero en el cultivo de la cochinilla, teniente coronel graduado de Milicias, comandante de armas, depositario del Comité Republicano y alcalde

Francisco Peraza Mejías-2     El personaje al que dedicamos este artículo fue, sin duda, el hombre más poderoso y respetado de Arico en su tiempo. Al igual que sus antepasados siguió la carrera militar y alcanzó la máxima graduación que ningún ariquero había ostentado hasta entonces, la de teniente coronel de Milicias. Simultáneamente, pero sobre todo después de su retiro, se dedicó a la actividad política, por la que se sentía muy atraído: fue elegido regidor municipal o concejal en dos ocasiones y alcalde en otras dos, vocal de la Junta Local de Beneficencia, presidente de la Comisión de Contabilidad Municipal y capitán de de la Milicia Nacional local; destacó como político liberal y figuró entre los fundadores del Comité Republicano de Arico, del que resultó elegido depositario. Asimismo, fue uno de los mayores propietarios agrícolas del término municipal y uno de los pioneros en el cultivo de la cochinilla en todo el Sur de Tenerife, por lo que recibió un premio.

     Nació en el pago de Arico el Nuevo el 26 de diciembre de 1809, siendo hijo del capitán graduado don Francisco Basilio Peraza y Ayala, natural de Granadilla de Abona, y de doña Bárbara Luisa Mejías y Torres, que lo era de Arico aunque oriunda por su padre de Fasnia. Cuatro días después recibió el bautismo en la iglesia parroquial de San Juan Bautista de El Lomo de manos del cura rector propietario don Zoylo Pablo de Herrea y Cruz; se le puso por nombre “Francisco Esteban Juan Evangelista” y actuó como madrina doña María Mejías y Torres, su tía materna…

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Artículo-FRANCISCO PERAZA MEJÍAS

Arico: Don Domingo González y Morales (1829-1889), cura servidor y ecónomo de varias parroquias, capellán de religiosas, párroco propio condecorado de Santa Cruz de Tenerife y emigrante

Iglesia Arico     Aunque Arico siempre ha sido un municipio prolífico en hijos dedicados a la vida religiosa, llama la atención que en todo el siglo XIX sólo viera la luz en él un sacerdote, don Domingo González y Morales. Tras su ordenación y pasar como cura servidor por Tejina y La Laguna, obtuvo por oposición la importante parroquia auxiliar (luego titular) de San Francisco en Santa Cruz de Tenerife, a cuyo frente permaneció durante 14 años, en el transcurso de los cuales fue nombrado mayordomo de fábrica de dicha iglesia y de la imagen del Señor de las Tribulacio­nes que se veneraba en ella, además de condecorado con la Cruz de Beneficencia de tercera clase por los servicios prestados durante la epidemia de fiebre amarilla que azotó a dicha capital; también perteneció como vocal a la Junta Local de Instrucción Pública y a la Junta Provincial de Instrucción Primaria; destacó como orador sagrado, perteneció a la Sociedad Económica de Amigos del País de Santa Cruz y fue elector en las elecciones de diputados a Cortes y senadores. Renunció a su parroquia para, como tantos otros canarios de su época, emigrar a Cuba, donde residió durante unos siete años y perteneció a la Asociación Canaria de La Habana. Se reintegró luego a su Diócesis, sin derecho a la propiedad parroquial y como si acabase de ser ordenado, pues los destinos que obtuvo a partir de entonces fueron tempora­les: cura servidor de San Juan de la Rambla, servidor y ecónomo de Tijarafe, capellán del convento de religiosas de la Concepción de Garachico y cura ecónomo de La Laguna, Arafo y Puerto de la Cruz. No obstante su modesta trayectoria final, todos reconocieron en él a un hombre culto y capacitado.

     Nuestro biografiado nació en el Lomo de Arico el 12 de mayo de 1829, siendo hijo de don Juan Antonio González Martínez, natural de Santa Cruz de Tenerife, y de doña María del Pilar Morales y Cartaya, que lo era de dicho pueblo. Cinco días después fue bautizado en la iglesia de San Juan Bautista por el cura párroco don Zoylo Pablo Herrera y Cruz; se le puso por nombre “Domingo Segundo” y actuó como madrina su tía materna doña Rosa Morales Cartaya…

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Artículo-DOMINGO GONZÁLEZ MORALES

Arico: Don Diego Perdomo Amaral (1855-1895), maestro propietario de El Río de Arico, secretario acompañado del Juzgado Municipal e interventor electoral

Arico-El Lomo-6      Nuestro biografiado solo regentó una escuela pública, la incompleta de niños de El Río de Arico, haciéndolo en propiedad durante 14 años, hasta su prematura muerte. Pero en ese tiempo, fue uno de los ejemplos más representativos en el Sur de la isla de aquella vieja expresión: “Pasas más hambre que un maestro de escuela”, pues llegó a acumular una deuda de 63 meses de sueldo por parte del Ayuntamiento de Arico, lo que le hizo dirigir una conmovedora instancia al gobernador civil de la provincia, en la que le exponía que ya no podía mantener a su esposa y a sus hijos que, literalmente, se morían de hambre (lamentablemente, tres de ellos tendrían una vida corta, por distintos motivos). Además, ejerció como testigo y secretario acompañado del Juzgado Municipal de Arico y como interventor electoral en las elecciones para diputados a Cortes.

      Nació en El Lomo de Arico el 19 de mayo de 1855, siendo hijo de don Juan Perdomo Sosa y doña María Amaral Pérez. Seis días después fue bautizado en la iglesia de San Juan Bautista por el presbítero don Domingo González Morales, con licencia del párroco don Antonio Martín Bautista; se le puso por nombre “Diego José del Sacramento” y actuó como madrina doña Petronila Vega, natural del pueblo de Artenara en Gran Canaria…

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Artículo-DIEGO PERDOMO AMARAL

Arico: Don Alejandro Peraza y Torres (1826-1890), estudiante universitario, comandante graduado de Milicias, exportador agrícola, concejal de La Laguna y Santa Cruz de Tenerife

Alejandro Peraza Torres-hoja-2      Este destacado ariquero continuó una larga tradición militar hasta alcanzar el empleo de teniente de Milicias; como tal fue ayudante del Batallón provincial de Abona, donde desempeñó también los cometidos de fiscal y oficial cajero y de almacén. Obtuvo luego el grado de capitán y, al borde de su retiro, el de comandante. Fue un masón importante, pues bajo el pseudónimo “Tamaide” llegó a alcanzar el grado 18 y a ocupar los cargos de venerable y primer vigilante. También se dedicó, con éxito, a la agricultura de exportación, al comercio y a la política, siendo directivo del Comité de Unión Republicana de Arico y concejal de los ayuntamientos de La Laguna y Santa Cruz de Tenerife. Tuvo como hijo a don Marcos Peraza Vega, Bachiller en Artes y alcalde de la capital de la provincia, y como bisnieto a don Marcos Guimerá Peraza, ilustre notario e historiador.

      Nuestro biografiado nació en Arico el Nuevo el 26 de mayo de 1826, siendo hijo de don Marcos Peraza y Ayala, natural de Granadilla de Abona, y de doña Juana de Torres Trinidad, que lo era de la primera localidad. El 1 de junio inmediato fue bautizado en la iglesia parroquial de San Juan Bautista del Lomo, por el párroco propio don Zoylo Pablo Herrera y Cruz; se le puso por nombre “Alejandro José del Sacramento” y actuó como padrino el teniente don Diego Antonio Estanislao de Torres, su tío abuelo…

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Artículo-ALEJANDRO PERAZA TORRES