Fasnia: Don Manuel Santana Díaz (1917-1960), seminarista, poeta, delegado local de Prensa y Propaganda del Sindicato Español Universitario en La Laguna, teniente de complemento de Artillería, jefe de la Batería de Costa de San Andrés, maestro nacional y presidente del “Club Español” de Puerto la Cruz (Venezuela)

Manuel Santana Díaz-hoja     Nuestro biografiado ingresó en el Seminario Diocesano de Tenerife, en La Laguna, donde cursó estudios durante casi seis años y se dio a conocer como poeta. Luego, tras abandonar la carrera eclesiástica, cursó la de Magisterio en la Escuela Normal de la misma ciudad. Con motivo de la Guerra Civil ingresó en el Ejército como artillero 2º, llegando a alcanzar el empleo de alférez de complemento de Artillería, con el que se licenció; también fue por entonces delegado local de Prensa y Propaganda del Sindicato Español Universitario (S.E.U.) en La Laguna. Tras la Guerra se incorporó al Magisterio Nacional como propietario provisional, en concepto de “oficial maestro”. Pero su vida militar no había terminado, pues fue movilizado de nuevo con motivo de la II Guerra Mundial, aunque no llegó a salir de la isla; en esa situación ascendió a teniente de complemento de Artillería y, como tal, fue nombrado jefe accidental de la Batería de Costa de San Andrés. Tras su licencia definitiva se reintegró al Magisterio. Con respecto a su labor docente, ejerció durante más de siete años y medio como maestro nacional en escuelas graduadas de Santa Cruz de Tenerife, Arafo y Garachico. Posteriormente pidió excedencia para emigrar a Venezuela, donde residió en los últimos diez años de su vida, trabajando en las empresas petroleras, y allí fue presidente del “Club Español” de Puerto la Cruz. Falleció en Caracas con tan solo 43 años de edad.

     Nació en Fasnia el 6 de enero de 1917, a las tres de la tarde, siendo hijo de don Manuel Santana, nacido en Santa Cruz de Tenerife y avecindado en dicho pueblo desde su niñez, y doña María Cleofé Díaz. Marrero, natural y vecina de dicha localidad sureña. El 4 de abril de ese mismo año fue bautizado en la iglesia de San Joaquín por el cura párroco don Luis Navarro Nóbrega; actuaron como padrinos y testigos don Gregorio López Rivero, natural de la ciudad de Las Palmas, y doña Jorgina Esquivel Díaz, que lo era de Fasnia y por entonces soltera…

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Vilaflor de Chasna-Granadilla de Abona: Don Martín González del Castillo y Sarabia (1769-1845), cadete de Milicias, alcalde real de Granadilla de Abona y alcalde 2º de la Villa de La Orotava


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     Al igual que la mayoría de sus antepasados, nuestro biografiado inició la carrera militar como cadete de Milicias, pero renunció a ella para dedicarse al cuidado de sus propiedades agrícolas. Por entonces, también fue alcalde real de Granadilla de Abona. Luego se estableció con su familia en la Villa de La Orotava, donde arrendó a un noble dos fincas y un molino de agua. Como miembro de la burguesía agraria, desempeñó los cargos de regidor en tres legislaturas y alcalde 2º en otra; dichos cargos los ostentó, sobre todo, en las etapas constitucionales. Desde el Ayuntamiento luchó por municipalizar las aguas del antiguo Heredamiento del Río de La Orotava, propiedad de la aristocracia villera, para garantizar el abasto a la población.

     Nació en el pago de Chiñama (por entonces en la jurisdicción de Vilaflor) el 11 de noviembre de 1769, siendo hijo del teniente don Antonio González del Castillo y doña Manuela Antonia de Santiago Domínguez de Sarabia. El 17 de ese mismo mes fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol de Vilaflor por el predicador fray José de San Agustín Pícar, prior del convento agustino de dicha localidad, con licencia del beneficiado don Agustín Lorenzo Viera y Torres; se le puso por nombre “Martín Antonio Pedro del Sacramento” y actuó como padrino don Pedro González, vecino de Granadilla…

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El cementerio “Santa Sabina” de la Villa de Candelaria

Cementerio Santa Sabina     En trabajos anteriores ya nos hemos ocupado detalladamente de los lugares de enterramiento que han existido en el municipio de Candelaria, que primero fueron templos: la cueva-ermita de San Blas, la iglesia de Santa Ana y la capilla del convento dominico; y luego campos santos: el primer cementerio provisional de Santa Ana (1828 y 1835-1843), el “cementerio del Convento” (1843-1918), situado en las ruinas de la basílica de Candelaria, y el cementerio “Santa Sabina” de Candelaria (desde 1918 hasta el presente). Estos tres recintos funerarios fueron los únicos existentes por entonces en todo el municipio, hasta que a mediados del siglo XX se construyeron otros dos: el de “San José” de Barranco Hondo (1946) y el de “San Francisco” de Igueste de Candelaria (1951).

     En este artículo nos vamos a ocupar del cementerio “Santa Sabina” de Candelaria, construido en 1911, pero que permaneció cerrado durante siete años al discutirse la propiedad del recinto entre el poder religioso y el civil. La agria polémica saltó a la prensa durante años, hasta que la grave epidemia de “gripe española” provocó la saturación del “cementerio del Convento”, obligando a un acuerdo y a que se agilizasen los trámites para la apertura del nuevo recinto funerario. Finalmente, éste fue bendecido el 19 de diciembre de 1918 por el párroco de Candelaria y cuatro días después recibió sepultura en él la primera persona, doña Sabina Coello Pérez, quien le da nombre…

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Arona-Vilaflor de Chasna: Don Francisco Alonso Martínez (1706-1767), teniente capitán de las Milicias Canarias y hermano del Santísimo Sacramento de la parroquia de Vilaflor

Valle San Lorenzo-2     Nacido en el seno de una familia de larga tradición militar, el personaje al que dedicamos este artículo también decidió ingresar en las Milicias Canarias, en las que entró como cadete del Regimiento de Abona, en el que luego ascendió a alférez y, finalmente, a teniente capitán. Además, fue hermano de la Hermandad del Santísimo Sacramento de la parroquia de San Pedro Apóstol de Vilaflor y llegó a ser una de las personas más influyentes en su época de la comarca de Chasna. Nació en Arona y vivió en el Valle de San Lorenzo, donde murió.

     Nuestro biografiado nació en el entonces pago de Arona el 4 de octubre de 1706, siendo hijo del ayudante don Pedro Alonso Martínez, natural de La Escalona, y de doña Marta Domínguez Villarreal, que lo era de Arona. Seis días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol de Vilaflor por el beneficiado Dr. don Manuel Milan Camacho y actuaron como padrinos don Juan Luis Ximénez, alcalde mayor de la Villa de Adeje, y doña María González, su mujer…

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Artículo-FRANCISCO ALONSO MARTÍNEZ

Güímar-Arafo: Fray Ignacio Pérez (1755-1837), sacerdote y predicador general dominico, notario y misionero en el Convento de Güímar, teniente de párroco y cura servidor de Arafo y sochantre de Santa Cruz

Fray Ignacio Pérez     Este artículo está dedicado a un sacerdote dominico, morador durante muchos años en el convento de Santo Domingo Soriano de Güímar, en el que desempeñó los cargos de notario, misionero del Santísimo Rosario y del Santísimo nombre de Jesús. Tras su ordenación sacerdotal colaboró con la parroquia de San Pedro y actuó como capellán en las ermitas de Arafo y Arafo, en los años previos a su elevación a parroquias. Fue predicador general de su Orden y, como tal, recorrió varios conventos de Tenerife y Lanzarote; ocupó asimismo la plaza de cantor y organista del convento de San Benito de La Orotava. Tras la primera desamortización se secularizó y se avecindó en Arafo, donde actuó primero como teniente de párroco y luego como cura servidor de la parroquia de San Juan Degollado, durante cuatro años. Posteriormente fue sochantre de la parroquia matriz de Ntra. Sra. de la Concepción de Santa Cruz de Tenerife, durante un año, y estuvo durante unos días encargado de la parroquia de Santa Ana de Candelaria. Pasó los últimos años de su vida en Arafo, colaborando con la parroquia hasta su muerte.

     Nació en la Villa de La Orotava hacia 1755, siendo hijo de don Matías Pérez y doña María de Lugo. Desgraciadamente no hemos podido descubrir su partida de bautismo en ninguna de las parroquias del Valle, a pesar de haberla buscado reiteradamente…

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Artículo-FRAY IGNACIO PÉREZ

El primer equipo de lucha canaria de El Escobonal (Güímar), formado durante la II República [1931-1936]

Escobonal-primer equipo lucha     La consolidada tradición luchística del pueblo de El Escobonal, como la de todo el municipio de Güímar, se remonta por lo menos a los comienzos del siglo XIX, en el que los jóvenes aficionados se agrupaban a veces en bandos improvisados que enfrentaban unos pueblos con otros o a dos barrios del mismo municipio, sobre todo con motivo de las fiestas patronales. De esa centuria sólo se recuerdan los nombres de algunos luchadores destacados, autores de célebres agarradas o de increíbles anécdotas: Isidro “El Moro”, de El Salto; Dionisio Rodríguez, de Los Candales; Pedro Pérez González “El de los Cangos” e Isidoro Frías Delgado, ambos de La Corujera. Estos dos últimos ganaron varios encuentros al frente de la selección del Sur de Tenerife en las fiestas de El Socorro de Güímar, así como en las de Candelaria y La Laguna. También por entonces, algunas escobonaleras dieron más de una sorpresa en este deporte, como cha Inocencia Frías y María Perdomo “La Grande”. Luego, a comienzos del siglo XX, podemos recordar a algunos vecinos de El Escobonal que destacaron en la lucha, entre ellos: Isidoro Frías Tejera, quien continuaba la tradición de su padre del mismo nombre, Antonio Frías Tejera, José Díaz y Carlos Campos, entre otros.

     En los años veinte del siglo pasado se revitalizó la afición por este deporte autóctono, surgiendo numerosos luchadores juveniles, que terminaron consolidando un bando que se llegó a enfrentar a los de pueblos vecinos y del que fueron saliendo sólidos valores, como Gonzalo García, Juan Esteban Pérez, Benildo Frías, Isidoro Frías, etc. Luego, a propuesta de Manuel “Sánchez”, en 1931, el puntal palmero Juan “Primera” formó el primer equipo o “partido” de El Escobonal, que durante cinco años, hasta el comienzo de la Guerra Civil, se enfrentó con frecuencia a los de otros pueblos de la comarca e incluso del Norte de la isla. En él destacaron, entre otros: Juanillo Díaz “Pollo del Escobonal”, Eufemio García, Vicente Pérez “La Mediana”, Agustín Delgado “El Trabuco” y Cristóbal Duque, a los que se irían incorporando los nuevos valores de la cantera local. Pero debido a la escasa difusión de los encuentros que había en ese entonces, por la falta de medios de comunicación, sus nombres sólo fueron conocidos en los pueblos próximos; .por ello, poco o nada nos dicen a los que no tuvimos la oportunidad de vivir aquellas gloriosas épocas de la Lucha Canaria, si bien por sus méritos de vivir en la actualidad estos luchadores hubiesen tenido, sin duda, muchísima más fama de la que en su época adquirieron…

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Candelaria: Don Antonio Fariña González (1867-1921), sacristán, sochantre-organista, notario eclesiástico, mayordomo de la fábrica parroquial, secretario, concejal, reparador y afinador de pianos, órganos y armonios

Antonio Fariña González     Nuestro biografiado desarrolló una gran actividad en la parroquia de Santa Ana de Candelaria, en la que ejerció como sacristán, sochantre-organista, notario eclesiástico y mayordomo de fábrica interino. Además, tuvo una notable actividad pública como regidor síndico, interventor electoral, jurado judicial, secretario suplente del Juzgado Municipal y de la Junta Municipal del Censo Electoral de Candelaria, y concejal del Ayuntamiento. Pero, sobre todo, destacó en Santa Cruz de Tenerife como reparador y afinador de pianos, órganos y armonios.

     Nació en Candelaria el 11 de mayo de 1867, a las dos de la tarde, siendo hijo de don Manuel Fariña Hernández y doña Paula González y González. Cuatro días después fue bautizado en la iglesia de Santa Ana por el beneficiado propio de dicha parroquia matriz don Antonio de la Barreda y Payva; se le puso por nombre “Antonio Domingo” y actuó como madrina doña Andrea Ferrer, natural de Guía…

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Artículo-ANTONIO FARIÑA GONZÁLEZ

Adeje: Don José Alfonso Montes de Oca y Prieto (1653-1720), ayudante del Regimiento de Abona, capitán de Milicias, y alcalde mayor de la Villa de Adeje, perseguido por la Casa Fuerte

B257-la-imagineria-de-la-ermita-de-la-concepcion_AMPL     Tras los Marqueses de Adeje, la segunda familia de dicha villa en importancia económica y social fue la de Afonso de Montesdeoca, establecida en Tijoco, pues muchos de sus miembros sobresalieron en las Milicias, en la Iglesia y en la política local; pero, con el fin de que no le hiciese sombra, fue perseguida por la Casa Fuerte. A uno de sus miembros, el capitán don José Alfonso de Montes de Oca, al que dedicamos este artículo, le pusieron pleitos, le embargaron propiedades, le quitaron cosechas y ganado, le arrebataron casas y tierras, e incluso le llegaron a detener con acusaciones falsas. A pesar de dicha persecución, este destacado adejero llegó a ser alcalde mayor de la Villa de Adeje y apoderado del Marqués, para en su nombre tomar posesión de los bienes de dicha Casa. En la faceta militar, fue primero ayudante del Regimiento de Abona y luego capitán de Milicias.

     Nuestro biografiado nació en Tijoco en agosto de 1653, siendo hijo de don Melchor Alfonso, natural de Icod de los Vinos, y de doña Emerenciana Ortiz de Montes de Oca, que lo era de Garachico. El 5 de dicho mes fue bautizado por fray Hernán García, de la Orden de San Agustín, con licencia del beneficiado don Juan García del Castillo; se le puso por nombre “Joseph” y actuó como padrino don Juan Pérez Ramos. También fue conocido como “José Alfonso Prieto”…

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Artículo-JOSÉ ALFONSO MONTES DE OCA Y PRIETO

Proceso de segregación definitiva de los feligreses de Fasnia y pagos inmediatos de la parroquia de Güímar y anexión a la de Arico (1720-1723)

Fasnia-plano-1723     Tras la creación de la parroquia de San Juan Bautista de Arico en 1639, segregada de la de San Pedro Apóstol de Vilaflor, se pretendió que los vecinos de Fasnia y pagos limítrofes pasasen a depender de la nueva jurisdicción parroquial, pues su jurisdicción “pareze ser desde el barranco que llaman del Rio asta el barranco llamado de Herque”. Pero el intento no prosperó en su integridad, debido por un lado a la oposición del beneficiado de Güímar, a cuya jurisdicción habían pertenecido hasta entonces, y por otro a la de los propios vecinos, que consideraban gravoso el tener que cumplir con sus obligaciones a una mayor distancia, en una parroquia de menor categoría y peor atendida. No obstante, esta circunstancia motivó un largo litigio entre el beneficiado de San Pedro y el párroco de San Juan Bautista, que duró casi un siglo (exactamente 84 años). En ese tiempo, la mayoría de los feligreses de la actual jurisdicción de Fasnia continuaron cumpliendo con sus obligaciones cristianas en Güímar, aunque un pequeño porcentaje lo comenzó a hacer en la parroquia de Arico.

     No obstante, desde mediados del siglo XVII los vecinos ya contaban con una ermita dedicada a San Joaquín, levantada en la jurisdicción del barrio de La Zarza, que ya estaba abierta al culto en 1665. Dependía de la parroquia de San Juan Bautista de Arico, pero era atendida por diversos capellanes adscritos a la parroquia de San Pedro de Güímar.

     El citado contencioso entre las parroquias de Güímar y Arico, por la jurisdicción de los feligreses de Fasnia y pagos limítrofes, se reactivó en 1720 y se vino a resolver tres años más tarde a favor de la segunda, en un intenso pleito al que dedicamos el presente trabajo. Con motivo de éste se confeccionó el primer plano del actual término de Fasnia, que es uno de los documentos cartográficos más antiguos del Sur de Tenerife. De este modo, tras haber formado parte durante dos siglos y cuarto del término de Güímar, los pagos de Fasnia, La Zarza, Sabina Alta, Sombrera y Valencia se segregaron definitivamente de éste para unirse al de Arico, en la antigua comarca de Chasna. A partir de ese momento comenzó la conocida rivalidad entre escobonaleros y fasnieros (ambos hasta entonces agacheros), que comenzaron a recalcar los topónimos que los diferenciaban: “chasneros” frente a “chimajeros”…

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Artículo-SEGREGACIÓN DE FASNIA DE GÜÍMAR Y ANEXIÓN A ARICO

Güímar: Doña Lucía Galván Cabrera “Cayita” (1932-1966), misionera hija de la Santa Casa de Nazaret, maestra y superiora con una brillante labor en Venezuela, truncada con su prematura muerte

Lucía Galván Cabrera     Como homenaje a la gran labor desplegada por las religiosas nazarenas en América, queremos recordar a una joven que decidió entregar su vida a Dios y a los humanos, la madre Lucía Galván Cabrera, quien durante una década, como religiosa, maestra y superiora de un colegio, se volcó en la solución de los problemas sociales y educativos del pueblo venezolano, hasta que un desgraciado accidente interrumpió prematuramente su gran labor. En ese gran país hermano, su tierra adoptiva, reposa para siempre.

     Nuestra biografiada nació en Güímar el 9 de diciembre de 1932, a las cinco de la madrugada, siendo hija de don Manuel Galván Santana y doña Dolores Cabrera de la Rosa, vecinos de Los Majuelos. El 8 de enero de 1933 recibió el bautismo en la iglesia de San Pedro Apóstol, de manos de don Domingo Pérez Cáceres, por entonces cura propio de Güímar y arcipreste del partido; se le puso por nombre “Leocadia de la Concepción” y actuó como madrina doña María Pérez…

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Artículo-LUCÍA GALVÁN CABRERA