La biblioteca parroquial de Arafo (1966-1978)

Arafo-Biblioteca parroquial     La parroquia de San Juan Degollado de Arafo, con don Vicente Jorge Dorta a su frente, cubrió durante una docena de años la falta de una biblioteca pública en Arafo, al construir y mantener una biblioteca parroquial. Para su construcción, encima del salón parroquial, se contó con varias subvenciones del Gobierno Civil y otras más pequeñas del Ayuntamiento de Arafo, así como los beneficios del espectáculo “Ecos de Primavera”, de la agrupación femenina arafera de pulso y púa “Aída”, la rifa de un televisor y diversos donativos, colectas y postulaciones. Gracias a todo ello, en 1966 se pudo abrir al público, aunque su inauguración oficial se retrasó hasta el 9 de febrero de 1968.

    Por su parte, la compra de libros se sufragó con varias rifas, la proyección de películas y las recolectas de donativos, tanto en Arafo como en Santa Cruz de Tenerife. También se donaron o cedieron algunos fondos bibliográficos por el Ayuntamiento y algunos particulares, llegando a contar con valiosas enciclopedias. Pero el mantenimiento de la instalación se logró gracias a las cuotas de los socios protectores, entre los que había algunos de Güímar, quienes pagaban 5 pesetas mensuales. Para regular su funcionamiento se creó una junta directiva, cuyo primer director fue su principal promotor y organizador, el maestro don José Mederos Sosa. Además, contaba con bibliotecarios, encargados de la compra, fichado y préstamo de libros, de los que el que más tiempo permaneció fue don Walter Gil Hernández, así como un grupo de chicas que prestaban en ella el Servicio Social, sustitutorio del militar, estando encargadas de la apertura, vigilancia y limpieza del local. Esta biblioteca parroquial cerró sus puertas hacia 1978, al entrar en funcionamiento la biblioteca pública de la Caja General de Ahorros…

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Artículo-BIBLIOTECA PÚBLICA PARROQUIAL-ARAFO

Güímar: Don Juan Elías Hernández (1832-1896), cura ecónomo de Chipude, coadjutor de La Guancha, encargado de San Miguel de Abona, Arafo, Candelaria y Fasnia, capellán castrense, coadjutor, cura ecónomo y arcipreste de Güímar

Juan Elías Hernández     Recordamos hoy a otro de los numerosos sacerdotes que pasaron la mayor parte de su vida en el pueblo natal, donde desarrollaron una callada pero fructífera labor de apostolado, que por lo general era reconocida y apreciada por los feligreses de la parroquia. Don Juan Elías Hernández permaneció casi siempre en la comarca de Güímar, al margen de tres cortas salidas a otras parroquias, como cura ecónomo de Ntra. Sra. de la Candelaria de Chipude, coadjutor del Dulce Nombre de Jesús de La Guancha y cura encargado del Arcángel San Miguel de San Miguel de Abona. Estuvo encargado en varias ocasiones de las parroquias de Santa Ana de Candelaria, San Juan Degollado de Arafo y San Joaquín de Fasnia, desempeñando durante muchos años el cargo de coadjutor de la parroquia de San Pedro Apóstol de Güímar, de la que fue nombrado en dos ocasiones cura ecónomo, así como arcipreste del partido, con lo que se vio cumplida su mayor aspiración; y también obtuvo el nombramiento de capellán castrense de los tres municipios del Valle. Además, fue propietario agrícola y elector contribuyente.

     Nuestro biografiado nació en Güímar el 28 de julio de 1832, siendo hijo de don Juan Elías Hernández y doña Valentina Hernández Núñez, vecinos del barrio de Los Majuelos. Tres días después fue bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol por el ilustre presbítero güimarero Dr. don Agustín Díaz Núñez, beneficiado propio de la misma; se le puso por nombre “Juan Nazario del Sacramento” y actuó como madrina doña María Candelaria del Castillo, natural de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria…

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Artículo-JUAN ELÍAS HERNÁNDEZ

El Juzgado Municipal y el Registro Civil de Candelaria (1871-1945): jueces, fiscales y secretarios

Juzgado municipal-Candelaria     Hasta mediados del siglo XIX, los alcaldes ejercían como jueces de paz, celebrándose ante ellos los juicios de conciliación; pero en caso de ausencia o enfermedad, lo hacían en su lugar los tenientes de alcalde o los regidores, por orden de antigüedad. En 1856 se creó la figura del juez de paz, independiente de la Alcaldía. En diciembre de 1870 los jueces de paz se transformaron en jueces municipales; y en noviembre de 1945 volvieron a su antigua denominación de jueces de paz.

     En un artículo anterior ya nos ocupamos del primer Juzgado de Paz de Candelaria (1855-1870) y en éste vamos a recordar el Juzgado Municipal que sucedió al anterior. Éste se mantuvo durante 75 años, de 1871 a 1945, asumiendo la competencia del Registro Civil de la localidad, creado también en 1870, al igual que la nueva figura del fiscal municipal. Tuvo su primera sede en Barranco Hondo, de donde pasó a la cabecera municipal. En ese período existieron 10 jueces municipales titulares y 13 fiscales municipales, además de sus correspondientes suplentes, así como 37 secretarios (titulares, interinos, suplentes o accidentales), sin contar a numerosos “acompañados”. Es normal que muchos de los jueces y fiscales que alcanzaron la titularidad fuesen con anterioridad suplentes, pero llama la atención que varios de ellos ostentasen dos de dichos cargos, pues fueron jueces y fiscales, jueces y secretarios o fiscales y secretarios del Juzgado. También resulta llamativo que ninguna mujer desempeñase esos cargos…

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Guía de Isora-Adeje: Don Sandalio Perdomo y Medina (1857-1936), ejecutor de apremios en Arona y Guía de Isora, secretario de los Juzgados Municipales de Guía de Isora y Adeje, así como del Ayuntamiento de esta última villa

Sandalio Perdomo Medina     Destacado funcionario, el personaje al que dedicamos el presente artículo tuvo una vida itinerante. Aparte de en su pueblo natal, Casillas del Ángel, vivió durante algún tiempo en el Realejo Bajo y en Telde. Luego ejerció como ejecutor de apremios en Arona y Guía de Isora, estableciéndose en esta última localidad, donde contrajo matrimonio. Posteriormente fue nombrado secretario del Juzgado Municipal de Guía de Isora, empleo que ocupó durante más de diez años, en dos etapas. A continuación se estableció en la vecina Villa de Adeje, donde también trabajó como secretario interino del Juzgado Municipal y secretario del Ayuntamiento, durante otros diez años. En ambos municipios fue, además, secretario de la Junta Municipal del Censo Electoral. Finalmente, se trasladó a Santa Cruz de Tenerife, donde murió.

     Nació en Casillas del Ángel (Fuerteventura) el 2 de septiembre de 1857, a las doce de la noche, siendo hijo de Juan Perdomo y Pérez, natural de La Oliva y sochantre de la primera localidad, y de doña Fermina Medina y Rovaina [sic]. Cuatro días después fue bautizado en la iglesia de la Gloriosa Santa Ana de dicho pueblo por el cura párroco don Tomás Montesdeoca; se le puso por nombre “Sandalio” y actuó como padrino don Juan Carrión, esposo de doña Ana González y labrador…

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Artículo-SANDALIO PERDOMO MEDINA

Arico – Granadilla de Abona: Don Antonio Rodriguez Morales (1771-1837), capitán de Caballería en la Guerra de Independencia de Venezuela, comandante militar de Pore y Carora

Antonio Rodríguez Morales     Es de sobra conocido que los canarios han encontrado en Venezuela, desde siempre, su segunda patria; hacia allí emigraban en la época colonial, para continuar haciéndolo, después de su Independencia, hasta el presente. Al estallar el movimiento emancipador americano, los canarios que allí residían tuvieron que optar por una de las opciones en litigio, unirse a las filas realistas o a las insurgentes; en ambos ejércitos los isleños cubrieron páginas de valor y de entrega, en favor de la causa que les parecía más justa. No obstante, el mayor peso militar lo tuvieron en el Ejército Realista, pues dos de ellos alcanzaron el mando supremo del mismo como “generales en jefe” de Venezuela, don Domingo Monteverde y Rivas y don Francisco Tomás Morales.

     Como este último, varios tinerfeños del Sur desarrollaron toda su carrera militar en dicha contienda, escalando altos puestos en el escalafón de las citadas fuerzas; tal es el caso del coronel graduado de Caballería don Salvador Gorrín Forte, del teniente coronel graduado de Infantería don Agustín de Castro o del capitán de Caballería don Antonio Rodríguez Morales. Sobre la vida de este último canario, que luchó durante más de 10 años en la Guerra de Independencia de Venezuela, hasta la capitulación de Maracaibo, y que fue comandante militar de Pore y de Carora, vamos a dedicar el presente artículo.

     Nació en Arico el Nuevo el 12 de febrero de 1771, siendo hijo del entonces alférez don Antonio Rodríguez Bello, natural de Granadilla, y de doña Catalina de Morales, que lo era de Arico. Cinco días después recibió el bautismo en la iglesia de San Juan Bautista, de manos del cura párroco don José Nicolás Valladares; se le puso por nombre “Antonio Joseph Domingo” y actuó como padrino su abuelo paterno, el entonces “Capitan y Alcalde de la Granadilla” don Antonio Rodríguez Bello…

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Artículo-ANTONIO RODRIGUEZ MORALES

Güímar-Arico: Don Domingo Campos Yanes (1857-1930), maestro particular, auxiliar de la recaudación de contribuciones, fiscal municipal, juez municipal suplente de Arico y corresponsal periodístico

Domingo Campos Yanes     El escobonalero al que dedicamos este artículo, ejerció en su pueblo natal como maestro particular y allí contrajo matrimonio y nacieron sus hijos. Luego se estableció en Arico, donde actuó durante muchos años como auxiliar de la recaudación de contribuciones; pero en dicho pueblo también fue ventero, panadero y cartero; asimismo, también tuvo una venta en Santa Cruz de Tenerife, que por lo general atendía su esposa. Además, en Arico ocupó diversos cargos, como los de interventor electoral, fiscal municipal, juez municipal suplente de Arico (durante 16 años) y corresponsal del periódico Gaceta de Tenerife.

     Nació en el pago de El Escobonal (Güímar) el 7 de septiembre de 1857, siendo hijo de don Juan Campos Díaz y de doña Petra Yanes Delgado. Tres días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol de Güímar por don Agustín Díaz Núñez, Doctor en Sagrada Teología, examinador sinodal, beneficiado propio y arcipreste juez eclesiástico del Sur de Tenerife, y actuó como padrino su abuelo materno, don Domingo Yanes…

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Artículo-DOMINGO CAMPOS YANES

La efervescencia política y sindical de Arona durante la II República (1931-1936)

Arona-II República     Al comienzo de la II República, el municipio de Arona rondaba los 3.200 habitantes, de los cuales, un alto porcentaje figuraban como jornaleros, dependientes de los grandes propietarios: los Domínguez Alfonso, los Bello, los Bethencourt Herrera, los Tavío, los O’Donnell o los Villarreal. Tras una etapa de cierto ostracismo, la gestación y proclamación de la República supuso un revulsivo político y sindical tanto en Arona como en toda la geografía española, pues las clases populares comenzaron a darse cuenta de su poder y a reivindicar sus derechos.

     Con anterioridad, en Arona ya existía un Comité Republicano (fundado en 1913), al que se unió en 1931 una Cooperativa de los Obreros de la Comarca y en 1932 una Federación Obrera Comarcal. Luego lo hicieron cinco agrupaciones o comités locales: en 1932, el Comité Conservador Republicano; en 1933, la Agrupación Local del Partido Republicano Radical Socialista; en 1935, el Comité Local de Acción Popular Agraria; y en 1936, la Agrupación Municipal de Izquierda Republicana, la Agrupación Local del Partido Unión Republicana y la Agrupación Socialista. No obstante, el Ayuntamiento de Arona continuó dominado en toda esa etapa por los tradicionales grupos oligárquicos, que pusieron en la alcaldía, sucesivamente, a don Juan Bethencourt Frías, don Miguel Bello Rodríguez y don Eugenio Domínguez Alfonso; en la primera etapa se vieron forzados a un consenso, ante el surgimiento del movimiento obrero, mientras que en la segunda reforzaron sus posiciones, al retraerse las acciones promovidas por los trabajadores. Sólo con el Frente Popular llegó la izquierda al poder municipal, aunque solo lo ejerció durante menos de cinco meses.

     Todos los partidos y federaciones fueron disueltos al comienzo de la Guerra Civil y, medio siglo después, al comienzo de la actual etapa democrática, solo uno de ellos se reinstauró: la Agrupación Socialista…

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Artículo-AGRUPACIONES POLÍTICAS-ARONA-II REPÚBLICA

Candelaria: Don Luis Núñez Ramos (1835-1919), sargento 1º de Milicias, comandante de armas de Candelaria y Arafo, jurado judicial, concejal del Ayuntamiento y presidente de una mesa electoral

Luis Núñez Ramos     Nuestro biografiado cursó una modesta carrera militar, en la que fue ascendiendo desde soldado a cabo 1º, sargento 2º y sargento 1º de Milicias; con este último empleo desempeñó el cargo de comandante de armas de Candelaria y Arafo, al ser el militar de mayor graduación residente en ambos municipios. Luego sería jurado judicial, concejal del Ayuntamiento de Candelaria y presidente de la mesa electoral de la Sección segunda de dicho municipio. Toda su vida trabajó en la agricultura, tanto en su pueblo natal como en Santa Cruz de Tenerife, como labrador, jornalero y propietario.

     Nació en el pago de Barranco Hondo el 14 de noviembre de 1835, siendo hijo de don José Antonio Núñez del Castillo y Rodríguez del Castillo y de doña María Jacinta Ramos del Castillo y García, natural de La Victoria. Siete días después fue bautizado en la iglesia de Santa Ana de Candelaria por el presbítero don José Hernández, con licencia del cura párroco propio don Juan Núñez del Castillo; se le puso por nombre “Luis Ramón” y actuó como madrina doña Josefa Núñez, su tía paterna, de la misma naturaleza y vecindad. Creció en el seno de una familia más o menos acomodada y de notable prestigio en el municipio, conocida como “Los Curas”…

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Fasnia: Don José Nicolás de Torres y Perdomo (1777-1828), cura párroco propio y mayordomo de la fábrica parroquial de Fasnia

José Nicolás de Torres-Fasnia     Nuestro biografiado nació en Venezuela, en el seno de una ilustre familia oriunda de Tacoronte, pueblo en el que vivió su adolescencia y juventud. Tras recibir una capellanía fundada por su familia, se ordenó de sacerdote a comienzos del siglo XIX y, años más tarde, fue nombrado párroco propio de Fasnia, donde permaneció al frente de la parroquia de San Joaquín durante los últimos ocho años de su vida. Mientras estuvo bajo su regencia, don José Nicolás se vio inmerso en una intensa polémica sobre la reconstrucción de la iglesia parroquial y sufrió el robo de los fondos destinados para dicho fin.

     Nació en la localidad de La Victoria, provincia de Caracas, hacia 1777, siendo hijo de don Luis de Torres y Perdomo y de doña Isabel Clara Fernández. De corta edad se estableció con sus padres en Tacoronte, de donde eran oriundos, localidad en la que cursó estudios y transcurrió su juventud…

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Artículo-JOSÉ NICOLÁS DE TORRES Y PERDOMO

El trágico naufragio del velero chasnero de cabotaje “Tinerfe” en la costa sureste de Tenerife (1862)

Pailebot-Tinerfe     Construido en Tenerife, la primera referencia que se tiene del velero de cabotaje “Tinerfe” se remonta a 1857 y su corta trayectoria solo duraría cinco años, hasta su naufragio en 1862. Entre 1857 y 1860 figuraba como bergantín goleta (buque de dos palos y vela cuadrada o redonda, que usaba aparejo de goleta en el palo mayor); excepcionalmente, el 19 de diciembre de 1858 se le mencionaba como candray (embarcación pequeña de dos proas, por lo general con un mástil, que se usaba en el tráfico de cabotaje) y en un par de ocasiones de 1861 como goleta (embarcación fina, de bordas poco elevadas, con dos palos o a veces tres, y un cangrejo en cada uno) o polacra (buque de cruz, con dos o tres palos enterizos y sin cofas); pero de 1861 a 1862 se especificaba que era un pailebot de cabotaje (goleta pequeña o velero de bordas poco elevadas y con dos -o a veces tres- palos) y que tenía 55 toneladas.

     Este barco operaba entre el Sur de Tenerife (sobre todo en Granadilla) y Santa Cruz de Tenerife, aunque con frecuencia también lo hacía entre el puerto de la capital tinerfeña y Gran Canaria (Agaete y Las Palmas); más raramente, se desplazaba a San Sebastián de La Gomera, Santa Cruz de La Palma o Fuerteventura. En julio de 1857 era su patrón don Antonio Rodríguez: de agosto a diciembre de ese mismo año lo fue don Antonio Bermúdez; desde abril de 1858 hasta abril de 1859 lo patroneó don Luis Medina; de enero a mayo de 1860, el Sr. Suárez; de enero a abril de 1861, don José Hernández; de febrero a septiembre de dicho año, don Cristóbal Álamo; en diciembre del mismo, don José Medina; y en marzo de 1862, don Tomás García.

     En Granadilla de Abona embarcaba sobre todo losas chasneras (o losetas) y, en menor medida papas, frutos, fruta seca, cochinilla, madera de tea, trigo, etc. En Santa Cruz de Tenerife cargaba diferentes mercancías, “géneros”, “varios efectos”, “varios artículos”, sal, pipas vacías (o toneles), etc. En Santa Cruz de La Palma cargaba “frutos de América”; en Fuerteventura, “piedra de cal”; y en Gran Canaria, ganado vacuno o becerros. También hizo muchos viajes en lastre. En cuanto a pasajeros, los llevaba en casi todos sus viajes, con un número que osciló entre 2 y 110, aunque con más frecuencia variaba entre 5 y 15.

     El 25 de marzo de 1862, el pailebot “Tinerfe” salió de la costa de Granadilla de Abona hacia Santa Cruz de Tenerife, cargado de losas chasneras y frutos, pero desapareció en la travesía. El rumor sobre su naufragio se fue extendiendo por la isla y se disparó cuando cinco días después de su partida apareció el cadáver de un hombre en la costa de Arona. Poco después se confirmó su hundimiento, entre el puerto de salida y la costa de Güímar, a causa de un fuerte temporal del Noroeste, resultando ahogados los 12 tripulantes, incluido su patrón don Tomás García, y los 23 pasajeros, en total 35 personas; por ello, pasó a ser uno de los mayores accidentes marítimos de la historia canaria. La causa del naufragio se atribuyó a que el barco iba sobrecargado, lo que le impidió superar el mal estado del mar…

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