Güímar: Sor Erudina Cubas Hernández “Madre Nazaret” (1915-1983), Bachiller, maestra, religiosa misionera de la Santa Casa de Nazaret, profesora y directora de colegios en España y América

    Dedicamos este artículo a una entrañable escobonalera, Sor Erudina Cubas Hernández, quien tras obtener el título de Bachiller Universitario en el Instituto de Canarias, tomó el hábito y profesó en el Colegio “Santo Domingo”, que regentaba en Güímar la Congregación de Misioneras Hijas de la Santa Casa de Nazaret. Luego obtuvo el título de Maestra de Primera Enseñanza, que revalidaría en América. Después de hacer su profesión perpetua fue destinada a distintos colegios de su Orden en Barcelona, Madrid, Venezuela y Colombia, en los que ejerció como profesora y en varios de ellos como directora. Finalmente, regresó a Canarias, permaneciendo varios años en el Colegio de Nazaret de Los Llanos de Aridane, como profesora y secretaria de Bachillerato, para luego establecerse en el Colegio de su Güímar natal, en el que había profesado y en el que permaneció hasta su muerte.

     Nació en el pago de El Escobonal el 2 de noviembre de 1915, a las nueve de la mañana, siendo hija de don Pedro Indalecio Cubas Castro y doña Leocadia Hernández Díaz. El 23 de diciembre inmediato fue bautizada en la iglesia de San Pedro Apóstol de Güímar por el cura párroco don Vicente Ferrer de la Cruz; se le puso por nombre “Erudina María del Carmen” y actuó como madrina doña Magdalena Rodríguez Díaz, soltera. El 25 de noviembre de 1919 fue confirmada en la misma parroquia…

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La antigua ermita de la Santa Cruz de Lomo de Mena (Güímar). Construcción, bendición y trayectoria hasta su elevación a parroquia (1932-1977)

Lomo Mena-ermita-letrero Teleclub-Jony-2     El presente artículo está dedicado a la primitiva ermita de la Santa Cruz de Lomo de Mena, que en antigüedad fue el tercer edificio religioso construido en la comarca de Agache, tras los dos existentes en El Escobonal. No obstante, con anterioridad se levantó un Calvario en dicha localidad, que dio nombre a un barranco y a un lomo, ante el cual comenzaron a celebrarse las primeras fiestas dedicadas a la Santa Cruz. Éste fue demolido por el vecindario para construir en su solar la ermita de la Santa Cruz, que fue bendecida en 1932. Enseguida se la dotó de imágenes y objetos de culto, y a las misas celebradas en ella acudirían durante varias décadas los vecinos del imnedito núcleo de La Medida, que carecían de un templo propio. Dependió inicialmente de la Parroquia de San José de El Escobonal y luego de la de San Antonio de Padua de La Medida, hasta que comenzó a regir su propia Parroquia de la Santa Cruz.

     A lo largo de la historia, los vecinos de Lomo de Mena tuvieron muchas dificultades para recibir los sacramentos de bautismo, confirmación, matrimonio y entierro, pues primero tuvieron que desplazarse a la Cueva de San Blas en Candelaria (durante 36 años), luego a la iglesia de Santa Ana del mismo pueblo (otros 51 años), posteriormente a la parroquia de San Pedro de Güímar (300 años) y, más recientemente, a la de San José de El Escobonal (37 años) y San Antonio de Padua de La Medida (10 años), para finalmente poder celebrarlos en su propia parroquia de la Santa Cruz, desde 1977…

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La Virgen de la Montaña, Alcaldesa Honoraria y Perpetua de Fasnia

Virgen de la Montaña-artículo    El presente artículo está dedicado a una pequeña pero venerada imagen, la Virgen de la Montaña, a la que en el presente año 2013 se le entregó el bastón de mando de Alcaldesa Honoraria y Perpetua de Fasnia, como reconocimiento a la devoción y el cariño que despierta tanto en este municipio como en toda la comarca. A continuación vamos a hacer un recorrido por la trayectoria histórica de esta entrañable imagen.

     A mediados del siglo XIX fue donada a la parroquia de San Joaquín una pequeña imagen de la Santísima Virgen de los Dolores, para ser colocada en la Montaña de Fasnia. La donación se debió sin duda a la promesa realizada por una mujer y, aunque según la tradición oral existen dos versiones de ese hecho, la más sólida cuenta que doña Flora Castro, vecina de Lomo de Mena (en la inmediata comarca de Agache), poseía una pequeña imagen de la Virgen de los Dolores, que tenía colocada en un nicho por fuera de su casa. Una hija de esta señora, llamada Concepción Delgado Castro, de acuerdo con su madre prometió a la Virgen que la llevaría a una ermita, si recibía noticias de un pariente que había embarcado para Cuba y del que hacía años que no sabía nada; al poco tiempo recibió una carta de dicho emigrante, por lo que se propuso cumplir su promesa. Como en Lomo de Mena no existía por entonces ninguna ermita, doña Flora le comentó a una amiga de Fasnia, de nombre Gregoria, con la que solía encontrarse cuando ésta iba a comprar a Güímar, que le gustaría poner a su imagen de la Virgen en la cima de la Montaña de Fasnia; y como doña Gregoria se comprometió a hacerlo, doña Flora se la entregó.

     Lo cierto fue que, con el beneplácito del párroco de San Joaquín, dicha imagen fue colocada inicialmente en un muro con una hornacina, levantado en la cima de la Montaña. Luego se construyó delante de dicho muro una pequeña ermita, gracias a la colaboración de todos los que acudían a verla, pues cada uno de los que subían, hombre o mujer, tanto de Fasnia como de Agache, llevaban una piedra para la obra…

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La insistente demanda del servicio de agua potable domiciliaria para El Escobonal, un servicio básico que tardó mucho en llegar a la comarca de Agache (Güímar)

El Escobonal-8     En artículos anteriores ya nos hemos ocupado de cómo El Escobonal se ha ido dotando a lo largo del tiempo de algunos servicios básicos, como fueron las escuelas, el cementerio, la plaza, la cartería y el servicio telefónico. En esta ocasión nos vamos a centrar en la insistente demanda del servicio de agua potable, con la necesaria construcción de depósitos y la instalación de la red de abastecimiento, que, como los anteriores, tardó bastante en llegar a los pueblos de la comarca de Agache, a pesar de que la cabecera municipal se había dotado con ellos desde hacía muchísimos años.

     Como ya destacamos en un artículo anterior, los habitantes de Agache, como los de casi todo el Sur de Tenerife, sufrieron en sus carnes el rigor del clima y las frecuentes sequías. Como ejemplo de ello, el 18 de julio de 1919 se hacía en Gaceta de Tenerife una relación de las necesidades que tenía el municipio de Güímar, entre ellas las de El Escobonal, donde, además de la imperiosa necesidad de escuelas y cementerio, se destacaban los problemas de abastecimiento de agua: “reunir el agua de los manantiales y fuentes llamadas «Juan Alvarez», «La Haya», «Copas», «Chupadero» y «Pablo» y hacerla venir por cañerías o acequias al punto mas propio para el abasto público lo que cortaría de  raíz las grandes penalidades que sufren sus habitantes, particularmente en los años que escasean las aguas pluviales”. Asimismo, en atención a la frecuente escasez de agua, en 1925 se hizo necesario controlar el aprovechamiento de las fuentes y depósitos naturales.

     En 1932, el Ayuntamiento aprobó el proyecto de abastecimiento de agua potable a presión para el casco de Güímar, que fue inaugurado el 14 de abril de 1934, con motivo del tercer aniversario del advenimiento de la II República. Pero los pueblos de la comarca de Agache aún debían esperar tres décadas para contar con el servicio básico que ya disfrutaba el resto del municipio…

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Güímar: Don Alberto Miguel Delgado Hernández (1926-1978), hermano de las Escuelas Cristianas, maestro, practicante Diplomado en Partos, presidente de Cáritas y Medalla de Plata de Güímar, que da nombre a una calle

Este artículo está dedicado a un entrañable escobonalero, querido y recordado por su intensa labor sanitaria, don Alberto Miguel Delgado Hernández, “Miguelito el Practicante”. Tras obtener el título de Bachiller, tomó el hábito en el Colegio de los Hermanos de las Escuelas Cristianas de Griñón (Madrid), pero lo tuvo que abandonar por problemas de salud. Luego obtuvo los títulos de maestro (aunque no llegó a ejercer) y practicante, diplomándose en Partos, especialidad por la que fue reconocido en toda la comarca, pues ayudó a nacer a muchos niños. Abrió una consulta particular en su casa de El Escobonal y posteriormente logró la plaza de practicante titular de Asistencia Pública Domiciliaria creada para dicho pueblo, que poco después se le concedió en propiedad por oposición. En su pueblo natal asumió también un claro compromiso religioso, como tesorero de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Caridad, presidente de Cáritas y delegado de la “Junta Parroquial Pro Nuevo Seminario”. Finalmente se estableció en Güímar, al pasar a ocupar la plaza de practicante titular del distrito Norte, con destino en el Ambulatorio Médico de la Seguridad Social de la cabecera municipal. No obstante, nuestro biografiado continuó ocupando por acumulación la plaza de practicante del distrito de Agache y, una vez que ésta fue suprimida, aunque vivía en Güímar continuó subiendo un par de horas diarias al pueblo que le vio nacer, donde mantuvo la consulta particular hasta su prematura muerte. En reconocimiento a su labor, el Ayuntamiento le concedió la Medalla de Plata de Güímar y su nombre a una avenida de El Tablado.

Nuestro biografiado nació en El Escobonal el 20 de mayo de 1926, siendo hijo de don Pedro Alberto Delgado García y doña María Mercedes Hernández Leandro. Tres días después fue bautizado en la iglesia de San José por el cura encargado don Celso González Tejera, párroco de San Joaquín de Fasnia; se le puso por nombre “Alberto Miguel” y actuó como padrino don Juan Frías Mujica y su esposa doña Sabina Cáceres, de dicha vecindad. La correspondiente partida fue anotada en el libro parroquial de Fasnia, por residir allí el sacerdote que por entonces atendía el templo de El Escobonal, que aún no era parroquia…

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La ermita de San Antonio de Padua de La Medida (Güímar). Construcción, bendición y trayectoria hasta su elevación a Parroquia

La Medida-Ermita antigua-2      Este año se ha cumplido el 60 aniversario de la bendición solemne de la ermita de San Antonio de Padua en La Medida (Güímar). Por este motivo, el 13 de junio se celebró un acto conmemorativo, con gran asistencia de público, que consistió en una conferencia del cronista oficial del municipio, misa concelebrada por el actual y varios antiguos párrocos, y procesión hasta las proximidades de Pájara, donde se bendijo el nuevo descanso habilitado para la imagen titular.

     A lo largo de la historia, los vecinos de La Medida y Pájara han sufrido muchas dificultades para asistir a misa o recibir el bautismo, la confirmación, el matrimonio y el oficio de entierro, pues sus antepasados tuvieron que desplazarse primero a Candelaria, a la iglesia auxiliar de la Cueva de San Blas (durante 37 años, desde 1497 hasta 1534); luego a Güímar (durante nada menos que 427 años), inicialmente a la iglesia de San Juan Bautista, luego a la de San Pedro Apóstol y finalmente a la de Santo Domingo de Guzmán; y solo desde 1953 (en los últimos 60 años) han podido asistir a Misa en su propia ermita y desde 1967 (en los últimos 46 años y medio) han podido celebrar los Sacramentos en su Parroquia de San Antonio de Padua.

     Tras la creación de la nueva Parroquia de San José de El Escobonal en 1929, segregada de San Pedro, pasó a depender de ella el núcleo de Lomo de Mena, pero los vecinos de La Medida y Pájara continuaron adscritos a la Parroquia Matriz de Güímar, a la que acudían para asistir a la Eucaristía y celebrar los distintos Sacramentos. Pero el vecindario de dichos pagos quería tener un templo propio, en el que por lo menos pudiesen asistir a Misa, sin tener que desplazarse hasta la cabecera municipal…

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Güímar: Don Francisco Delgado Trinidad (1774-1817), capellán, capitán de Milicias, alcalde y apoderado de Güímar, colonizador de Aguerche (El Escobonal) y fundador de El Tablado

     Pocas familias del Sur de Tenerife pueden preciarse de contar con un número tan elevado de miembros destacados como la Delgado-Trinidad, extendida por Güímar, Arico y Santa Cruz de Tenerife, pero oriunda de Adeje y Fasnia, con legítima sangre guanche por sus venas. En su seno sobresalieron numerosos militares (incluyendo un general y un coronel), políticos (alcaldes, diputados provinciales y diputados a Cortes), clérigos, etc.

     En este trabajo vamos a recordar a uno de estos hombres, don Francisco Delgado Trinidad, que fue un destacado militar, político y propietario, colonizador en la práctica del caserío de Aguerche y fundador de El Tablado, en el pueblo de El Escobonal. Inicialmente se le adjudicó una capellanía, pero no sintió la llamada vocacional y renunció a la vida eclesiástica. Luego siguió la carrera militar, que inició como subteniente de Artillería, para luego ascender a teniente del mismo cuerpo, con el que fue agregado al Regimiento Provincial de Güímar; posteriormente ascendió a capitán de Milicias y fue gobernador de las armas de su pueblo natal. Asimismo ocupó diversos cargos de responsabilidad política en Güímar, entre ellos los de alcalde real en dos períodos y “Apoderado General de la Justicia, Ayuntamiento y vecinos de Güímar” para actuar en dos expedientes.

     Nuestro biografiado nació en el municipio de Güímar el 2 de abril de 1774, siendo hijo del capitán don José Delgado Trinidad y Díaz y doña Antonia María Hernández de la Rosa, vecinos y naturales de dicho lugar. El día 10 de ese mismo mes fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por Fray Andrés Gómez (presbítero de la Orden de Predicadores, morador en el convento de Santo Domingo Soriano de la localidad, capellán de la ermita de San José de El Escobonal y recordado “profeta”), con licencia de don José Fernández Camillón, venerable beneficiado de dicha parroquia y de Santa Ana de Candelaria; se le puso por nombre “Francisco María de los Dolores Benito” y actuó como padrino por el entonces capitán don Bernardo de Torres Marrero…

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Los aprovechamientos de agua en Agache (Güímar) hasta el primer tercio del siglo XX, una lucha constante contra la sequía

OLYMPUS DIGITAL CAMERA      Este artículo es la primera contribución al estudio de la importancia que el agua ha tenido siempre en la Comarca de Agache (Güímar). En primer lugar recordamos cómo este elemento líquido, durante millones de años ha ido erosionando la superficie del terreno hasta formar la maraña de barrancos que hoy la configuran. Luego analizaremos la constante lucha del agachero contra la pertinaz falta de agua en esta tierra, desde de los ritos de sequía guanches, de los que queda como testimonio el bello Bailadero de El Escobonal. La mayor parte del trabajo está dedicada al aprovechamiento de las aguas naturales, de charcos, pilones, eres, fuentes y manantiales, con las medidas de control dictadas por las autoridades, tanto para su justo reparto, debido a su escasez, como el necesario control higiénico-sanitario, dedicando especial atención a la acuciante necesidad de agua en el primer tercio del siglo XX. Acabaremos recordando el revulsivo que supuso la construcción del “Acueducto del Escobonal” o “Canal de Güímar”, que permitió el regadío en una amplia franja de esta comarca, cuando ya comenzaban a perforarse las primeras galerías. Los restantes aspectos de la historia del agua en Agache los dejamos para otra ocasión.

      El agua forma parte de la naturaleza e historia de la Comarca de Agache. Incluso en su propia configuración orográfica ha tenido mucho que ver la erosión hídrica, que la ha surcado de profundos barrancos, más o menos paralelos en sus cursos principales, pero ramificados en múltiples afluentes. Entre los barrancos más importantes cabe citar los siguientes: el de Her­ques, considerado uno de los más notables de Tenerife, que nace en Izaña con el nombre de Guaco y se ramifica en numerosos afluentes a medida que desciende, siendo el más impor­tante el de Archifira que enlaza por su derecha procedente de los altos de Fasnia; la suma de todos ellos supone casi la totalidad de la cuenca hidrográfica de la cumbre de la comarca. A partir de los 1.000 m.s.m. se mantiene más o menos uniforme hasta su desembocadura en la playa del Callao y, gra­cias a los elevados escarpes de sus laderas, impresiona desde cualquiera de los puntos en que se permite su contemplación. Rico en flora canaria, así como en cuevas y yacimientos aborígenes (en él se descubrió la necrópolis guanche más importante de la isla), lo cruza la serpenteante calzada del antiguo camino real, que conserva su empedrado en un tramo de gran belleza, y uno de los puentes de mampostería más altos de la isla lo salva para permitir el paso de la Carretera General del Sur….

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Güímar-Fasnia: Don Domingo de Castro y Baute (1770-1838), clérigo minorista, sochantre y notario público de Fasnia, escribiente, agrimensor, cirujano, curandero, labrador y marinero

       Al igual que su hermano Juan, nuestro biografiado inició la carrera eclesiástica, pero la abandonó cuando ya era clérigo minorista. No obstante, parte de los conocimientos adquiridos le sirvieron después de que su hermano fuese nombrado párroco propio de Fasnia, pues en esta parroquia desempeñó durante muchos años los cargos de sochantre y notario público eclesiástico. Asimismo, al ser una de las personas más preparadas de la comarca, ejerció los oficios de escribiente, agrimensor, cirujano y curandero; incluso en un corto período actuó como secretario acompañado del Ayuntamiento de Fasnia. Al margen de dichas responsabilidades, fue un destacado propietario agrícola de El Escobonal, donde era el único vecino que llevaba el título de “Don”; en este pueblo transcurrió casi toda su vida y trabajó, además, como labrador y marinero.

     Este destacado personaje nació en el pago de Chimaje, como por entonces se conocía a El Escobonal (Güímar), el 13 de diciembre de 1770, siendo hijo de don Ignacio de Castro “El Menor”, y doña María de León Delgado Baute. El 22 de dicho mes fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol de Güímar por Fray Vicente Arturo, de la Orden de predicadores y director del Santísimo Rosario del Convento de Güímar, con licencia del beneficiado don Joseph Fernández Camillón; se le puso por nombre “Domingo” y actuó como padrino su tío don Gaspar Delgado de Baute…

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Güímar-Fasnia: Don Gaspar Delgado y Baute (1740-1814), cabo de Milicias, promotor de la independencia de Fasnia, mayordomo de la fábrica parroquial, apoderado, alcalde real y síndico personero

El Escobonal-6      Don Gaspar Delgado Baute fue un hombre sencillo, un labrador que venció su falta de ilustración con una gran inteligencia, llegando a ocupar una posición social privilegiada en el pueblo de Fasnia de finales del siglo XVIII. Alcanzó el empleo de cabo de Milicias en el Regimiento Provincial de Güímar y, aunque era natural de El Escobonal, fue uno de los promotores de la independencia de la Parroquia y del Ayuntamiento de Fasnia; hizo una imposición perpetua a favor de la lámpara del Santísimo Sacramento de la parroquia y resultó proclamado como uno de los comisarios electores que a su vez debían elegir a la primera corporación local. En ésta ocuparía sucesivamente y con gran acierto, a pesar de ser analfabeto, los cargos de apoderado para asistir al Cabildo abierto, alcalde real y síndico personero; fue asimismo mayordomo de la fábrica parroquial y discreto de la Cofradía del Rosario. Dos de sus hijos también llegaron a la alcaldía de Fasnia, don Carlos y don José Delgado Llarena, el primero de los cuales ostentó además el empleo de teniente de Milicias.

      Nuestro biografiado nació en el pago de El Escobonal el 24 de abril de 1740, siendo hijo de don Juan Delgado Baute, natural de Tijoco (Adeje), y de doña María Delgado de León, que lo era del citado pago. Recibió las aguas bautismales en la iglesia parroquial matriz del Apóstol San Pedro de Güímar el 1 de mayo inmediato, de manos del beneficiado don Domingo de Paes y Galdona; se le puso por nombre “Gaspar” y actuó como padrino don Gaspar Pérez Delgado…

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