Arona: Don Basilio Sarabia y Perera (1803-1877), capitán de Milicias y propietario contribuyente

basilio-sarabia-perera     Nuestro biografiado ingresó en las Milicias Canarias con tan solo nueve años como cadete menor de edad, luego ascendió a subteniente de Granaderos y, finalmente a capitán; prestó sus servicios en el Regimiento de La Orotava mientras vivió en el Realejo Alto, pero luego pasó al de Abona al establecerse definitivamente en Arona, donde contrajo matrimonio con una prima y, tras la muerte de ésta, con una de sus hermanas. Obtuvo la licencia absoluta a causa de una ceguera casi completa, lo que le impidió alcanzar los años suficientes de servicio para que se le concediese el retiro con uso de uniforme y fuero entero de guerra. El resto de su vida permaneció al cuidado de sus propiedades, como uno de los mayores contribuyentes de Arona, pueblo en el que tuvo una pequeña actividad pública.

     Nació en la calle del Medio del Realejo Alto el 14 de junio de 1803, siendo hijo de don Juan Sarabia Bethencourt, natural del pago de Arona, y doña Juana Perera Vasconcelos, que lo era del pueblo norteño. Cinco días después fue bautizado en la iglesia parroquial matriz de Santiago del Realejo Alto por el presbítero don Salvador Vasconcelos, con licencia del beneficiado don Pablo José Méndez; se le puso por nombre “Basilio” y actuó como madrina doña Petra Vasconcelos, de la misma vecindad…

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Artículo-BASILIO SARABIA Y PERERA

Los vecinos de Arafo fallecidos a consecuencia de la Guerra Civil y la Cruz de los Caídos construida en su memoria

arafo-cruz-caidos     La Guerra Civil Española fue una tragedia colectiva para este país en su conjunto, pero sin duda lo fue aún más para aquellas familias que tuvieron que ver como sus hijos, en algunos casos casi unos niños, eran movilizados a la fuerza y llevados al frente para combatir en un enfrentamiento absurdo entre paisanos, solo por tener diferentes ideas. En Canarias, la primera región que pasó al bando franquista por iniciarse aquí el alzamiento, todos los jóvenes fueron obligados a alistarse en el Ejército Nacional, en la mayoría de los casos en contra de su voluntad, para sufrir en esos años de enfrentamiento un trauma psicológico que les dejaría marcados para el resto de su vida. Pero un porcentaje no pequeño dejó su vida en el frente, o sufrieron heridas graves que les dejaron secuelas para siempre; incluso algunos enfermaron durante la Guerra y, aunque regresaron a su tierra, murieron a consecuencia de ello. Sin duda, esos jóvenes también fueron víctimas del franquismo, del golpe militar que acabó con la II República Española, tras una cruenta guerra que duró casi tres años. A ellos vamos a dedicar este artículo y en otra ocasión nos ocuparemos de los represaliados por los vencedores de la Guerra y el régimen dictatorial que le siguió.

     Con motivo de la Guerra Civil entregaron su vida un total de 11 vecinos de Arafo, cuatro cabos (don Jesús Santiago Guanche Fariña, don Julián Gil Hernández, don Gabriel Domingo Fariña Fariña y don Nicolás Sosa Pérez) y siete soldados (don Domingo Albertos Borges, don Jaime Marrero Fariña, don Lucas González Fariña, don Paulino Batista Peña, don José Brito Marrero, don Baldomero Nicolás González Fumero y don Tomás Hernández Delgado). De ellos, siete eran naturales del propio municipio y cuatro habían nacido fuera (dos en Cuba, uno en Fasnia y otro en Santa Úrsula). Diez murieron en acciones de guerra o a consecuencia de las heridas sufridas en ellas y solo uno a causa de enfermedad contraída en el frente. Inicialmente, el destino parecía proteger a los combatientes de Arafo, pues en el primer año y medio de no falleció ninguno; pero luego se aceleraron las desgracias y diez murieron en el plazo de un año, pues el primer caído fue el cabo de Falange don Jesús Santiago Guanche Fariña (el 21 de enero de 1938); mientras que el último lo fue el cabo de Infantería don Nicolás Sosa Pérez (el 23 de enero de 1939), con la salvedad de don Tomás Hernández Delgado, quien falleció enfermo en su domicilio de Arafo el 9 de enero de 1940.

     Al finalizar la Guerra Civil, a raíz de una disposición del Gobierno central, se acordó colocar en Arafo una Cruz de los Caídos para recordar a los araferos caídos en el Bando Nacional durante la Guerra Civil, la cual se terminó de instalar a comienzos de 1940. Luego ese monumento fue remodelado y reubicado en tres ocasiones, dotándosele de una lápida patriótica e incompleta, hoy de difícil justificación ante la Ley de la Memoria Histórica…

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Artículo-ARAFEROS FALLECIDOS EN LA GUERRA CIVIL-CRUZ DE LOS CAÍDOS

Candelaria: Fray Alfredo Turrado Carracedo (1926-1999), sacerdote dominico, lector, Licenciado en Teología, profesor, director general del Rosario, promotor de Vocaciones, párroco comprometido de Araya y cronista de la Virgen de Candelaria

alfredo-turrado-carracedo     Nuestro biografiado profesó como dominico en Almagro (Ciudad Real), se ordenó de sacerdote y obtuvo los títulos de Lector y Licenciado en Teología, en Salamanca. Estuvo destinado en los  conventos de Almagro, Valencia, Córdoba, Madrid y Armilla (Granada), donde ostentó los cargos de profesor, director general del Rosario, promotor de Vocaciones, capellán del Ejército, procurador provincial, superior de los dominicos. Luego vino destinado a Candelaria, donde ejerció su apostolado durante más de dos décadas, tanto en el Convento, del que fue lector, como de la Basílica, al servicio de la Patrona. Pero, sobre todo, es recordado como el primer párroco de Araya durante casi 21 años, en los que asumió profundamente su compromiso, apoyando e impulsando diversas obras de mejora en su parroquia y en el barrio. Asimismo, como gran devoto de la Virgen de Candelaria, publicó varios trabajos sobre ella y su santuario, tanto libros como artículos en la prensa tinerfeña y en algunos programas de fiesta, varios de ellos dedicados a Araya.

     Nació en Calzada de la Valdería (León) el 1 de marzo de 1926, siendo hijo de don Julián Turrado García y doña Genoveva Carracedo. Tuvo otro hermano religioso, fray Tomás Turrado Carracedo (1940), sacerdote dominico, párroco de Las Cuevecitas (Candelaria) y prior regional de Venezuela; y dos hermanas que también fueron monjas dominicas. Además, un primo, fray Florencio Turrado Turrado (1937), fue igualmente sacerdote dominico, párroco de Igueste de Candelaria y Barranco Hondo, actualmente destinado en Almería; asimismo, fueron religiosos dominicos otros tres primos, hermanos entre sí, fray Helidoro, fray Anastasio y fray Alberto Carmona Carracedo, así como dos hermanas de éstos…

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Artículo-FRAY ALFREDO TURRADO CARRACEDO

Güímar: Don José Hernández Rodríguez (1805-1887), clérigo tonsurado, comandante graduado de Milicias, comandante de armas, alcalde constitucional, corresponsal de la Junta de Agricultura del distrito de Canarias y recaudador municipal

jose-hernandez-rodriguez     Al igual que dos de sus tíos, inicialmente se sintió atraído por la carrera eclesiástica y llegó a ser clérigo tonsurado. Pero la falta de vocación y una tradición familiar mucho más arraigada en las Milicias lo llevó abandonar la vida religiosa, para dedicarse por entero a la militar; así, ingresó como cadete en el Regimiento de Milicias Provinciales de Güímar, en el que luego ascendió a subteniente, teniente y capitán de Milicias, e incluso actuó como sargento mayor interino de dicho cuerpo. Por supresión del citado Regimiento pasó al Batallón Ligero Provincial de La Laguna nº 1 de Canarias, en el que actuó como depositario y recibió el grado de comandante; también estuvo movilizado en la guarnición de Santa Cruz de Tenerife en dos ocasiones. Obtuvo su retiro, tras 33 años y medio de servicios, en los cuales actuó en varias ocasiones como comandante de armas de Güímar, incluso después de retirado. Además, destacó como propietario agrícola y fue alcalde constitucional de su municipio natal, perito repartidor de contribuciones, elector contribuyente, secretario escrutador de la mesa electoral, vocal de la Junta Municipal de Sanidad, corresponsal de la Junta de Agricultura del distrito de Canarias, recaudador municipal de contribuciones y depositario de los fondos de la sociedad de aguas Río y Badajoz.

     Nuestro biografiado nació en el barrio de Los Majuelos (Güímar) el 9 de febrero de 1805, siendo hijo de don Francisco Nicolás Hernández Marrero y doña Josefa Rodríguez y Torres, naturales de dicho pueblo, aunque oriundos parcialmente de Arafo. Ese mismo día fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por su tío don Nicolás Rodríguez Torres, con licencia del beneficiado don Florentín Núñez y Torres; se le puso por nombre “José Apolonio de Jesús María del Rosario” y actuó como madrina su tía abuela, doña Felipa Adrián, quien nombró a doña Rita Adrián para que la ayudase por su ancianidad, siendo ésta la que lo tuvo en el bautismo…

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Artículo-JOSÉ HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ

El Somatén Armado del distrito de Adeje en su primera etapa (1924-1931)

adeje-jueces     El Somatén Armado, antigua milicia popular de rancio abolengo tradicional, surgió en el siglo XI en Cataluña, donde enseguida alcanzó un gran arraigo. Tuvo especial fama y resonancia a comienzos del siglo XIX, con motivo de la invasión del territorio español por las tropas de Napoleón, pues contribuyó de forma decisiva a la derrota de los franceses. Al constituirse la I República, en el año 1873, el Somatén fue disuelto, aunque por poco tiempo, ya que al empezar las revueltas carlistas volvió a ser instituido por Figueras. En 1876 volvió al primer plano del relieve nacional, al levantarse en armas y aplastar en tres días los últimos focos de la insurrección carlista. Más tarde, el Somatén volvió a revitalizarse con ocasión del golpe de Estado del general Primo de Rivera, en 1923, pues en su manifiesto a la Nación, el general hizo un encendido panegírico del Somatén y anunció la inmediata reorganización de esta milicia en los lugares donde ya hubiera existido y su creación en todas las provincias que no la hubieran tenido nunca, así como en las plazas de soberanía del territorio marroquí. Posteriormente, en 1931 el Gobierno de la II República decretó la disolución definitiva del Somatén. No obstante, después de finalizada la Guerra Civil, en 1945 el general Franco recuperó esta institución, que se mantuvo durante décadas. Dado su origen, la Patrona del Somatén Nacional sería Nuestra Señora de Montserrat, que se festejaba el 27 de abril.

     Una vez constituido en Canarias, a comienzos de agosto de 1924 se nombraron los primeros mandos del Somatén Armado en Tenerife, tanto de los partidos como de los diferentes distritos municipales. En ese año, la estructura del Somatén de Tenerife estaba compuesta por 5 cabos de partido, 5 subcabos de partido, 37 cabos de distrito (seis de ellos en Santa Cruz, dos en La Laguna y uno en cada municipio), 38 subcabos de distrito, y numerosos cabos y subcabos de pueblo o barrio. En cuanto al partido judicial de Granadilla de Abona, al que pertenecía Adeje, incluía 8 municipios y el Somatén Armado estaba compuesto por 64 miembros: 1 cabo de partido (don José Pomar García) y 1 subcabo de partido (don Blas Batista Pérez), 8 cabos de distrito, 8 subcabos de distrito y 46 somatenistas.

     A comienzos de agosto de 1924 se nombraron los primeros responsables del Somatén Armado de Adeje: cabo de distrito, don Alonso Cabrera González, y subcabo de distrito, don José García Rodríguez. Por un estado numérico del Somatén de Canarias, fechado a 1 de diciembre de ese mismo año, conocemos cual era la aún escasa fuerza del mismo: 1 cabo de distrito, 1 subcabo de distrito y 10 somatenistas; en total, 12 miembros. En esta villa, el Somatén contó con un cuartelillo, donde prestaban su servicio, que estaba dirigido a la prevención de la delincuencia y mantenimiento del orden público. Como cabos jefes del distrito en esta etapa sucedieron al ya nombrado, don Fermín Fraga González y don Manuel Fernández Piñeiro…

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Artículo-SOMATÉN ARMADO DE ADEJE

Fasnia-Güímar: Don Juan Cabrera González (1905-2002), carpintero, maestro armero, mecánico, tonelero, herrero, relojero y agricultor

juan-cabrera-gonzalez     Hombre de unas extraordinarias habilidades manuales, aprendió con su padre el oficio de carpintero, trabajando incluso como carpintero de ribera; además, ejerció como maestro armero, el más destacado del sur de Tenerife, así como mecánico, tonelero, herrero y relojero. Como actividad complementaria, también se dedicó a la agricultura y su principal afición fue la caza. Vivió hasta los 21 años en La Zarza (Fasnia) y luego se estableció en El Escobonal (Güímar), donde vivió la mayor parte de su vida y fue conocido como “Juanito el Carpintero”.

     Nació en Los Roques (Fasnia) el 12 de abril de 1905, siendo hijo de don Juan Cabrera Alvarado, natural de Betancuria (Fuerteventura), y de doña Francisca González Marrero, que lo era de La Zarza (Fasnia). Creció en el seno de una familia numerosa, pues tuvo siete hermanos y tres hermanas, en la que destacaron los carpinteros…

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Artículo-JUAN CABRERA GONZÁLEZ

Granadilla de Abona: Don Antonio Venero del Castillo (1742-1817), capitán de Milicias graduado de Infantería y alcalde real de Granadilla

antonio-venero-del-castillo     Al igual que muchos de sus familiares, nuestro biografiado prestó sus servicios en el Regimiento Provincial de Abona, en el que ingresó como cadete para luego ascender a subteniente y teniente de Fusileros, teniente de Granaderos y capitán de nuevo de Fusileros, a pesar de que sus superiores informaron reiteradamente que tenía poca o ninguna aplicación como oficial; también prestó sus servicios en la guarnición de Santa Cruz de Tenerife, donde sufrió un arresto por un turbio asunto económico. Al obtener su retiro, tras 45 años y medio de servicios, se le concedió el grado de capitán de Infantería. Además, destacó como propietario agrícola y fue elegido alcalde real de Granadilla en dos ocasiones.

     Nació en Granadilla hacia 1742, siendo hijo del capitán don Antonio José Venero del Castillo, natural de Vilaflor, y doña Josefa (Lozano) Fonte García del Castillo, que lo era de Granadilla. Desconocemos con exactitud la fecha de su nacimiento y de su bautismo, por haber desaparecido el libro 3º de bautismos de la parroquia de San Antonio de Padua en el incendio ocurrido en 1805 en casa del presbítero don Francisco Miguel Rodríguez Bello, notario público eclesiástico de dicho pueblo…

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Artículo-ANTONIO VENERO DEL CASTILLO

Distinciones concedidas por el Ayuntamiento de Fasnia durante el último régimen dictatorial (1939-1979)

fasnia-distinciones-1979     En este artículo nos vamos a centrar en las distinciones concedidas por el Ayuntamiento de Fasnia durante el último régimen dictatorial, es decir, desde el final de la Guerra Civil hasta las primeras elecciones municipales democráticas, celebradas en 1979.

     En la etapa estudiada se concedieron tres títulos de Hijo Adoptivo (don Domingo Pérez Cáceres, don Blas Pérez González y don Enrique Cejas Zaldívar) y uno de Hijo Predilecto (aunque éste por error, por lo que fue anulado), diversos “votos de gracia” y felicitaciones a maestros o funcionarios del Ayuntamiento, así como adhesiones a homenajes y distinciones de carácter insular o nacional. Además, se nominaron tres calles (Domingo Pérez, Cáceres, Avenida de la Paz y Avenida del Silencio), el cementerio municipal (San Isabelino) y el colegio público (Guajara); y se aprobó el primer Reglamento Municipal de Honores y Distinciones.

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San Miguel de Abona: Don Francisco Guzmán y Cáceres (1769-1850), párroco propio durante tres décadas, que da nombre a una calle de la localidad

francisco-guzman-caceres     Poco sabemos de este recordado sacerdote canario que desarrolló la mayor parte de su labor pastoral como párroco en propiedad de San Miguel de Abona, donde ejerció durante tres décadas, hasta su muerte, implicándose en todas las obras de mejora que se hicieron en dicha localidad en esa época, algunas de las cuales pagó de su propio peculio. Gozó de gran prestigio en el municipio y, como reconocimiento a sus desvelos por éste, tras su muerte el Ayuntamiento de dicha localidad dio su nombre a la calle en la que había vivido.

     Nuestro biografiado nació hacia 1769, pero de momento no hemos podido averiguar el lugar en que lo hizo, aunque sin duda era natural de estas islas y, por sus apellidos, probablemente de Gran Canaria, La Palma o Tenerife. Tras ser ordenado de Presbítero, suponemos que desarrolló durante varias décadas su labor de apostolado en distintas localidades de la geografía isleña, que aún no hemos podido documentar. El último y principal destino de la carrera eclesiástica de don Francisco fue el de cura párroco de San Miguel de Abona, que obtuvo en propiedad por oposición. El 28 de enero de 1820, a los 51 años de edad, tomó posesión de la parroquia del Arcángel San Miguel, a cuyo frente permaneció durante 30 años, hasta su fallecimiento. También actuó como mayordomo de fábrica de dicha parroquia y aún ostenta el récord de permanencia al frente de ella, a lo largo de toda su historia…

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Artículo-FRANCISCO GUZMÁN Y CÁCERES

Guía de Isora: Don Manuel Fuentes Delgado (1893-1916), músico militar de segunda fallecido en plena juventud

manuel-fuentes-delgado     Nuestro biografiado se inició como músico en las bandas que surgieron de Guía de Isora a comienzos del siglo XX. Gracias a ello, con tan solo 15 años pudo ingresar como músico de tercera voluntario en la Música militar del Regimiento de Infantería Tenerife nº 69, en la que a los 18 años obtuvo por oposición una plaza de músico de segunda, con lo que pasaba a ser militar profesional, con una graduación equivalente al empleo de sargento. Pero falleció a consecuencia de una grave enfermedad, mientras disfrutaba un permiso en su pueblo natal, cuando aún no había cumplido los 23 años de edad, con lo que se truncaba la que podía haber sido una brillante carrera como músico militar.

     Nació en Guía de Isora el 7 de enero de 1893, a las seis de la madrugada, siendo hijo de los labradores don Pedro Fuentes Delgado, natural del Valle de Santiago, y doña Victoria Delgado Jiménez (conocida por “María”), que lo era de la primera localidad. El 29 de febrero inmediato fue bautizado en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Luz por el cura servidor don Luis Díaz y Luis; se le puso por nombre “Manuel Eladio del Sacramento” y actuó como madrina doña Feliciana Meneses Rodríguez, casada y labradora, siendo testigos don Juan Agustín Mendoza González y don Francisco Herrera Medina, de la misma naturaleza y vecindad…

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Artículo-MANUEL FUENTES DELGADO