Arona-Vilaflor de Chasna: Don Francisco Alonso Martínez (1706-1767), teniente capitán de las Milicias Canarias y hermano del Santísimo Sacramento de la parroquia de Vilaflor

Valle San Lorenzo-2     Nacido en el seno de una familia de larga tradición militar, el personaje al que dedicamos este artículo también decidió ingresar en las Milicias Canarias, en las que entró como cadete del Regimiento de Abona, en el que luego ascendió a alférez y, finalmente, a teniente capitán. Además, fue hermano de la Hermandad del Santísimo Sacramento de la parroquia de San Pedro Apóstol de Vilaflor y llegó a ser una de las personas más influyentes en su época de la comarca de Chasna. Nació en Arona y vivió en el Valle de San Lorenzo, donde murió.

     Nuestro biografiado nació en el entonces pago de Arona el 4 de octubre de 1706, siendo hijo del ayudante don Pedro Alonso Martínez, natural de La Escalona, y de doña Marta Domínguez Villarreal, que lo era de Arona. Seis días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol de Vilaflor por el beneficiado Dr. don Manuel Milan Camacho y actuaron como padrinos don Juan Luis Ximénez, alcalde mayor de la Villa de Adeje, y doña María González, su mujer…

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Artículo-FRANCISCO ALONSO MARTÍNEZ

Güímar-Arafo: Fray Ignacio Pérez (1755-1837), sacerdote y predicador general dominico, notario y misionero en el Convento de Güímar, teniente de párroco y cura servidor de Arafo y sochantre de Santa Cruz

Fray Ignacio Pérez     Este artículo está dedicado a un sacerdote dominico, morador durante muchos años en el convento de Santo Domingo Soriano de Güímar, en el que desempeñó los cargos de notario, misionero del Santísimo Rosario y del Santísimo nombre de Jesús. Tras su ordenación sacerdotal colaboró con la parroquia de San Pedro y actuó como capellán en las ermitas de Arafo y Arafo, en los años previos a su elevación a parroquias. Fue predicador general de su Orden y, como tal, recorrió varios conventos de Tenerife y Lanzarote; ocupó asimismo la plaza de cantor y organista del convento de San Benito de La Orotava. Tras la primera desamortización se secularizó y se avecindó en Arafo, donde actuó primero como teniente de párroco y luego como cura servidor de la parroquia de San Juan Degollado, durante cuatro años. Posteriormente fue sochantre de la parroquia matriz de Ntra. Sra. de la Concepción de Santa Cruz de Tenerife, durante un año, y estuvo durante unos días encargado de la parroquia de Santa Ana de Candelaria. Pasó los últimos años de su vida en Arafo, colaborando con la parroquia hasta su muerte.

     Nació en la Villa de La Orotava hacia 1755, siendo hijo de don Matías Pérez y doña María de Lugo. Desgraciadamente no hemos podido descubrir su partida de bautismo en ninguna de las parroquias del Valle, a pesar de haberla buscado reiteradamente…

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Artículo-FRAY IGNACIO PÉREZ

El primer equipo de lucha canaria de El Escobonal (Güímar), formado durante la II República [1931-1936]

Escobonal-primer equipo lucha     La consolidada tradición luchística del pueblo de El Escobonal, como la de todo el municipio de Güímar, se remonta por lo menos a los comienzos del siglo XIX, en el que los jóvenes aficionados se agrupaban a veces en bandos improvisados que enfrentaban unos pueblos con otros o a dos barrios del mismo municipio, sobre todo con motivo de las fiestas patronales. De esa centuria sólo se recuerdan los nombres de algunos luchadores destacados, autores de célebres agarradas o de increíbles anécdotas: Isidro “El Moro”, de El Salto; Dionisio Rodríguez, de Los Candales; Pedro Pérez González “El de los Cangos” e Isidoro Frías Delgado, ambos de La Corujera. Estos dos últimos ganaron varios encuentros al frente de la selección del Sur de Tenerife en las fiestas de El Socorro de Güímar, así como en las de Candelaria y La Laguna. También por entonces, algunas escobonaleras dieron más de una sorpresa en este deporte, como cha Inocencia Frías y María Perdomo “La Grande”. Luego, a comienzos del siglo XX, podemos recordar a algunos vecinos de El Escobonal que destacaron en la lucha, entre ellos: Isidoro Frías Tejera, quien continuaba la tradición de su padre del mismo nombre, Antonio Frías Tejera, José Díaz y Carlos Campos, entre otros.

     En los años veinte del siglo pasado se revitalizó la afición por este deporte autóctono, surgiendo numerosos luchadores juveniles, que terminaron consolidando un bando que se llegó a enfrentar a los de pueblos vecinos y del que fueron saliendo sólidos valores, como Gonzalo García, Juan Esteban Pérez, Benildo Frías, Isidoro Frías, etc. Luego, a propuesta de Manuel “Sánchez”, en 1931, el puntal palmero Juan “Primera” formó el primer equipo o “partido” de El Escobonal, que durante cinco años, hasta el comienzo de la Guerra Civil, se enfrentó con frecuencia a los de otros pueblos de la comarca e incluso del Norte de la isla. En él destacaron, entre otros: Juanillo Díaz “Pollo del Escobonal”, Eufemio García, Vicente Pérez “La Mediana”, Agustín Delgado “El Trabuco” y Cristóbal Duque, a los que se irían incorporando los nuevos valores de la cantera local. Pero debido a la escasa difusión de los encuentros que había en ese entonces, por la falta de medios de comunicación, sus nombres sólo fueron conocidos en los pueblos próximos; .por ello, poco o nada nos dicen a los que no tuvimos la oportunidad de vivir aquellas gloriosas épocas de la Lucha Canaria, si bien por sus méritos de vivir en la actualidad estos luchadores hubiesen tenido, sin duda, muchísima más fama de la que en su época adquirieron…

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Candelaria: Don Antonio Fariña González (1867-1921), sacristán, sochantre-organista, notario eclesiástico, mayordomo de la fábrica parroquial, secretario, concejal, reparador y afinador de pianos, órganos y armonios

Antonio Fariña González     Nuestro biografiado desarrolló una gran actividad en la parroquia de Santa Ana de Candelaria, en la que ejerció como sacristán, sochantre-organista, notario eclesiástico y mayordomo de fábrica interino. Además, tuvo una notable actividad pública como regidor síndico, interventor electoral, jurado judicial, secretario suplente del Juzgado Municipal y de la Junta Municipal del Censo Electoral de Candelaria, y concejal del Ayuntamiento. Pero, sobre todo, destacó en Santa Cruz de Tenerife como reparador y afinador de pianos, órganos y armonios.

     Nació en Candelaria el 11 de mayo de 1867, a las dos de la tarde, siendo hijo de don Manuel Fariña Hernández y doña Paula González y González. Cuatro días después fue bautizado en la iglesia de Santa Ana por el beneficiado propio de dicha parroquia matriz don Antonio de la Barreda y Payva; se le puso por nombre “Antonio Domingo” y actuó como madrina doña Andrea Ferrer, natural de Guía…

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Artículo-ANTONIO FARIÑA GONZÁLEZ