Las orquestas de baile de Malpaís de Candelaria: “Río de Oro”, “Buenos Aires”, “Club” y “Coral”

     A pesar de tratarse del núcleo más pequeño de las medianías de Candelaria, el pueblo de Malpaís llegó a tener una interesante tradición musical, sobre todo ligada a las orquestas de baile. Primero fueron músicos aislados los que amenizaban bailes en casas particulares, con sus instrumentos de cuerda. Luego, en los años cincuenta y sesenta, se constituyó un cuerteto y cuatro orquestas organizadas que ya incorporaron instrumentos de viento; las integraban músicos de la propia localidad, donde tenían su sede y ensayaban, más algunos del vecino pueblo de Las Cuevecitas; y sus nombres fueron: “Río de Oro”, “Buenos Aires”, “Club” y “Coral”. No duraron muchos años, pero llevaron el nombre de Malpaís de Candelaria por la geografía tinerfeña.

     Los domingos se celebraban bailes en algunas casas del pueblo, como, por ejemplo, en las de: don Víctor Pérez; Cha Felisia y don Francisco Guanche “Pancho”, que contaba con una pianola; don Dionisio Casanova, en La Hoya; don Anselmo González; don Pedro “Periquito”; don Esteban Bello, en el patio; y don Luis Casanova, donde hoy está la cripta, luego continuada por don Juan González. Esos bailes eran amenizados inicialmente con instrumentos de cuerda, como laúd, bandurria, guitarra, timple (o casparro) y violín, a los que pronto se unió el clarinete. Entre los músicos de cuerda que amenizaron muchos de esos bailes recordamos a: don Policarpo Otazo Castro “Carpito”, con el violín; don Eusebio Otazo Roque, a la bandurria; don Antonio Guanche Fariña, con el laúd; don Andrés Otazo Roque, a la guitarra; y don Santiago Sabina (de Las Cuevecitas). Posteriormente lo harían: don Andrés Otazo Morales, con el violín, y su hermano Tito, a la guitarra…

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Güímar: Don Ernesto de la Rosa Lugo (1880-1911), Bachiller, tipógrafo, vocal del “Gremio de Tipógrafos, Encuadernadores y Litógrafos” y sargento de Infantería, fallecido en plena juventud

Ernesto de la Rosa Lugo-2     De corta edad, nuestro biografiado se estableció en Santa Cruz de Tenerife, donde gracias a una pensión del Ayuntamiento obtuvo los títulos de Bachiller y Tipógrafo, que le permitió ejercer en las imprentas de dicha capital, donde llegó a ser vocal del “Gremio de Tipógrafos, Encuadernadores y Litógrafos”. Después de casado ingresó en el Ejército, donde desarrolló una corta carrera militar, en la que ascendió desde soldado hasta sargento de Infantería, empleo con el que le sorprendió la muerte en plena juventud, cuando contaba tan solo 31 años de edad, dejando esposa e hijos.

     Nació en el pago de El Escobonal (Güímar) el 23 de enero de 1880, a las tres de la madrugada, siendo hijo de doña María de la Rosa Lugo, natural del mismo pueblo. Tres días después fue bautizado en la iglesia de de San Pedro Apóstol de Güímar por don Fidel Farré Pujol, Lcdo. en Sagrada Teología, beneficiado curado propio de dicha iglesia y arcipreste del partido; se le puso por nombre “Ernesto” y actuó como madrina doña Florentina de la Rosa, siendo testigos don Rafael Hernández Delgado y don Nicolás Torres, de dicha vecindad…

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Artículo-ERNESTO DE LA ROSA LUGO

Arico: Don Gil Gómez de Morales (1642-1716), sacerdote y capellán de Arico

Arico-El Lomo 1905-1910-B     Aunque se familia se volcó sobre todo hacia la carrera militar, nuestro biografiado prefirió la eclesiástica. Para ello logró que su madre fundase una capellanía, de la que fue su primer capellán, e instituyese un patrimonio vitalicio a su favor, todo ello a cuenta de los cuantiosos bienes que poseían en Arico, cuya renta le permitió vivir con cierta dignidad. Tras ordenarse de presbítero permaneció ligado a su pueblo natal como mero capellán, durante 39 años, prefiriendo este modesto destino a ocupar la titularidad de otras iglesias alejadas de su lugar de origen.

     Nació en Arico en septiembre de 1642, siendo hijo de don Luis de Morales, por entonces alcalde de dicho lugar, y doña Brígida Pérez. El día 31 de ese mismo mes fue bautizado en la iglesia de San Juan Bautista por el párroco don Bartolomé Hernández Vilar; se le puso por nombre “Gil” y actuó como padrino su tío paterno, el capitán don Francisco Hernández…

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Artículo-GIL GÓMEZ DE MORALES

El Comité Republicano de la Villa de Adeje (1873-1923)

Adeje (CFIT)     A comienzos de 1869, el sentimiento republicano ya se estaba afianzando en el Sureste de Tenerife, desde Candelaria hasta Fasnia, donde se esperaba que triunfase la candidatura republicana en las elecciones de diputados a Cortes, pues como destacaba el periódico La Libertad: “La candidatura republicana triunfará también allí, como no puede menos de suceder cuando se trata de hijos de nuestro suelo que nada piden al presupuesto, y por el contrario sabrán combatir con ardor en favor de cuanto pueda afectar á los intereses de nuestras respectivas localidades tan miserablemente olvidadas por los que, acostumbrados á vivir lejos de ellas, solo se ocupan en medrar á la sombra de la confianza que tantas veces se les ha otorgado”. Pero parecía no ser así en el resto de municipios del Sur de Tenerife, sobre todo en Adeje, donde el caciquismo histórico, imperante desde hacía siglos, continuaba fuertemente arraigado y tenía controlados todos los procesos electorales.

     En 1873, la proclamación de la I República supuso un punto de inflexión, pues permitió por primera vez la organización de los republicanos federales de Adeje, que lograron ganar las elecciones y pudieron contar con un “alcalde popular”, don Manuel García Trujillo. Pero a finales del año siguiente un golpe militar acabó con esa corta etapa republicana y sus partidarios quedaron en el ostracismo durante más de tres décadas. El Comité Republicano de esta villa resurgió en 1912 y tuvo que enfrentarse a las manipulaciones políticas y electorales de los que siempre habían ostentado el poder; fue presidido, sucesivamente, por don Daniel Trujillo Pérez, don Rafael Melo Alayón, don Antonio González Afonso y don Jorge Zaragoza Bethencourt. Se mantuvo con altibajos hasta 1923, en que su trayectoria fue truncada por el golpe de estado y la posterior Dictadura de Primo de Rivera…

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Artículo-COMITÉ REPUBLICANO DE ADEJE

Fasnia: Don José Antonio García Delgado (1804-1885), labrador, sargento 1º de Milicias, comandante de armas, juez de paz suplente, primer fiscal municipal y secretario acompañado del Juzgado

José Antonio García Delgado     Nuestro biografiado, miembro de una familia modesta, inició una corta carrera militar, en la que ascendió desde soldado hasta sargento 1º de Milicias, y con ese último empleo ejerció como comandante de armas de Fasnia. Trabajó toda su vida como labrador y es probable que también colaborase con su padre, que era fraguero o tratante de madera. Además, en la vida pública local desempeñó los cargos de juez de paz suplente, primer fiscal municipal y secretario acompañado del Juzgado.

     Nació en el lugar de Fasnia el 1 de diciembre de 1804, siendo hijo de don José Pedro García Tejera y doña Josefa Delgado de la O. Al día siguiente fue bautizado en la iglesia de San Joaquín por el cura párroco don Juan Evangelista Martínez Tejera; se le puso por nombre “José Antonio” y actuó como padrino don Jerónimo González, de la misma vecindad…

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Artículo-JOSÉ ANTONIO GARCÍA DELGADO

Candelaria: Don Francisco Gaspar Rodríguez del Castillo (1715-1781), propietario agrícola, escribiente, mayordomo de fábrica y bienhechor de la parroquia, alcalde real de Candelaria y hermano mayor del Santísimo Sacramento

Francisco Gaspar Rodríguez del Castillo     Nuestro biografiado nació en Barranco Hondo, pero tras su matrimonio se estableció en Igueste, donde vivió el resto de su vida. De origen modesto, gracias a su trabajo como labrador y propietario agrícola alcanzó una situación económica desahogada. Además, poseía una cultura bastante notable para su época, lo que le permitió ejercer como escribiente, mayordomo de la fábrica parroquial de Santa Ana, hermano mayor del Santísimo Sacramento y alcalde real de Candelaria; también perteneció a la Cofradía de la Santa Misericordia de la parroquia y a la Hermandad del Santísimo Rosario del Convento dominico. Como bienhechor de dicha parroquia y en reconocimiento a sus cargos, al morir se le hizo un solemne sepelio.

     Nació en el “Pago del Barranco Jondo” de Candelaria el 18 de marzo de 1715, siendo hijo de don Gaspar Rodríguez de la Cruz, natural del mismo pago y oriundo de Güímar, y doña Ana Ramos del Castillo, que lo era del pago de Igueste. Seis días después fue bautizado en la iglesia parroquial de Santa Ana de Candelaria por el cura servidor fray Diego Machado y Merino, suprior del Convento dominico de dicha localidad; se le puso por nombre “Francisco” y actuó como padrino don Juan de Arrosa, de dicha vecindad…

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Artículo-FRANCISCO GASPAR RODRÍGUEZ DEL CASTILLO

Distinciones municipales concedidas por el Ayuntamiento de Vilaflor de Chasna en el primer cuarto del siglo XX (1900-1925)

Vilaflor-distinciones     A diferencia de otros municipios del Sur de Tenerife, a lo largo de su dilatada historia el de Vilaflor de Chasna no se ha prodigado mucho en la concesión de honores y distinciones. No obstante, tenemos constancia de que en el primer cuarto del pasado siglo XX dicha corporación municipal otorgó por lo menos cuatro distinciones honoríficas: la primera en 1909, al abogado don Agustín Hernández Hernández, natural de La Orotava, a quien se nombró Hijo Adoptivo; la segunda en 1912 al ilustre militar don Emilio March y García de Mesa, natural de La Laguna y por entonces capitán general de Canarias, dando su nombre a la plaza principal de la localidad; la tercera en 1917 al Doctor don Juan Rodríguez López, natural de Santa Cruz de Tenerife, que fue nombrado Hijo Adoptivo, a la vez que se dio su nombre a la calle principal del pueblo; y la cuarta en 1925 a los Reyes de España, don Alfonso XIII de Borbón y doña Victoria Eugenia de Battenberg, a quienes se nombró Alcaldes Honorarios.

     Los agraciados con dichas distinciones fueron un abogado, que había prestado muchos servicios al pueblo, así como impulsado sus fiestas; un ilustre militar, que pasaba una temporada en dicha localidad por motivos de salud de su esposa y que durante su estancia se comprometió a resolver algunos de los problemas históricos que arrastraba el municipio; un médico con un profundo compromiso sanitario, que estudió las bondades sanitarias del clima de Vilaflor para los enfermos de tuberculosis y se encargó de divulgarlas a nivel nacional; y los Reyes de España, que eran homenajeados por todos los alcaldes de España, como desagravio por las críticas que estaban recibiendo desde muchos sectores de la política nacional.

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Artículo-DISTINCIONES VILAFLOR-SIGLO XX-1

Granadilla de Abona: Don José García González del Castillo (1798-1872), propietario agrícola, capitán de Milicias, jefe accidental del Regimiento de Abona, emigrante y alcalde constitucional de Granadilla

José García González del Castillo     Miembro de una familia acomodada de larga tradición militar, nuestro biografiado destacó como propietario agrícola, lo que le permitió ingresar como oficial en las Milicias Canarias. Comenzó su carrera militar como teniente y pronto ascendió a capitán del Regimiento de Abona, empleo con el que incluso llegó a ser jefe accidental de dicho cuerpo; pero su escasa vocación militar, quebrantada salud y serias dificultades económicas le obligaron a pedir el retiro, cuando aún no llevaba 11 años de servicio. En busca de mejor fortuna emigró, probablemente a América; una vez recuperado su bienestar económico e incluido en la lista de electores contribuyentes, fue elegido alcalde constitucional de Granadilla de Abona, cargo que desempeñó en dos etapas. La tradición militar continuó con dos de sus hijos, uno de los cuales fue teniente y otro capitán.

     Nació en Granadilla de Abona el 12 de febrero de 1798, siendo hijo de don Juan Antonio de Mata García Bello, natural de dicho pueblo, y doña Antonia Luisa González del Castillo y Sarabia, que lo era del pago de Chiñama. Seis días después fue bautizado en la iglesia parroquial de San Antonio de Padua por el cura párroco don Cristóbal Pérez Barrios; se le puso por nombre “José Manuel” y actuó como padrino don Nicolás Estévez Sopranis, vecino de Icod de los Vinos…

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Güímar: Don Francisco Hernández de la Rosa (1670-1731), capellán y sacerdote, teniente de beneficiado, cura servidor de Candelaria y Güímar, notario público eclesiástico, juez comisario y mayordomo de la fábrica parroquial

Francisco Hernández de la Rosa     Tras obtener la capellanía que había fundado uno de sus tíos, nuestro biografiado siguió la carrera eclesiástica hasta ordenarse de presbítero. Por entonces, tuvo un notable protagonismo en la fundación de la Hermandad del Carmen de la iglesia parroquial de Güímar, de la que fue miembro. Como capellán, quedó adscrito a la parroquia de “San Pedro de Güímar y Santa Ana de Candelaria”, que englobaba a los tres pueblos del Valle, en la que desempeñó el cargo de teniente de beneficiado; en virtud de éste, ejerció en dos ocasiones como teniente servidor de la iglesia parroquial de Candelaria y en otra como beneficiado servidor de la de Güímar, siendo uno de los primeros güimareros que estuvo al frente de su parroquia. Además, fue nombrado notario público eclesiástico, juez comisario del Santo Oficio y mayordomo de la fábrica parroquial de Güímar.

     Nació en Güímar el 13 de febrero de 1670, siendo hijo de don Juan Hernández Rodríguez y doña Felipa María de la Cruz de los Reyes (o Rodríguez). Dos días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por el Bachiller don Salvador Pérez, beneficiado de dicha parroquia; se le puso por nombre “Francisco” y actuaron como padrinos don Luis Pérez Texera y doña Juana Gaspara, vecinos de dicho lugar…

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Artículo-FRANCISCO HERNÁNDEZ DE LA ROSA

La “Cofradía de Caridad y Ánimas” de la parroquia de San Juan Degollado de Arafo (1799-1836)

Arafo-Retablo de Ánimas     La Hermandad del Santísimo Sacramento de la parroquia de San Juan Degollado de Arafo asumió inicialmente las competencias de la Hermandad de la Misericordia, que en 1796 el obispo Tavira había mandado que se constituyese en esa nueva parroquia. Por ello, creó en su seno la “Cofradía de Caridad y Ánimas”, también conocida como “Cofradía de las Benditas Ánimas”. Ésta ya existía en 1799 y se mantuvo en funcionamiento por lo menos hasta 1836. Sus objetivos eran, sobre todo, ayudar a los pobres y darles sepultura; y para su funcionamiento se nombraban mayordomos recaudadores, encargados de recaudar las limosnas, y depositarios de sus fondos, con los que se adquirieron, entre otros bienes, el retablo y el cuadro de Ánimas (en 1801), que aún se conservan en la parroquia.

     Sólo conocemos 24 de los mayordomos recaudadores anuales de esta Cofradía de Animas, que se elegían en el seno de la Hermandad del Santísimo Sacramento. Asimismo, existieron por lo menos cuatro depositarios de los fondos de dicha Cofradía en la etapa estudiada; de ellos, el récord de permanencia lo ostentó don Víctor Eusebio Marrero (más de 14 años), seguido por don Felipe Marrero de Castro (14 años), don Antonio Rodríguez Torres (seis años) y don José Bernardo Carrillo (un año); salvo don Felipe, los otros tres eran sacerdotes…

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Artículo-COFRADÍA DE LAS BENDITAS ÁNIMAS-ARAFO