La orquesta “La Candelaria” de la Villa de Arafo (1926-1978)

Orquesta La Candelaria-1     Al margen de algunos grupos de cuerda, hasta mitad de los años veinte del siglo pasado era la Banda de Música “Nivaria” la que amenizaba los bailes principales, tanto en Arafo como en los distintos pueblos que solicitaban su actuación por las fiestas. Pero en 1926, tras la creación de la nueva Sociedad Artístico-Musical “La Candelaria”, se creó en su seno una orquestina dedicada a los bailes y a otros espectáculos menores, que fue la primera fundada en Arafo. Le seguirían a partir de entonces más de dos decenas de conjuntos musicales de este tipo, así como numerosos tríos, que durante noventa años han animado las fiestas bailables de todos los municipios de Tenerife y de muchos de las otras islas del archipiélago.

     Dado el éxito alcanzado por la primera orquestina improvisada, cuatro años después de su puesta en marcha se decidió organizarla de una manera oficial, por lo que el 5 de abril de 1930 se acordó en el seno de la Sociedad Artístico-Musical “La Candelaria” crear “una orquesta para amenizar espectáculos que por su poca importancia no pueda ir la banda”, permitiéndoseles tratar con entera libertad sus actuaciones. El director de la banda quedaba obligado a instrumentar las piezas que compusiesen el repertorio de la orquesta, así como a dirigir los ensayos en el salón de la agrupación; pero fuera del mismo la dirigiría en ausencia del director el músico que la propia orquesta eligiese. Esta primitiva orquesta “La Candelaria” quedaría compuesta por siete músicos, siendo los fundadores: don Antonio Díaz Fariña (bombardino), don Juan Pérez Fariña (trompeta), don Rutilio Marrero Curbelo (saxofón tenor), don Luis Coello Díaz (saxofón alto), don Rodrigo Rodríguez Rodríguez, don Eduardo Coello Pérez y don Domingo Hernández, tal como consta en el libro de actas de la agrupación…

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Artículo-ORQUESTA LA CANDELARIA DE ARAFO

El servicio telefónico en El Escobonal y en los demás núcleos de población de la comarca de Agache (Güímar)

El Escobonal-teléfonos     Con el presente artículo queremos continuar dando a conocer cómo la comarca de Agache, en Güímar, se fue dotando de los servicios básicos. En este trabajo nos vamos a centrar en el servicio telefónico, que como todos los demás llegó a este sector del término mucho más tarde que a la cabecera municipal. En 1924 se instaló en El Escobonal la estación o locutorio telefónico, en 1933 se inauguró la centralita telefónica (hace justo 80 años) y en 1977 se colocó la primera cabina telefónica. El servicio telefónico alcanzó al mismo tiempo a La Medida, pero tardó muchas décadas en llegar a Lomo de Mena, El Tablado y los demás núcleos del litoral de Agache.

     En 1922 se subastó el tendido telefónico al Sur de Tenerife y en 1923 el Cabildo nombró varios encargados de las estaciones telefónicas del Sur, entre ellos: “Del Escobonal, a don Graciliano Díaz Díaz” y “De La Medida, a la señorita Aurora Castro Díaz”. Suponemos que ambas estaciones fueron inauguradas por entonces, llegando a ambos pueblos tan importante servicio que, no obstante, se limitaba a sendos locutorios telefónicos. Luego, en 1932, la Comisión Gestora del Cabildo insular de Tenerife aprobó la instalación de un cuadro o centralita telefónica en El Escobonal, que fue inaugurado al año siguiente en la casa de don Graciliano. En los años sesenta se instaló por fin un locutorio telefónico en una casa particular de Lomo de Mena. En esa década, la centralita de El Escobonal fue suprimida y los abonados del pueblo fueron agregados a la central de Fasnia. En 1972 estos pueblos se enlazaron con la Red Automática provincial de la Compañía Telefónica, se mantuvo dicho vínculo con Fasnia, pues los teléfonos de El Escobonal y Lomo de Mena comenzarían con el prefijo 53, al igual que Fasnia, mientras que los restantes del municipio de Güímar lo harían con el prefijo 51, incluidos los de La Medida y Pájara. Aún habrían de pasar varios años, hasta principios de los ochenta, para que Lomo de Mena, El Tablado y los demás núcleos del litoral de Agache dejasen de ser considerados extrarradio y se permitiese la conexión a todos los vecinos, en las mismas condiciones que el resto de los barrios del municipio, que ya eran considerados urbanos, por lo que el servicio telefónico llegó tarde al vecindario de todos estos núcleos. Simultáneamente, la comarca se fue dotando de las cabinas telefónicas que se venían solicitando desde hacía algunos años…

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Relación de párrocos de San Joaquín de Fasnia (1796-2016)

Párrocos-Fasnia     Por auto del ilustrado obispo don Antonio Tavira y Almazán fechado el 29 de enero de 1796, cuando se hallaba de visita pastoral en el puerto y plaza de Santa Cruz de Tenerife, se erigió la parroquia o curato amovible de San Joaquín de Fasnia, con sede provisional en la primitiva ermita de la localidad, que quedaba segregada de la parroquia de San Juan Bautista de Arico, de la que había dependido en las últimas décadas, aunque era hijuela más remota de la de San Pedro de Güímar; comenzó a regir el 19 de marzo de ese mismo año. Afortunadamente, el archivo parroquial está perfectamente conservado, por lo que no hemos tenido dificultad para completar la lista de los sacerdotes que han regentado la parroquia de Fasnia.

     En estos 220 años han estado al frente de esta parroquia un total de 41 sacerdotes, algunos en varias ocasiones diferentes; de ellos, sólo 9 la han regentado en propiedad, pero en conjunto suman un total de 95 años, por lo que los 125 años restantes se reparten nada menos que entre 32 párrocos (ecónomos, servidores o encargados). El récord de permanencia en la parroquia lo ostenta don Basilio José Acosta Valladares (casi 38 años ininterrumpidos), seguido por don Luis Navarro Nóbrega (20 años, en dos etapas), don Juan de Castro Baute (casi 18 años, en dos períodos), don Celestino Hernández Perera (13 años y medio ininterrumpidos), don José Sánchez Ajiz (10 años seguidos), don Gabriel Morales Cruz (9 años), don Francisco Javier de la Rosa Afonso (9 años) y don Domingo Elías Estévez (casi 9 años). De los titulares, sólo dos han nacido en Fasnia (don José Antonio de la Cruz y don Celso González Tejera), mientras que del resto otros 10 han nacido en el Sur de Tenerife: 1 de El Escobonal (don Juan de Castro y Baute), 5 de Güímar (fray Roberto González, don José Elías Hernández, don José Pérez, don Domingo Elías Estévez y don Trino Antonio Torres Hernández), 2 de Arico (don Felipe José Díaz y Gómez y don Diego Carmelo Rodríguez Marrero), 1 de Candelaria (don Luis Navarro Nóbrega) y 1 de Guía de Isora (don Gabriel Morales Cruz). Los demás han sido naturales y/o vecinos de otras localidades de Tenerife, La Gomera, Gran Canaria, la Península o Venezuela…

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Artículo-PÁRROCOS DE SAN JOAQUÍN DE FASNIA

El paso de la Virgen de Candelaria por Barranco Hondo (Candelaria) en los siglos XX y XXI

Barranco Hondo-Virgen Candelaria-1965    Un aspecto que se debe resaltar en la historia religiosa reciente de Barranco Hondo (Candelaria) lo constituyen los pasos de la Virgen de Candelaria por este pueblo, en el siglo pasado y en el presente, transportada en un vehículo y a través de la Carretera General del Sur. Con anterioridad, entre 1562 y 1771, la venerada Imagen también cruzó por esta localidad en unas 38 ocasiones, al ser llevada procesionalmente a la ciudad de La Laguna a petición del Cabildo de la isla y con motivo de distintas calamidades públicas, pero en esa época lo hizo a hombros de los fieles y por los antiguos caminos de Candelaria, de lo que nos ocuparemos en otra ocasión.

    Si bien la Virgen no salió de Candelaria en el siglo XIX, a lo largo del XX abandonó temporalmente esta villa en cuatro ocasiones, con motivos realmente excepcionales: en 1939, por el final de la Guerra Civil; en 1964-1965, con motivo de la peregrinación extraordinaria por toda la isla, para recaudar fondos con destino al nuevo Seminario Diocesano; en 1994, por el V Centenario de la fundación de Santa Cruz de Tenerife; y en 1997, por el V Centenario de la fundación de San Cristóbal de La Laguna. Tanto a la ida como a la vuelta pasó por la zona baja de Barranco Hondo, aunque solo en una de ellas subió hasta la iglesia parroquial de este pueblo (en la peregrinación); en todas las ocasiones, los barrancohonderos acudieron masivamente a su encuentro en el cruce con la Carretera general del Sur, por donde era trasladada. En el siglo XXI ha vuelto a pasar en otras tres ocasiones, en 2002 y 2009, con motivo de las visitas periódicas instituidas por el obispo, de forma alternativa a Santa Cruz y La Laguna; y en 2018, por el centenario de la Diócesis de Tenerife, que la llevó de nuevo a ambas ciudades, en la misma salida…

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Relación de párrocos de San Antonio de Padua de Granadilla de Abona (1617-2016)

Granadilla-1 (CFIT)     Por auto del obispo don Antonio Corrionero, fechado el 30 de enero de 1617, se segregó de la amplia jurisdicción de Vilaflor de Chasna la parroquia de San Antonio de Padua de Granadilla de Abona. Por ello, debemos llamar la atención sobre el aniversario que se cumple el año próximo, el cuarto centenario de la creación de esta parroquia. En estos 399 años conocemos a un total de 47 sacerdotes que han estado al frente de la parroquia de Granadilla, algunos en varias ocasiones diferentes. De ellos, sólo 13 la han regentado en propiedad, sirviéndola los restantes como curas ecónomos, servidores o encargados. El récord de permanencia lo ostenta D. Rodrigo García de Armas, quien ejerció durante más de 46 años y medio, seguido por D. Salvador González (casi 36 años), D. Esteban Hernández Ramos (casi 32 años y medio), D. Francisco Rodríguez Méndez (más de 26 años), D. Joaquín González Perlaza del Castillo (21 años), D. Isidoro Rivero Peraza y Ayala (casi 19 años), D. Francisco Cruz Alayón y Salcedo (más de 17 años), D. Juan Frías y Peraza (unos 16 y medio, en dos etapas), D. Atanasio Viña y Vera (casi 12 años) y D. Cristóbal Pérez Paxés y Barrios (casi 10 años),

     Con respecto al lugar de nacimiento, de los que conocemos este dato solo cinco han nacido en el actual municipio de Granadilla de Abona: D. Lucas Rodríguez del Castillo, D. Joaquín González Perlaza del Castillo, D. Manuel González Guillén, D. Pedro Linares del Castillo y D. Juan de Frías y Peraza. Del resto, otros cinco proceden del Sur de Tenerife: uno de Vilaflor (D. Salvador González), tres de San Miguel de Abona (D. Juan García Alfonso, D. Manuel Hernández Reyes y D. Tomás Gómez Quintero) y uno de Arico (D. Diego Carmelo Rodríguez Marrero). Los demás nacieron en otras localidades tinerfeñas, La Gomera, La Palma, Gran Canaria, Lanzarote, Fuerteventura, la Península, Venezuela o Italia. Como curiosidad, dos de ellos ostentaban el título de Doctor en Sagrada Teología (D. Isidoro Rivero Peraza y Ayala y D. Carlos González Estarriol), seis el de Licenciado en Sagrada Teología (D. Melchor Feo, el Sr. Méndez, D. Lucas Rodríguez del Castillo, D. Salvador González, D. Rodrigo García de Armas y D. Diego Carmelo Rodríguez Marrero), uno el de Licenciado en Derecho (D. José Pomar y Forteza); otro el de Licenciado en Psicología (D. Francisco Arteaga García); otro el de Maestro Superior de Primera Enseñanza (D. Manuel Hernández Reyes); y dos de ellos se firmaban con el título de Bachiller (D. Juan Frías y Peraza y D. Juan García Alfonso), aunque con seguridad también lo ostentaban otros sacerdotes. Cuatro serían promovidos luego a prebendados de la Catedral de La Laguna: D. Isidoro Rivero Peraza y Ayala (canónigo, arcediano y deán), D. Vicente Cruz Gil (canónigo penitenciario), D. Juan Evangelista Pérez y Expósito (canónigo honorario) y D. Diego Carmelo Rodríguez Marrero (canónigo salmista). Además, uno había sido con anterioridad sargento de Artillería (D. Esteban Hernández Ramos) y a otro se le concedió el título de Camarero de Honor del Papa Juan XXIII (D. Miguel Hernández Jorge)…

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Artículo-PÁRROCOS DE GRANADILLA DE ABONA

Los jueces de paz de Vilaflor de Chasna en su primera etapa (1855-1870)

Vilaflor-Juzgado Paz     En Vilaflor de Chasna, al igual que en los restantes municipios de España, hasta mediados del siglo XIX los juicios verbales de faltas se celebraban ante el alcalde de la localidad o el teniente de alcalde en el que aquel delegase. Pero en 1855 la Legislación española separó la autoridad civil de la judicial, al crear la figura independiente del “Juez de paz”. Afortunadamente, conocemos casi todos los jueces que ha tenido la jurisdicción de Vilaflor desde 1856 hasta hoy, aunque dicha figura ha sufrido algunos cambios en este municipio a lo largo del tiempo, pues primero fueron jueces de paz (1856-1870), luego jueces municipales (1871-1945) y de nuevo jueces de paz, desde 1945 hasta el presente. En este artículo solo nos vamos a ocupar de los primeros.

     Como se preveía en el Real Decreto de creación de la figura del juez de paz, para cubrir las vacantes de jueces o suplentes se elegirían personas de reconocido prestigio en los diferentes municipios, por lo que la mayoría de ellos asumirían también otras responsabilidades en dichas localidades, tanto en el Ayuntamiento como en las Milicias o en la Parroquia, figurando además entre los mayores contribuyentes del término correspondiente. Así ocurrió en Vilaflor de Chasna, donde en esta primera etapa, de 1856 a 1870, conocemos cinco jueces de paz titulares. El récord de permanencia al frente del Juzgado lo ostentó don Lorenzo Sierra de Torres, por lo menos durante cuatro años (tras una reelección), más otros tres años y medio como suplente; le siguieron, don Antonio de Frías (3 años y medio como titular, más otros 2 como suplente), don Antonio González Trujillo (3 años), don Antonio Hernández de Fuentes (2 años como titular y 3 como suplente) y don Marcos Fumero Évora (1 año). Con respecto al lugar de nacimiento, por lo menos uno de los jueces no nació en el municipio de Vilaflor: don Lorenzo Sierra de Torres, natural del Valle de San Lorenzo (Arona). Desgraciadamente, solo conocemos un secretario titular del Juzgado de Paz de Vilaflor en esta primera etapa, que luego sería juez de paz suplente: don Luis Delgado

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Artículo-JUECES PAZ DE VILAFLOR

El proceso de creación de la parroquia de San Joaquín de Fasnia (1795-1796)

Fasnia-creación parroquia     Los vecinos que a partir de la Conquista de la isla se fueron estableciendo en la jurisdicción del actual municipio de Fasnia dependieron inicialmente de La Laguna, hasta que quedaron integrados en el beneficio de Güímar, segregado de dicha ciudad, que fue creado en 1533 y comenzó a regir en 1539 con sede en Candelaria; en 1630 esta parroquia comarcal pasó a la iglesia de San Pedro Apóstol de Güímar, donde los fasnieros cumplirían a partir de entonces sus obligaciones cristianas. Tras la creación de la parroquia de San Juan Bautista de Arico en 1639, se pretendió que los vecinos de Fasnia y pagos limítrofes pasasen a depender de la nueva jurisdicción parroquial y de la alcaldía pedánea de la misma localidad, pero el intento no prosperó en su integridad, debido a la oposición del beneficiado de Güímar y a la de los propios vecinos, que consideraban gravoso el tener que cumplir con sus obligaciones a una mayor distancia, en una parroquia de menor categoría y peor atendida. No obstante, esta circunstancia motivó un largo litigio entre el beneficiado de San Pedro y el párroco de San Juan Bautista que duró casi un siglo; en ese tiempo, la mayoría de los feligreses de la actual jurisdicción de Fasnia continuaron cumpliendo con sus obligaciones cristianas en Güímar, aunque un pequeño porcentaje lo comenzó a hacer en la parroquia de Arico. Este pleito fue reactivado en 1720 y se resolvió definitivamente en 1723, al disponerse que todos los vecinos establecidos en dicha jurisdicción se empadronasen en la mencionada parroquia de San Juan Bautista, de la que pasaban a ser feligreses, a la vez que también pasaban a depender de Arico en lo civil.

     Luego, por iniciativa de los vecinos establecidos en los pagos de Fasnia, La Zarza, Sabina Alta, Sombrera y Valencia, en 1795 se logró la creación de un Ayuntamiento propio y en 1796 la erección de la parroquia de San Joaquín, por lo que quedaban segregados de Arico y adquirían su independencia, tras haber dependido durante 43 años de La Laguna, 91 años de Candelaria, 93 años de Güímar y algo más de 72 años de Arico. En este artículo nos vamos a ocupar del minucioso proceso de segregación parroquial…

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La tradición de la lucha canaria en Lomo de Mena (Güímar)

Lomo de Mena-lucha canaria     Hasta principios del siglo XX en los pueblos del Sur no existían equipos de lucha organizados, sino bandos, sin número limitado de luchadores, que se enfrentaban con los de otro pueblo, o se integraban en una selección de la vertiente meridional de la isla que competía con otra del Norte. La lucha era corrida y cada vez que un luchador derribaba a un contrario comenzaba a dar vueltas al terrero para que le saliera otro rival, pero si a la tercera vuelta no se le enfrentaba ninguno, el bando al que pertenecía el luchador vencedor se anotaba la victoria. Como curiosidad, los pantalones de brega se elaboraban con tela obtenida inicialmente a partir de sacos de pita, luego de azúcar.

     En el núcleo agachero de Lomo de Mena (Güímar) se formó un primer bando de lucha canaria en los años treinta del siglo pasado. Entre los luchadores que lo integraban destacó enseguida don Domingo Díaz Perdomo (“El de Bladimira) y los tres hermanos “Gatos Zorros”, Horacio, Odón y Raimundo, quienes junto con el anterior eran los puntales. Tras la disolución de este primer bando, a finales de los años cuarenta se volvió a formar un nuevo equipo en la comarca, con luchadores de Pájara, La Medida y Lomo de Mena, que recibió el nombre de “C.L. Aires de Agache”. Luego, hacia 1956 se fundó un equipo juvenil en Lomo de Mena, organizado por Julián Díaz y Díaz (“El Cartero”), que fue su auténtico animador; se le puso por nombre “C.L. Calvario” y estaba compuesto por luchadores de este barrio y de los vecinos de La Medida y Pájara, entre ellos: Mariano Díaz Hernández (“Marianito”) y su hermano Felipe; Benjamín Lugo Peraza (“Pollo de Pájara”); Sixto Izquierdo, de La Medida; Eliseo Rodríguez, de Amea; Esteban Gómez Díaz (“Casco Brezo”) y su hermano Hipólito (“Polo”); Luis Leandro Expósito (“Luisillo”); Domingo Rodríguez García (“El de Abelardo”); Tomás “Tomasito”; etc. Muchos de ellos pasaron al “C.L. Benchomo” de El Escobonal, al constituirse este club en 1960. Finalmente, recordando la estela dejada por este equipo aficionado, a comienzos de los años setenta se intentó formar otro equipo en el seno del Teleclub “Nuestro Pequeño Mundo” de Lomo de Mena, pero esa iniciativa se truncó antes de celebrar ningún encuentro…

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El primer cementerio de Arona (1842-1939)

Arona-cementerio     Hasta finales del siglo XVIII, la mayoría de los vecinos de Arona dispusieron en sus testamentos que deseaban recibir sepultura en la iglesia de San Pedro Apóstol de Vilaflor, con preferencia en la capilla de la Virgen del Rosario, en la que recibían sepultura los hermanos del Señor (miembros de la Hermandad del Santísimo Sacramento). No obstante, algunos también elegían la capilla del convento agustino de San Juan Bautista de la antigua cabecera jurisdiccional, sobre todo los miembros de la Hermandad de Ntra. Sra. de Gracia. Además, suponemos que con motivo de las frecuentes epidemias que asolaban la amplia jurisdicción, es probable que algunos de los fallecidos de enfermedades contagiosas recibieran sepultura en las antiguas ermitas de Arona o Valle de San Lorenzo, pues como ocurría en otros pueblos del Sur en esos casos no era fácil encontrar quien quisiese trasladar los cadáveres hasta los templos de la distante capital chasnera.

     Luego, a partir de la creación de la parroquia de Arona en 1796, sería utilizada la iglesia parroquial de San Antonio Abad como recinto sagrado para dar sepultura a los fallecidos en la jurisdicción. Así se mantuvo hasta 1842, en que se bendijo el primer cementerio de Arona, construido con aportaciones vecinales, pero instalado tan cerca del pueblo que desde la segunda mitad del siglo XIX se intentó su traslado a otro lugar, más alejado y ventilado, así como en mejores condiciones de terreno y de instalaciones. Pero este proyecto no se haría realidad hasta 1939…

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Artículo-PRIMER CEMENTERIO DE ARONA

La escuela del Convento Dominico, las maestras aficionadas y las primeras escuelas públicas de Candelaria (1840-1860)

Candelaria-enseñanza     La situación escolar en Candelaria hasta bien entrado el siglo XIX, en que se implantó la enseñanza pública organizada, no fue tan dramática como en la mayoría de los pueblos del Sur de Tenerife, pues en el Convento dominico de esta localidad existía una escuela, en la que los religiosos más preparados impartían clases por caridad a los niños candelarieros, hasta el punto de que la educación impartida en dicho centro hizo que los marinos de este pueblo fuesen de los más instruidos de su época; se cerró en 1821, al suprimirse el convento. Simultáneamente, desde por lo menos finales del siglo XVIII, algunas mujeres enseñaban a algunas niñas a leer y escribir, así como ciertas labores manuales.

     Por iniciativa del sacerdote dominico secularizado don José Fresneda y Tejera, en 1840 se creó la primera escuela pública de Instrucción Primaria de Candelaria y en 1844 se constituyó la primera Junta local de Instrucción Primaria. A mediados del siglo XIX, este municipio ya contaba con sendas escuelas públicas de niños y niñas, instaladas en la antigua casa del Cabildo, ahora dedicada a casas consistoriales. La de niños permaneció cerrada desde finales de 1853 hasta finales de 1854, en que fue reabierta y dotada con un reparto vecinal autorizado por la Diputación Provincial, pues el Ayuntamiento no tenía presupuesto para pagar al maestro. En esa primera etapa que hemos estudiado, de 1840 a 1860, la escuela pública de Instrucción Primaria de Candelaria, apoyada por el Ayuntamiento pero escasamente dotada, estuvo regentada por seis maestros, la mayoría de los cuales eran a la vez secretarios del Ayuntamiento. Desgraciadamente, no conocemos a las maestras que se hicieron cargo de la escuela de niñas, la cual a veces también era atendida por el maestro…

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