La epidemia de fiebre amarilla de 1810-1811 en el Valle de Güímar y la enigmática tumba de Monjui en el caserío de El Socorro

     Hace menos de medio siglo aún se conservaban en el caserío de El Socorro las piedras labradas que cubrían una sepultura, conocida erróneamente como “La tumba del Cura Monjui”, que hoy ya no se conserva. Se situaba en un erial, frente a la ermita principal de la Virgen y junto a otras desaparecidas con anterioridad. En este artículo desvelamos el misterio del personaje enterrado en esa tumba, situando su muerte en la tristemente célebre epidemia de fiebre amarilla que asoló Santa Cruz de Tenerife en 1810 y 1811.

     Cuando llegaron los primeros enfermos al Valle de Güímar, procedentes de la capital tinerfeña, se habilitó un lazareto para su aislamiento en la solitaria ermita de El Socorro, así como un campo santo cercano a ésta para dar sepultura a los que allí falleciesen, de los que conocemos a tres. Por dicho motivo, la imagen de la Virgen del Socorro fue trasladada a la iglesia de San Pedro Apóstol, donde ya quedó para siempre, volviendo a su ermita solo con motivo de su festividad. Además, por el mismo motivo se habilitaron otros lugares de enterramiento aislados en las poblaciones principales, como ocurrió en Candelaria, donde se enterraron dos vecinos, y en Güímar, donde lo hicieron otros dos. Asimismo, en Santa Cruz murieron cuatro güimareros allí avecindados y un palmero casado con una güimarera, así como cinco militares oriundos de este Valle y cinco prisioneros franceses del Depósito de Güímar…

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La ayuda de parroquia de Candelaria (1643-1795). Dependiente de Güímar pero con jurisdicción sobre Arafo

Candelaria-ayuda parroquia     En un artículo anterior ya nos ocupamos de los orígenes parroquiales del Valle de Güímar, con la creación en 1533 del “Medio Beneficio Curado Perpetuo de Güímar”, la primera parroquia de la comarca, que a pesar de llevar ese nombre tuvo su primera sede en Candelaria, que por entonces era el pueblo más importante del Valle. Comenzó a regir en 1539, estableciéndose inicialmente en el santuario de la Virgen, lo que dio lugar a enfrentamientos entre el clero secular y el regular, pues desde hacía nueve años los dominicos estaban a cargo del cuidado de la Virgen. Tras firmar un convenio con éstos, la parroquia pasó en 1543 a la cueva de San Blas, donde permaneció hasta 1580, en que se abrió al culto la iglesia de Santa Ana, construida ex profeso para albergar el beneficio comarcal. En este templo continuó hasta 1630, en que tras haber permanecido durante casi un siglo en Candelaria se trasladó a la iglesia de San Pedro Apóstol de Güímar, donde ya se concentraba la población más numerosa y el mayor potencial económico de la comarca, por lo cual también se llevó la alcaldía pedánea y la capital de las Milicias de la amplia jurisdicción, que abarcaba los actuales municipios de Candelaria, Arafo, Güímar y Fasnia.

     Pero la oposición de los vecinos de Candelaria, apoyados por los de Arafo, a perder la parroquia que habían atendido con cariño y esmero durante un siglo, junto con su resistencia a acudir a la iglesia de San Pedro, motivó un largo pleito, que se vino a resolver en 1643, al crearse una ayuda de parroquia en la iglesia de Santa Ana, dependiente de la de Güímar pero con jurisdicción sobre Arafo, en la que además de celebrar misa se podían administrar los distintos Sacramentos, pues estaba atendida por un teniente de párroco (del clero regular o secular), mantenido con primicias o emolumentos, aunque el beneficiado de San Pedro acudía a celebrar misa los días de fiesta, como prerrogativa de la matriz. Dicha ayuda parroquial se mantuvo durante más de un siglo y medio, hasta su transformación en una parroquia totalmente independiente en 1795, que luego también ha sido matriz, pues en el siglo XX sufrió numerosas segregaciones…

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Candelaria: Don Rodrigo Alonso Hernández (1641-1719), labrador y ayudante de Milicias

Igueste-Candelaria     Vecino de Igueste de Candelaria, nuestro biografiado trabajó toda su vida como labrador, al tiempo que desarrolló una destacada carrera militar, en la que alcanzó el importante empleo de ayudante del Regimiento de Milicias Provinciales de Güímar, por lo que formó parte de la plana mayor del mismo.

     Nació en el término de Candelaria en marzo de 1641, siendo hijo del capitán don Nicolás Hernández y de su legítima esposa doña María Rodríguez Gordillo, vecinos de dicho pueblo. El 29 de dicho mes fue bautizado con “óleo y crisma” en la iglesia de San Pedro de Güímar por el Br. don Juan Díaz de Lugo, cura y beneficiado de dicha parroquial y de Santa Ana de Candelaria; se le puso por nombre “Rodrigo” y actuó como padrino el alférez don Diego Alonso, vecino de El Rosario. Fue el tercero de ocho hermanos y siempre fue conocido por “Rodrigo Alonso”, al igual que su abuelo materno…

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Artículo-RODRIGO ALONSO HERNÁNDEZ

Candelaria: Don Juan Franqui Llarena (1798-1826), clérigo subdiácono y sochantre de la parroquia de Ntra. Sra. de la Concepción de Santa Cruz de Tenerife, ahogado en plena juventud

Juan Franqui Llarena     Este breve artículo está dedicado a uno de los numerosos candelarieros que siguió la carrera eclesiástica, en la que recibió las órdenes sagradas hasta el Subdiaconado y, como tal clérigo subdiácono, fue nombrado sochantre de la parroquia matriz de Ntra. Sra. de la Concepción de Santa Cruz de Tenerife. Pero la que pudo ser una larga y brillante carrera se vio truncada por una muerte prematura, al morir ahogado en el mar en la capital de la isla, con tan solo 27 años de edad.

     Nació en Candelaria el 20 de septiembre de 1798, siendo hijo de don Juan de Franquis Morales, natural del Valle de Ortega (Fuerteventura), y de doña Isabel María Feo de Llarena y García, que lo era de la antedicha localidad tinerfeña, pero oriunda por su padre de Antigua (Fuerteventura). Cinco días después recibió el bautismo en la iglesia de Santa Ana de manos del cura párroco don Agustín Tomás de Torres; se le puso por nombre “Juan Antonio” y actuó como padrino don Juan Antonio de Baute Pérez, mozo…

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El paso de la Virgen de Candelaria por Barranco Hondo (Candelaria) en los siglos XX y XXI

Barranco Hondo-Virgen Candelaria-1965    Un aspecto que se debe resaltar en la historia religiosa reciente de Barranco Hondo (Candelaria) lo constituyen los pasos de la Virgen de Candelaria por este pueblo, en el siglo pasado y en el presente, transportada en un vehículo y a través de la Carretera General del Sur. Con anterioridad, entre 1562 y 1771, la venerada Imagen también cruzó por esta localidad en unas 38 ocasiones, al ser llevada procesionalmente a la ciudad de La Laguna a petición del Cabildo de la isla y con motivo de distintas calamidades públicas, pero en esa época lo hizo a hombros de los fieles y por los antiguos caminos de Candelaria, de lo que nos ocuparemos en otra ocasión.

    Si bien la Virgen no salió de Candelaria en el siglo XIX, a lo largo del XX abandonó temporalmente esta villa en cuatro ocasiones, con motivos realmente excepcionales: en 1939, por el final de la Guerra Civil; en 1964-1965, con motivo de la peregrinación extraordinaria por toda la isla, para recaudar fondos con destino al nuevo Seminario Diocesano; en 1994, por el V Centenario de la fundación de Santa Cruz de Tenerife; y en 1997, por el V Centenario de la fundación de San Cristóbal de La Laguna. Tanto a la ida como a la vuelta pasó por la zona baja de Barranco Hondo, aunque solo en una de ellas subió hasta la iglesia parroquial de este pueblo (en la peregrinación); en todas las ocasiones, los barrancohonderos acudieron masivamente a su encuentro en el cruce con la Carretera general del Sur, por donde era trasladada. En el siglo XXI ha vuelto a pasar en otras tres ocasiones, en 2002 y 2009, con motivo de las visitas periódicas instituidas por el obispo, de forma alternativa a Santa Cruz y La Laguna; y en 2018, por el centenario de la Diócesis de Tenerife, que la llevó de nuevo a ambas ciudades, en la misma salida…

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Candelaria: Don Andrés Nóbrega Mallorquín (1855-?), comerciante, empleado del Ayuntamiento de La Habana, fundador, directivo, presidente o presidente de honor de varias sociedades de Cuba: “Centro Canario”, “Asociación Canaria de Beneficencia y Protección Agrícola”, “Asociación Canaria” y “Beneficencia Canaria”

Andrés Nóbrega Mallorquín     Nuestro biografiado emigró muy joven a Cuba, donde trabajó como comerciante y funcionario del Ayuntamiento de La Habana. Pero, sobre todo, desarrolló una intensa actividad social, pues fue fundador y directivo del “Centro Canario”; directivo de la “Sociedad Canaria de Beneficencia y Protección Agrícola”; fundador, vocal y presidente general de la “Asociación Canaria” de Cuba, así como presidente efectivo en tres ocasiones y presidente de honor de su Sección de Propaganda, además de vocal de sus Secciones de Sanidad y Recreo; fundador, presidente de la comisión gestora y presidente de honor de la Sociedad “Beneficencia Canaria” de La Habana. En reconocimiento a sus méritos como protector de los inmigrantes canarios, dio nombre a un pabellón del Sanatorio o Casa de Salud “Quinta Canaria” de la capital cubana.

     Nació en el pueblo de Candelaria el 30 de noviembre de 1855, siendo hijo de don Vicente Nóbrega de Torres y doña María Mallorquín Albertos. El 7 de diciembre inmediato recibió el bautismo en la iglesia parroquial de Santa Ana, de manos del cura párroco don Juan Núñez del Castillo; se le puso por nombre “José Andrés” y actuó como padrino don Hipólito de Castro…

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Artículo-ANDRÉS NÓBREGA MALLORQUÍN

La escuela del Convento Dominico, las maestras aficionadas y las primeras escuelas públicas de Candelaria (1840-1860)

Candelaria-enseñanza     La situación escolar en Candelaria hasta bien entrado el siglo XIX, en que se implantó la enseñanza pública organizada, no fue tan dramática como en la mayoría de los pueblos del Sur de Tenerife, pues en el Convento dominico de esta localidad existía una escuela, en la que los religiosos más preparados impartían clases por caridad a los niños candelarieros, hasta el punto de que la educación impartida en dicho centro hizo que los marinos de este pueblo fuesen de los más instruidos de su época; se cerró en 1821, al suprimirse el convento. Simultáneamente, desde por lo menos finales del siglo XVIII, algunas mujeres enseñaban a algunas niñas a leer y escribir, así como ciertas labores manuales.

     Por iniciativa del sacerdote dominico secularizado don José Fresneda y Tejera, en 1840 se creó la primera escuela pública de Instrucción Primaria de Candelaria y en 1844 se constituyó la primera Junta local de Instrucción Primaria. A mediados del siglo XIX, este municipio ya contaba con sendas escuelas públicas de niños y niñas, instaladas en la antigua casa del Cabildo, ahora dedicada a casas consistoriales. La de niños permaneció cerrada desde finales de 1853 hasta finales de 1854, en que fue reabierta y dotada con un reparto vecinal autorizado por la Diputación Provincial, pues el Ayuntamiento no tenía presupuesto para pagar al maestro. En esa primera etapa que hemos estudiado, de 1840 a 1860, la escuela pública de Instrucción Primaria de Candelaria, apoyada por el Ayuntamiento pero escasamente dotada, estuvo regentada por seis maestros, la mayoría de los cuales eran a la vez secretarios del Ayuntamiento. Desgraciadamente, no conocemos a las maestras que se hicieron cargo de la escuela de niñas, la cual a veces también era atendida por el maestro…

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Candelaria: Don Juan Ignacio de Mesa (1775-1846), labrador, barquero, maestro de cantería y mampostería, sargento de Milicias retirado con fuero, interventor y director del Pósito, alcalde de mar y alcalde real de Candelaria

Juan Ignacio de Mesa     El presente artículo está dedicado a un candelariero que llegó gozar de un notable prestigio en Candelaria en la primera mitad del siglo XIX, pues siguió una modesta carrera militar, en la que ascendió desde soldado hasta sargento de Milicias, retirándose con fuero militar, tras más de 20 años de servicio. Además, desempeñó los cargos de interventor y director del Pósito, alcalde de mar y alcalde real de Candelaria; asimismo, perteneció a una comisión municipal y a la Junta local de Instrucción Primaria. Profesionalmente, trabajó como labrador, barquero, maestro de cantería y mampostería.

     Nació en Candelaria el 1 de febrero de 1775, siendo hijo de don Ángel Rodríguez de Mesa y Gordillo, natural del mismo pueblo, y doña Bárbara de Mesa Núñez, que lo era de Arafo. Cuatro días después recibió el bautismo en la iglesia parroquial de Santa Ana de manos del predicador general fray Tomás Núñez, de la Orden de Predicadores y teniente de beneficiado; se le puso por nombre “Juan Ignacio” y actuó como padrino don Bernardo Marrero, vecino del citado Arafo…

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Artículo-JUAN IGNACIO DE MESA

La agitación política de Barranco Hondo (Candelaria) durante la II República Española (1931-1936)

Barranco Hondo-partidos    Como ocurrió en la mayoría de los municipios de las islas, en la II República el pueblo de Barranco Hondo (Candelaria) tuvo una intensa actividad económica, social y política. En 1931, el municipio estaba dividido en dos distritos, correspondiendo al segundo los pueblos de Igueste y Barranco Hondo, a los que le correspondían tres y dos concejales, respectivamente. Para las elecciones para diputados a Cortes, en el municipio de Candelaria se habían establecido cuatro secciones electorales, establecidas en Candelaria, Las Cuevecitas, Igueste y Barranco Hondo, con una mesa electoral en cada una de ellas.

    Al proclamarse la II República, en 1931 se disolvió el Somatén Armado de Barranco Hondo y en los años siguientes este pueblo, que desde 1929 ya contaba con una escuela de cada sexo, se fue dotando de otras instituciones sociales, deportivas y políticas, en una de las etapas más activas de su historia. Así, a comienzos de 1932 se creó en Barranco Hondo la Sociedad “Teobaldo Power”, casino que se mantuvo hasta finales de 1934. En 1933 surgieron dos equipos de fútbol: el “A.B.C.” y el “Canarias F.C.”; también existía un bando aficionado de lucha canaria, más o menos organizado. En 1934, se fundó en este pueblo un Subcomité del Partido Republicano Tinerfeño, que quedó presidido por don Antonio Hernández Marrero, y un Comité Local de Acción Popular Agraria, presidido por don Antonio Alonso Díaz. En ese mismo año existían en este pueblo dos gasolineras y tres panaderías, a las que se sumaba, dos años más tarde, un molino de gofio. A comienzos de 1935 se fundó la Sociedad “Recreo” de la misma localidad, también conocida como la “Sociedad Nueva”, bajo la presidencia de don Santiago Pestano. En ese mismo año ya existía un grupo folclórico con destacados cantantes, que actuaron incluso en la plaza de toros de Santa Cruz de Tenerife; y algunos jóvenes del pueblo se incorporaron a la Juventud Católica de Candelaria. En 1936 se presentó oficialmente al público la Banda de Música “Tres de Mayo” de Barranco Hondo, la primera del municipio, que fue dirigida por don José Verdejo y tuvo corta vida a causa de la Guerra Civil. En ese mismo año el mayor contribuyente del municipio de Candelaria era el vecino de este barrio don Juan Peña Hernández. Pero al producirse el golpe de estado que inició la Guerra Civil, el 18 de julio de ese año 1936, se disolvieron las agrupaciones políticas y se clausuró la Sociedad “Recreo” por su carácter progresista, al ser considerada contraria al Movimiento.

     En este artículo nos vamos a centrar en la intensa actividad política que se vivió en Barranco Hondo durante la II República, con la constitución de dos comités políticos y la participación de vecinos de este pueblo en otros partidos políticos y en la corporación municipal de Candelaria…

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Candelaria-Arafo: Don Francisco Marrero Fariña (1810-1881), alcalde constitucional y capitán de la Milicia Nacional de Candelaria, juez de paz y alcalde fugaz de Arafo

Francisco Marrero Fariña     Oriundo de Arafo por ambas líneas, nuestro biografiado era natural de Candelaria, donde vivió los primeros 38 años de su vida y desempeñó los cargos de alcalde constitucional y capitán de la Milicia Nacional. Luego se estableció en Arafo, municipio en el que desempeñó diversos cargos, como los de bedel de la Hermandad del Santísimo Sacramento de la parroquia de San Juan Degollado, juez de paz suplente y titular, y alcalde fugaz de ese mismo pueblo, pues renunció a este cargo por el anterior. Además, al ser uno de los mayores contribuyentes de ambos términos municipales, figuró en ellos como elector para las elecciones de diputados a Cortes y senadores.

     Nació en el lugar de Candelaria el 30 de abril de 1810, siendo hijo de don Francisco Marrero de Castro y Barrios y doña María Magdalena Fariña Núñez, naturales de Arafo. Fue bautizado al tiempo de nacer porque lo vieron en peligro de muerte, pero como “me dicen que hubo alguna tribulación al tiempo de dicho bautismo y no constarme lo cierto de su administración”, el párroco don Agustín Tomás de Torres le “echó agua subconditione” el 1 de mayo inmediato; se le puso por nombre “Francisco del Sacramento” y actuó como madrina doña Josefa Froylana Batista, vecina de Arafo…

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Artículo-FRANCISCO MARRERO FARIÑA