Candelaria: Don Juan González Alberto (1851-1922), marino, sochantre de la parroquia, cabo 2º de Milicias, alcalde constitucional, alcalde de mar, juez municipal electo, interventor electoral, jurado judicial y adjunto del tribunal municipal

Este polifacético personaje era miembro de una familia modesta y, como la mayoría de sus paisanos, desde joven se volcó en el mar, como pescador y marino. Simultáneamente, obtuvo el empleo de sochantre que, probablemente, llevaba aparejado el de organista de la parroquia de Santa Ana, en la que varios familiares ejercieron como sacristanes. Prestó su servicio militar en las Milicias Canarias, en las que alcanzó el empleo de cabo 2º. Luego, desempeñó diversos cargos públicos en su municipio natal, del que fue alcalde constitucional y alcalde de mar. También emigró a Cuba y, tras su regreso, fue nombrado juez municipal, aunque no llegó a tomar posesión, pero sí ejerció como interventor electoral, alcalde constitucional por segunda vez, jurado en diversas causas vistas en la cabecera del partido judicial de Santa Cruz de Tenerife y adjunto del tribunal municipal de Candelaria.

Nació en Candelaria el 30 de enero de 1851, siendo hijo de don Alejandro de la Cruz González Leal y doña María del Carmen Albertos de Frías. El 2 de febrero inmediato fue bautizado en la iglesia de Santa Ana por el cura párroco don Juan Núñez del Castillo; se le puso por nombre “Juan Cristóbal” y actuó como padrino don Salvador González, natural y vecino de dicho lugar…

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La celebración de la “Fiesta del Árbol” en la villa de Adeje (1911, 1915, 1916)

Como ya hemos recogido en cuatro artículos anteriores dedicados a otros tantos municipios del Sur de Tenerife, la primera “Fiesta del Árbol” que se llevó a cabo en el planeta tuvo lugar en Villanueva de la Sierra (Cáceres) en 1805, por iniciativa del cura párroco de dicha localidad y como gesto oportuno para conmemorar el valor de la libertad, tras la destrucción de los montes del norte de Cáceres por las batallas libradas entre las tropas locales y las francesas de Napoleón Bonaparte. En Canarias, la primera “Fiesta del Árbol” se celebró en Las Palmas de Gran Canaria el 29 de abril de 1902, por iniciativa del periodista don Francisco González Díaz, conocido como el “Apóstol del árbol”; fue organizada por la Asociación de la Prensa ante la inacción de las instituciones públicas, de lo que se quejó su impulsor; y el 6 de diciembre de ese mismo año también se celebró en Santa Cruz de Tenerife. El auge que fue adquiriendo esta celebración a lo largo del Estado español determinó la publicación de un Real Decreto el 15 de marzo de 1904, que le daba carácter oficial, y otro del 5 de enero de 1915 que declaraba “obligatoria la celebración anual de una Fiesta del Árbol en cada término municipal”. Pero ello no determinó su efectiva puesta en práctica, pues serían contadas las localidades canarias que cumplieron lo establecido en dicha disposición y la mayoría de ellas solo la celebraron en una ocasión. Entre otros municipios, además de ambas capitales, la organizaron: Teror, Arucas, Santa María de Guía, Gáldar, Moya, Telde, Santa Brígida, Moya; La Laguna, Adeje, La Orotava, Güímar, Icod de los Vinos, Guía de Isora, Tacoronte, La Victoria, La Matanza, Candelaria, Los Realejos, Arico, Fasnia, Arafo; Hermigua, Alajeró, Vallehermoso; San Bartolomé, Arrecife de Lanzarote; Valverde; etc. Con dicha celebración se pretendía concienciar a toda la población sobre la conservación de la naturaleza, a la vez que cumplir un objetivo educativo en las escuelas.

La primera “Fiesta del Árbol” se celebró en la villa de Adeje en 1911, a iniciativa del médico don Manuel Fernández Piñeiro, presidente de la Sociedad “Unión y Cultura”, y luego se repitió por lo menos en 1915 y 1916, pues de la posible celebración en los años intermedios y posteriores de momento no tenemos ninguna constancia documental. A ellas siempre asistían las autoridades locales, encabezadas por el alcalde y el cura párroco, quien bendecía los árboles; ocupaban un lugar relevante los niños de las escuelas, con sus correspondientes maestros, que desfilaban y cantaban el “Himno al Árbol”; se leían poesías y discursos alusivos al motivo de la celebración, siempre uno de ellos por el citado médico; y concluían con un baile en la citada sociedad. Algunos de los árboles plantados en esas fiestas son los laureles de Indias que aún adornan la plaza principal y la calle Grande…

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Güímar: Doña María Mercedes García Campos (1919-1996), religiosa misionera de Nazaret, maestra y superiora de diversos centros de su Orden en España y Venezuela

Miembro de una destacada familia güimarera, doña Mercedes se sintió atraída desde muy joven por la vida religiosa, por lo que ingresó como hermana en la Cofradía del Carmen de la Parroquia de San Pedro de Güímar antes de tomar el hábito como religiosa misionera de Nazaret en el Colegio “Santo Domingo” de la misma ciudad. En este centro hizo su primera profesión y luego pasó a Barcelona, donde efectuó los votos perpetuos y obtuvo el título de maestra. A partir de entonces, durante 28 años, fue profesora y superiora de varias residencias y colegios en Caracas, Barcelona, La Laguna, Madrid, Los Realejos y Los Llanos de Aridane. Al final de su vida pasó ocho años en Güímar, donde dio clases y cuidó de una hermana; cinco en Madrid, llevando a cabo tareas sencillas; y tres en Barcelona, donde falleció.

Nació en la calle de San Pedro Arriba de Güímar el 5 de diciembre de 1919, a la una de la madrugada, siendo hija de don Florentín García Díaz y doña Emelina Campos Jorge. Fue bautizada en la iglesia de San Pedro Apóstol por el coadjutor encargado don Domingo Pérez Cáceres; se le puso por nombre “María de los Ángeles Secundina Savas” y actuó como madrina doña Angelina Cruz Jorge, viuda…

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Descripciones del municipio de Fasnia en el último tercio del siglo XIX

En artículos anteriores ya nos hemos ocupado de algunas descripciones de Fasnia en el siglo XIX y en esta ocasión nos vamos a centrar en las correspondientes al último tercio del mismo. De esta etapa hemos reunido 13 descripciones, aunque cinco de ellas corresponden a un Anuario nacional, que periódicamente actualizaba los datos de cada municipio de España; en las mismas se recogen, además de datos demográficos, los principales pagos y los nombres de las personas más relevantes del término: párroco, alcalde, juez, fiscal, secretarios, maestros, empleados y comerciantes. Unas son muy escuetas y otras más extensas; algunas reúnen datos de gran valor histórico, geográfico, demográfico y económico, como la de Desiré Dugour; otras son exclusivamente geográficas, como la de Julio Ardanaz; y una más etnográfica, la de Charles Edwardes.

El francés José Desiré Dugour (1814-1875), afincado desde niño en Santa Cruz de Tenerife, destacó en diferentes campos de la cultura, como profesor, escritor (de poesías, cuentos y dramas), director teatral, director de periódicos, geógrafo e historiador. Gracias a su curioso manuscrito autógrafo titulado Trabajos históricos de Canarias. Proyecto de una Geografía regional de Canarias, escrito hacia 1870 y conservado en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife, conocemos una de las más amplias descripciones del “Distrito municipal de Fasnia”, con datos en gran parte extraídos del Diccionario de Pedro de Olive. Entre otros aspectos destaca la iglesia, las calles del casco, el Barranco de Herques, la producción agrícola y ganadera, la escasez de agua, los principales caminos y los núcleos de población, llamando la atención que La Zarza tenía por entonces más habitantes que la cabecera municipal…

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Guía de Isora: Don Agustín Borges Rodríguez (1868-1933), capitán honorífico de la escala de reserva de Infantería, prisionero de guerra evadido en Filipinas, cabo jefe del Somatén Armado, fiscal municipal, secretario del Juzgado Municipal, corresponsal del periódico Las Noticias y presidente de la Sociedad “Centro Isorano”

Después de su regreso de Venezuela, nuestro biografiado inició una destacada carrera militar, en la que ascendió rápidamente desde soldado hasta sargento de Infantería; con este empleo ejerció como escribiente y, por sorteo, fue destinado al Ejército de Cuba, al que no llegó a ir en virtud de una permuta; sin embargo, sí fue destinado al Ejército de Filipinas, donde ascendió a 2º teniente de Infantería y participó en distintas acciones de guerra contra los insurrectos, siendo hecho prisionero por los tagalos; pasó 15 meses en manos de éstos, hasta que logró evadirse de su cautiverio y regresar a España. Una vez en Tenerife se estableció en Guía de Isora, su municipio natal, donde continuó viviendo el resto de su vida; después de su retiro obtuvo los ascensos a teniente y capitán honorífico de la escala de reserva de Infantería. Además, en su municipio natal ejerció como comerciante y desempeñó numerosos cargos: cabo jefe del Somatén Armado, vocal de la Junta Municipal del Censo Electoral, interventor y adjunto de la mesa electoral, fiscal municipal, secretario-contador de la Comisión local de la Cruz Roja, secretario del Juzgado Municipal, directivo de comunidades de explotación de aguas, corresponsal del periódico Las Noticias, auxiliar del gestor recaudador de cédulas personales y presidente de la Sociedad “Centro Isorano”.

Nació en el barrio de Chajajo en Guía de Tenerife el 1 de julio de 1868, a las seis de la mañana, siendo hijo del industrial tonelero don Juan Borges Velázquez y doña Victoria Rodríguez Baeza (Reyes), naturales del Puerto de la Cruz de La Orotava y vecinos del pueblo sureño. El 9 del mismo mes fue bautizado en la iglesia de Ntra. Sra. de la Luz por el cura párroco ecónomo don Domingo Mora y León; se le puso por nombre “Agustín Secundino” y actuó como madrina doña Agustina Delgado, soltera y propietaria, de la misma naturaleza y vecindad…

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Vilaflor de Chasna: Don José Antonio Hernández de Fuentes (1792-1853), cabo 1º de Milicias, sochantre organista y notario público eclesiástico de la Parroquia, propietario agrícola, fiel de fechos del Ayuntamiento y administrador del Convento agustino

Este artículo está dedicado a una destacada personalidad de Vilaflor de Chasna en la primera mitad del siglo XIX. Desarrolló una modesta carrera militar, en la que alcanzó el empleo de cabo 1º de Milicias. Ejerció durante la mayor parte de su vida como sochantre organista y notario público eclesiástico de la Parroquia matriz de San Pedro Apóstol de dicha localidad, aunque también atendió sus propiedades agrícolas. Además, fue fiel de fechos (secretario) del Ayuntamiento y administrador del Convento agustino de Vilaflor. Todo ello le permitió alcanzar una posición económica desahogada, a pesar de su origen humilde.

Nació en Vilaflor de Chasna el 3 de agosto de 1792, siendo hijo natural de don Salvador Hernández de Fuentes y doña Lorenza García Estévez, naturales y vecinos de dicha localidad. Al día siguiente fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por el teniente de beneficiado don José del Campo Guezala, con licencia del beneficiado servidor don Luis Cabeza y Viera; se le puso por nombre “José Antonio Esteban” y actuó como madrina doña María Mena. El 29 de noviembre de 1801, a los nueve años de edad, fue legitimado con el matrimonio de sus padres…

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Granadilla de Abona: Don Marcelo García González del Castillo (1800-1838), capitán graduado de Milicias, ayudante del Regimiento de Abona y propietario agrícola, fallecido en plena juventud

Al ser miembro de una familia acomodada de militares, siendo aún paisano don Marcelo fue propuesto para ocupar la plaza de teniente de la 4ª compañía del Regimiento Provincial de Abona, que se hallaba vacante; la desempeñó interinamente durante dos años, hasta que le fue ratificada mediante el correspondiente Real Despacho. Luego ascendió a ayudante 2º del mismo cuerpo, empleo en el que permaneció hasta su retiro, y se le concedió también el grado de capitán de Milicias. Obtuvo su retiro a los 37 años de edad, cuando llevaba más de 11 años de servicio, falleciendo al año siguiente, en plena juventud. También fue propietario agrícola.

Nació en Granadilla de Abona el 16 de enero de 1800, siendo hijo del sargento don Juan Antonio de Mata (González) García Bello, natural de dicho pueblo, y doña Antonia (Luisa Manuela de San Dámaso) González del Castillo y Sarabia, que lo era del pago de Chiñama. El 21 de ese mismo mes fue bautizado en la iglesia de San Antonio de Padua por el cura párroco don Cristóbal Pérez Paxés y Barrios; se le puso por nombre “Marcelo Antonio del Sacramento” y actuó como padrino don Antonio Esteban Peraza y Ayala, párroco de San Miguel de Abona.

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San Miguel de Abona: Don Antonio González León (1955-2019), taxista, Bachiller en Teología, párroco de Hermigua, Agulo, La Orotava, Puerto de la Cruz, Guía de Isora y Las Galletas (Arona), profesor de Religión, capellán, arcipreste de La Orotava, vicario episcopal del Norte y del Sur de Tenerife

Tras cursar sus estudios primarios en su pueblo natal y el Bachillerato Elemental en Granadilla, ingresó en el Seminario Diocesano de Tenerife, en el que cursó su carrera eclesiástica, mientras trabajaba como taxista en el Sur, en los períodos vacacionales. Tras obtener el título de Bachiller en Teología y ser ordenado sacerdote, durante ocho años estuvo destinado en La Gomera, donde ejerció como cura ecónomo de las parroquias de Hermigua y encargado de las de Agulo, capellán del cuartel de Infantería y del Hospital de San Sebastián de La Gomera, así como profesor de Religión del Instituto de dicha villa y de los colegios de Hermigua y Agulo. Luego fue trasladado a la villa de La Orotava, donde durante 17 años fue cura ecónomo de San Juan Bautista y encargado de San Antonio María Claret, profesor de Religión Católica en el Instituto de Formación Profesional del barrio de San Antonio, arcipreste de La Orotava, miembro del Consejo Presbiteral y del Consejo Diocesano de Pastoral, vicario episcopal del Norte de Tenerife, capellán de religiosas, director y miembro de la junta rectora de la Fundación Franchy y cura encargado de San Francisco en el Puerto de la Cruz. Posteriormente fue trasladado a Guía de Isora, donde durante algo más de un año ejerció como párroco de Ntra. Sra. de la Luz y Nuestra Señora del Rosario, así como vicario episcopal del Sur de Tenerife y profesor de Religión en el IES de dicha localidad, hasta que un infarto interrumpió su labor pastoral. Finalmente, pasó como párroco a Las Galletas (Arona), donde desarrolló su actividad parroquial hasta que su salud no le permitió continuar.

Don Antonio González León nació en la calle de La Cruz de San Miguel de Abona el 21 de mayo de 1955, a las tres de la tarde, siendo hijo de don Antonio González Hernández y doña Dolores León Acevedo, naturales y vecinos del mismo pueblo. El 5 de junio inmediato fue bautizado en la iglesia del Arcángel San Miguel por el cura ecónomo don Antonio Pérez García; se le puso por nombre “Antonio” y actuaron como padrinos sus tíos don Heraclio Gómez Monroy y doña Juana León Acevedo…

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Candelaria: Don Víctor Rodríguez Cruz (1884-1970), comerciante, exportador agrícola, propietario de un balandro, una planta eléctrica y un molino de gofio, depositario de los fondos municipales, subcabo de distrito del Somatén, fiscal municipal, tesorero fundador de la Agrupación Municipal de Izquierda Republicana y guardia rural en Cuba

Nuestro biografiado emigró a Cuba y, tras su regreso, destacó como comerciante, poseyó un balandro a motor de cabotaje, actuó como tesorero de la Comunidad de aprovechamiento de aguas “Chese” y fue exportador de frutos, así como propietario de un molino de gofio y de una máquina de energía eléctrica, por lo que actuó como contratista del alumbrado público de Candelaria. Además, desempeñó diversos cargos en su pueblo natal: vocal de la Junta local de Primera Enseñanza, secretario accidental del Juzgado Municipal, depositario de los fondos municipales, cofundador y vocal de la Sociedad “Patria y Unión” y del Casino de Candelaria, subcabo de distrito del Somatén Armado, vocal de la Comisión o Junta de Repartimiento del Ayuntamiento, fiscal municipal de Candelaria y tesorero fundador de la Agrupación Municipal del Partido “Izquierda Republicana”. En 1915 se adhirió a la asamblea organizada en Santa Cruz por el Consejo de Fomento para estudiar la crisis agrícola que sufría la región, así como los medios que se podían y debían adoptar al objeto de superarla; y en 1933 asistió a una asamblea del Partido Republicano Tinerfeño en la capital de la isla. Por su afiliación política, tras el inicio de la Guerra Civil emigró por segunda vez a Cuba, donde se alistó en la Guardia Rural. Varias décadas después de su muerte se dio su nombre a una calle de la villa de Candelaria, donde desarrolló su labor.

Nació en Candelaria el 5 de marzo de 1884, a las cuatro de la tarde, siendo hijo de don Juan Rodríguez Castellano y doña María del Carmen Cruz Frías. Cuatro días después fue bautizado en la iglesia de Santa Ana por el beneficiado propio don Antonio de la Barreda y Payva; se le puso por nombre “Víctor” y actuó como padrino don Pedro Castro, siendo testigos don Juan Martín y don Isidro Delgado, de dicha vecindad. Fue conocido por sus paisanos como “Victico”…

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Güímar: Don Buenaventura Rústico Pérez Rodríguez (1915-1996), escribiente militar, sargento provisional de Infantería, contable y exportador de frutos

Establecido en Santa Cruz de Tenerife desde su niñez, fue movilizado con motivo de la Guerra Civil. Inicialmente sirvió como escribiente de la plana mayor en el Centro de Movilización del Regimiento Infantería de Tenerife. Luego pasó a la Academia de Sargentos de San Roque (Cádiz), de la que salió con los galones de sargento provisional de Infantería. Con dicho empleo prestó sus servicios en los frentes de Zaragoza, Molina de Aragón (Guadalajara), Madrid, Extremadura, El Ebro y Cataluña. Tras el fin de la contienda bélica continuó movilizado en la guardia y custodia de campos de concentración, estaciones y polvorines. Finalmente, sirvió en Batallones de Trabajadores del Norte de África. Tras obtener su licenciamiento trabajó durante muchos años como contable y exportador de tomates en Santa Cruz de Tenerife, donde murió.

Nació en El Escobonal de Abajo (Güímar) el 30 de octubre de 1915, a las tres de la tarde, siendo hijo de don Antonio Pérez Alonso, natural de Santa Úrsula, y doña María Rodríguez Pérez, que lo era del pueblo sureño. El 23 de noviembre inmediato fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol de Güímar por el cura párroco y beneficiado propio don Vicente Ferrer de la Cruz; se le puso por nombre “Buenaventura Rústico” y actuó como padrino don Miguel Rodríguez Cervantes, soltero…

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