Güímar-Fasnia: Don Manuel Díaz y Díaz (1869-1932), agricultor, comerciante, opositor a los fielatos, promotor de un intento de segregación de El Escobonal, presidente fundador de la galería Chifira, vocal fundador del Comité Republicano y alcalde de Fasnia

     Vamos a recordar hoy la vida de un hombre de origen sencillo que fue abriéndose camino en la agricultura, en el comercio y en la política, hasta ocupar en ellos un puesto destacado. De ideología republicana liberal, don Manuel Díaz y Díaz se enfrentó al Ayuntamiento de Güímar por haber establecido un fielato en El Escobonal y promovió un intento de segregación de este pago para su unión posterior a Fasnia. Al igual que hicieron anteriormente otros muchos escobonaleros desarrolló la mayor parte de su actividad en dicho municipio de Fasnia, donde fundó un comercio y la primera galería de agua, la Comunidad de Aguas “La Prosperidad” de Chifira, de la que fue su primer presidente y luego vicepresidente; además, en dicho pueblo cultivó tomates tempranos, diseñó un original modelo de depósito de agua para el riego, fue vocal fundador del Comité local del Partido Republicano y llegó a ocupar la alcaldía constitucional.

     Don Manuel Díaz nació en el entonces pago de El Escobonal (Güímar) el 28 de junio de 1869, siendo hijo de don Francisco Díaz Castro y doña Juana Díaz Yanes, naturales del mismo lugar y vecinos de la Vera de Abajo. El 3 de julio inmediato fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol de Güímar por el cura párroco don Juan Elías Hernández, actuando como madrina doña Isabel Delgado López…

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Las Federaciones Obreras comarcales del municipio de Güímar en la II República Española (1931-1936)

     Como ya hemos puesto de manifiesto en otros trabajos, la proclamación de la II República Española supuso un enorme revulsivo político y sindical, tanto en Güímar como en todo el territorio nacional. Por ello, a lo largo de sus cinco años de existencia en Canarias se fueron constituyendo diversas agrupaciones políticas o federaciones obreras, tanto en la cabecera de este municipio y con jurisdicción sobre todo él, como en el importante pago de El Escobonal, con ámbito restringido al mismo dado su gran peso demográfico. Así, en 1931 se constituyó la Federación Obrera comarcal de El Escobonal, la Federación Obrera comarcal de ambos sexos de Güímar, la Agrupación Socialista Tinerfeña de Güímar y el Comité Local del Partido Republicano Tinerfeño de Güímar; en 1932, el Comité Local de Acción Popular Agraria de El Escobonal y la Agrupación del Partido Republicano Socialista de Güímar; en 1933, el Comité Local de Acción Popular Agraria de Güímar; en 1935, el Sindicato Agrícola Tomatero de la Villa de Güímar y el Comité Local de la Juventud de Acción Popular de Güímar; y en 1936, el Sindicato Local de Inquilinos, la Agrupación Municipal de Güímar de Izquierda Republicana, la Agrupación Socialista Obrera de El Escobonal, la Agrupación Local del Partido Unión Republicana de Güímar, el Sindicato de Profesiones y oficios varios de Güímar y sus contornos, la nueva Federación Obrera de Güímar de la UGT, la Juventud Socialista de Güímar y el Sindicato de Defensa Agrícola del Valle de Güímar.

     El presente artículo está dedicado a las tres Federaciones Obreras comarcales creadas en este municipio, las dos primeras fundadas en julio de 1931 y la tercera reorganizada en abril de 1936 y disuelta en julio de ese mismo año, además del Sindicato Local de Inquilinos. La primera entidad tuvo su sede en el pago de El Escobonal y las restantes en la cabecera municipal de Güímar y todas ellas estuvieron controladas por la Unión General de Trabajadores (UGT). Ese intenso movimiento obrero se dejó sentir en esos años, convocando huelgas, solicitando a las autoridades la realización de obras y participando en asambleas con el fin de mitigar el paro. Además, muchos de sus dirigentes también lo fueron de las Agrupaciones Socialistas de Güímar y El Escobonal; y varios de ellos formaron parte de la corporación municipal durante el Frente Popular, acaparando incluso la alcaldía, que fue ostentada por don Lorenzo Castro Delgado…

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Güímar: Don José Díaz Tejera (1848-1920), sargento 2º de Milicias, portero de las oficinas de Obras Públicas de la provincia, ordenanza de la Jefatura de Montes y propietario

     Miembro de una familia de propietarios agrícolas, de posición más o menos desahogada, este escobonalero siguió una corta carrera militar, en la que alcanzó el empleo de sargento 2º de Milicias. Después de casado se estableció en Santa Cruz de Tenerife, donde nacieron sus hijos y obtuvo una plaza de portero de las oficinas de Obras Públicas de la provincia, pasando luego a ordenanza de la Jefatura de Montes. Además, fue propietario y contribuyente, tanto por riqueza rústica como urbana.

     Nació en el pago de El Escobonal (Güímar) el 24 de septiembre de 1848, siendo hijo de don Juan Benigno Díaz Pérez y doña María Silveria Tejera García. El 27 de septiembre de 1848 fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol de Güímar por don Agustín Díaz Núñez, Dr. en Sagrada Teología, examinador sinodal, beneficiado curado propio de dicha iglesia y sus anexos y vicario juez eclesiástico del mencionado pueblo y su partido; se le puso por nombre “José Domingo” y actuó como padrino don José Domingo Marrero, de la misma vecindad. Fueron sus abuelos paternos, don José Antonio Díaz Díaz y doña Dominga Pérez Elías y Guanche, ambos de origen guanche; y los maternos, don José Antonio Texera y doña Ana Joaquina García, todos nacidos en El Escobonal…

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Güímar-Fasnia: Don Juan Domingo Yanes (1778-1850), agricultor, sargento 2º de Milicias, escribiente y fiel de fechos accidental del Ayuntamiento de Fasnia

     Nuestro biografiado siguió una modesta carrera en las Milicias Canarias, siempre en el Regimiento Provincial de Güímar, en la que comenzó como soldado, para ir ascendiendo a cabo 2º, cabo 1º y sargento 2º; con el penúltimo empleo estuvo movilizado en los Destacamentos de Santa Cruz de Tenerife. Contrajo matrimonio en Fasnia, donde se estableció y vivió más de la mitad de su vida. En esta localidad actuó como escribiente y testigo en la otorgación de testamentos, incluso ejerció como fiel de fechos accidental del Ayuntamiento, aunque en un corto período. Desde el punto de vista profesional, trabajó siempre como agricultor, en las propiedades que poseía en El Escobonal y Fasnia, lo que le permitió sostener a su familia.

     Nació en el pago de Agache (El Escobonal) el 24 de mayo de 1778, siendo hijo de don José Yanes Bello y doña María Miguel (Rodríguez) Márquez, naturales y vecinos del mismo pago. El 31 de ese mismo mes recibió el bautismo en la iglesia de San Pedro Apóstol de Güímar de manos del presbítero don Agustín Antonio Núñez, con licencia de don Luis Ambrosio Fernández del Castillo, beneficiado propio de Güímar y Candelaria; se le puso por nombre “Juan Domingo” y actuó como padrino su tío político don Bernardo Pérez Elías, de la misma vecindad…

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Güímar: Don Francisco Hernández Leandro (1941-2019), “Panchito I”, puntal de lucha canaria en el “C.L. Benchomo”, “C.L. Brisas del Teide” y “C.L. Tinerfe”, destacado en el “C.L. Tacuense”, entrenador del “Benchomo”, agricultor, guarda jurado de caza y empleado de Seragua

     Este conocido y respetado puntal escobonalero de lucha canaria, recientemente fallecido, siempre fue conocido como “Panchito”. Inició su trayectoria en un equipo juvenil no federado de su pueblo natal. Luego, en 1957 y con tan solo 16 años, pasó al “C.L. Brisas del Teide” de Fasnia, donde luchó durante tres años y comenzó a destacar. En 1960 fue uno de los fundadores del “C.L. Benchomo” de su pueblo natal, en el que ya figuró como puntal de Segunda, tanto en la ordinaria como en la preferente. Cuatro años más tarde, al disolverse temporalmente dicho club, pasó durante una temporada al “C.L. Tinerfe” de Barranco Hondo, otras tres al “Brisas del Teide” de Fasnia, ambos de Segunda, y una más en el “C.L. Tacuense” de Taco de Primera categoría. Al reorganizarse el “Benchomo” en 1969, Panchito regresó como puntal a dicho club, en el que permaneció durante cuatro años en Segunda, hasta su retirada en 1973; durante uno de ellos también luchó en Primera, al fusionarse con el equipo de la capital bajo el nombre “Santa Cruz-Benchomo”. Además, a lo largo de su carrera deportiva reforzó en una ocasión a “Las Canteras” en Las Palmas; se alineó en dos ocasiones con el “Bando Sur” de Tenerife que luchó contra el del Norte y en otras dos con la selección absoluta de esta isla que se enfrentó a la de Gran Canaria; derribó a casi todos los puntales de Segunda y a algunos de Primera; con frecuencia tiró a seis o más rivales por luchada, incluso 10 en dos ocasiones, y en una sola temporada llegó a derribar a 176 luchadores. Mucho después de su retirada ejerció durante un año como entrenador-mandador del “Benchomo”. Recibió un homenaje en el “Brisas del Teide” y dos en el “Benchomo”, junto a otros luchadores destacados que habían pasado por dichos clubes. Desde el punto de vista profesional, fue agricultor, guarda jurado de Caza y empleado de Seragua, empresa que gestionaba en Güímar el servicio de agua potable.

     Nació en El Escobonal (Güímar) el 7 de abril de 1941, siendo hijo de don Francisco Hernández Leandro y doña Justina Leandro Marrero, naturales y vecinos de dicho pueblo. El 14 de agosto de ese mismo año fue bautizado en la iglesia de San José por el cura encargado fray Ramón Fernández Álvarez; se le puso por nombre “Francisco Juan” y actuaron como padrinos sus tíos don Pedro Alberto Delgado García y doña María Mercedes Hernández Leandro. El 23 de febrero de 1954 fue confirmado en la misma iglesia…

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Güimareros en las Guerras de Cuba (1868-1898)

     Muchos han sido los trabajos que han puesto de manifiesto los estrechos lazos existentes entre Canarias y América, pero a pesar de ello sólo ha aflorado la punta del iceberg, pues sin duda aún queda mucha información en los archivos existentes a ambos lados del Océano Atlántico de una integración canario americana que ya dura cinco siglos. Con el presente trabajo sólo pretendemos que se conozca mejor la aportación canaria a la Historia de América, aunque sea desde una óptica local y centrada exclusivamente en la Independencia cubana. Sobre los canarios en Cuba se posee una documentación extensa, pues el contingente canario que emigró a dicha isla tuvo un mayor peso demográfico que en otros lugares de América. Centrándonos en la Guerra, muchos canarios ya se encontraban en Cuba cuando estalló el movimiento insurreccional y allí tomaron partido por uno u otro bando contendiente; la mayoría se alinearon con el Ejército español, pero un colectivo nada despreciable lo hizo con el Ejército libertador o mambí. Además, muchos canarios acudieron a dicha Guerra desde España, como militares de reemplazo o como oficiales profesionales.

     Este artículo está dedicado a la presencia de los hijos de Güímar en dicha Guerra, en algún caso, desde las filas de la prensa, como hizo don Miguel Espinosa Hernández. Aparte de los soldados de reemplazo, destinados a la guerra por sorteo, fueron numerosos los oficiales güimareros que se incorporaron al Ejército español en Cuba, la mayoría de los cuales solicitaron su pase al mismo con carácter voluntario, con el fin de lograr ascensos y mejoras en su carrera militar; nueve combatieron en dicha isla durante la “Guerra de los Diez Años” (1868-1878), en la que uno murió; los otros ocho lo hicieron también en la “Guerra Chiquita” (1879-1880) y en otros brotes revolucionarios posteriores, período en el que murieron dos de ellos; y otros dos participaron en la “Guerra de Independencia” (1895-1898). Sólo conocemos a tres güimareros que se enrolaron en las fuerzas independentistas de Cuba, en las que alcanzaron cierta graduación, aunque probablemente no fueron los únicos, pero ellos nos sirven de muestra de que no todos los canarios que vivían en dicha isla en el momento de la Guerra de Independencia lucharon a favor de España. Aunque probablemente fueron más, también tenemos información de ocho güimareros fallecidos durante las campañas de Cuba o a consecuencia de las mismas. Finalmente, de los numerosos soldados nacidos en este municipio que combatieron en Cuba y fueron repatriados, sólo conocemos a otros 19, la mayoría por la prensa de la época, aunque seguro que no fueron todos los que participaron en dicha contienda bélica; de ellos, solo dos murieron después de 1960, por lo que llegaron a percibir una pensión extraordinaria del Estado…

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Güímar: Don Cirilo Díaz Díaz (1857-1943), “Cho Cirilo El Tamborilero”, agricultor en su tierra, flautista y tamborilero durante 70 años de las Danzas de El Escobonal, Güímar y Fasnia, y folclorista más conocido en esta faceta de todas las islas


     La historia no sólo la escriben los hombres de estudio, cultos y brillantes, pues a veces una persona de origen humilde y sin estudios puede cubrir páginas tan gloriosas como aquellos. Tal es el caso de don Cirilo Díaz Díaz, “Cho Cirilo el Tamborilero”, viejo flautista isleño y labrador en su tierra, quien tuvo que hacerse cargo de las danzas a los 17 años de edad, ante la prematura muerte de su padre. Con su música recorrió la geografía insular e incluso la llevó hasta la Península, al formar parte de una representación de lo más selecto del folclore canario. Llegó a ser uno de los hombres más  populares de Tenerife y el tamborilero más conocido de Canarias, gracias a los 70 años que permaneció acompañando con su flauta y su tambor a las Danzas de cintas y arcos de El Escobonal, Güímar y Fasnia.

     Nuestro biografiado nació en El Escobonal el 13 de diciembre de 1857, en una cueva vivienda de La Quebrada, siendo hijo de don Gaspar Díaz Yanes y de doña Inés Díaz Rodríguez, natural ésta de Santa Cruz de Tenerife. Cuatro días después recibió el bautismo en la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol de Güímar, de manos del presbítero don Pedro Pérez Fariña, teniente del Dr. don Agustín Díaz Núñez, beneficiado propio de la misma y arcipreste del partido; se le puso por nombre “Cirilo” y actuó como padrino don Juan Díaz Delgado…

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Güímar: Don Fabio Hernández y Delgado (1836-1913), comandante militar de Güímar, coronel condecorado de la Guardia Civil, subinspector de los Tercios de Cuba, León y Sevilla, Benemérito de la Patria y Comendador de Isabel la Católica

     Muy pocos canarios han alcanzado en la Guardia Civil tan alta graduación como don Fabio Hernández y Delgado, destacado güimarero nacido en el seno de una ilustre familia de origen guanche, quien comenzó su vida militar como soldado de Milicias, para ascender luego a subteniente abanderado y teniente de Milicias, llegando a ser comandante militar de su pueblo natal. Pasó luego como subteniente a Infantería y participó en las guerras de Independencia de Santo Domingo y Cuba; en esta última alcanzó el empleo de capitán y, como tal, se incorporó a la Guardia Civil. En este cuerpo fue 2º ayudante del 2º Tercio de Cuba y primer jefe accidental de la Comandancia de dicha isla; permaneció en acciones de guerra en Cuba durante 15 años y por su heroica actuación en la llamada “Guerra de los Diez Años”, se le nombró “Benemérito de la Patria”, habiendo alcanzado además al final de la misma el empleo de comandante. Regresó a España, donde ocupó los cargos de 2º jefe de las Comandancias de la Guardia Civil de La Coruña y de Lérida, jefe del Detall de la primera y jefe accidental de la segunda. Tras su ascenso a coronel de la Guardia Civil volvió a Cuba, donde permaneció en acciones de guerra otros 12 años, en los que fue primer jefe de las Comandancias de Puerto Príncipe y La Habana, subinspector del Tercio de Cuba y subinspector de todas las Comandancias de dicha isla. De regreso a la Península, fue nombrado subinspector del 10º Tercio con sede en León y del 4º Tercio con sede en Sevilla.

     Su nombre siempre estará ligado a la historia de la Perla del Caribe, pues en dicha isla pasó 27 de los 41 años de su vida militar profesional. A lo largo de su carrera recibió, además, dos Cruces Rojas de 1ª clase de Mérito Militar por méritos de guerra, la Medalla de Cuba con ocho pasadores y distintivo rojo, la Cruz de 2ª clase del Mérito Militar blanca, la Cruz y la Placa de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo; también fue nombrado Comendador de Isabel la Católica. Tras su retiro, tuvo una cierta actividad política en Santa Cruz de Tenerife, vinculado al Partido Liberal, siendo nombrado presidente suplente de una mesa electoral, adjunto del Juzgado Municipal y vocal de la Junta Municipal del Censo Electoral.

     Nuestro biografiado nació en Güímar, en la casa solariega de su familia materna en la cuesta de Chacaica (el posterior hotel “El Buen Retiro”), el 26 de octubre de 1836, siendo hijo de don Lorenzo Hernández y Díaz‑Bencomo, natural de Santa Cruz de Tenerife, y doña María Candelaria Delgado‑Trinidad y Delgado‑Trinidad, que lo era del mencionado pueblo sureño. El 2 de noviembre inmediato fue bautizado en la iglesia parroquial matriz del Apóstol San Pedro por el Dr. don Agustín Díaz Núñez, beneficiado propio de la misma; se le puso por nombre “Favio Francisco Lorenzo Evaristo del Santísimo Sacramento” y actuó como madrina su tía doña Manuela Delgado‑Trinidad. Vivió parte de su infancia y su adolescencia en Aguerche (El Escobonal)…

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Artículo-FABIO HERNÁNDEZ DELGADO

Güímar: Don Domingo Delgado Baute (1772-1846), sargento 2º de Milicias, labrador y pescador, de origen guanche

     Descendiente directo del Mencey de Adeje, nuestro biografiado mantuvo un cierto prestigio local en El Escobonal, aunque su familia ya no gozaba del esplendor que había tenido en el pasado. Siguió una corta carrera militar en el Regimiento Provincial de Güímar, en el que ascendió desde simple soldado hasta alcanzar el empleo de sargento 2º de Milicias en la 2ª compañía. Desde el punto de vista profesional, alternó su vida entre sus trabajos como labrador y pescador; este último oficio, para el que probablemente contó con un barco, le costó la vida de un hijo, que murió ahogado en el mar con tan solo seis años. Casó dos veces y tuvo una amplia sucesión.

     Nació en el entonces pago de Agache (El Escobonal), en el término de Güímar, el 3 de mayo de 1772, siendo hijo de don José Delgado-Baute y Torres y doña María Ana del Cristo Delgado (aunque también se la menciona con los apellidos de Castro o Delgado de Castro). Seis días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol de Güímar por fray José García, de la Orden de San Francisco, predicador jubilado y lector de Moral, con licencia de don José Fernández Camillón, beneficiado de dicha parroquia y de Santa Ana de Candelaria; se le puso por nombre “Domingo de la Rosa” y actuó como padrino don Francisco Simeón, natural y vecino de dicho lugar…

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Artículo-DOMINGO DELGADO BAUTE

Güímar: Don Juan de Castro Delgado (1676-1750), sargento de Milicias, escribiente, patrono de capillas en la Iglesia parroquial y el Convento dominico de Güímar, cofrade de la Santa Misericordia y propietario agrícola

     Nuestro biografiado alcanzó el empleo de sargento de Milicias, siendo en su época el militar de mayor graduación de su pueblo natal. Asimismo, al ser de los pocos vecinos del mismo que sabían leer y escribir con corrección, ejerció como escribiente, redactando testamentos y escrituras de compraventa. Además, fue patrono de las capillas del Rosario y del Carmen, en la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol de Güímar; y de la Virgen del Rosario, en el Convento dominico de Santo Domingo en Soriano de la misma localidad, así como cofrade de la Cofradía de la Misericordia de la antedicha parroquia.

     Nació en el entonces denominado pago de Chimaje (El Escobonal) el 8 de junio de 1676, siendo hijo de don Juan de Castro Díaz y doña Nicolasa María Gaspar Pérez (o Delgado). Seis días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro de Güímar por el Bachiller don Bartolomé Pérez Sutil, beneficiado de dicho lugar y de Candelaria; se le puso por nombre “Juan” y actuaron como padrinos don Juan Delgado y doña María Rodríguez, vecinos de dicho lugar. Fue el mayor de ocho hermanos…

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Artículo-JUAN DE CASTRO DELGADO