La inauguración de las aguas conducidas a Tamaimo (Santiago del Teide) desde la Fuente de Tenerguera (1912)

A pesar de ser el mayor núcleo de población del actual municipio de Santiago del Teide, el pueblo de Tamaimo ha tenido que luchar mucho para lograr que fuese dotado con los servicios más elementales. Tras ser abolido el Señorío del Valle comenzaron los intentos para que los principales servicios pasasen a este pueblo, donde además residían las personas más acomodadas y poderosas del mismo. Así, cuando éstas alcanzaron el poder, a partir de la segunda mitad del siglo XIX se inició el traslado paulatino a dicho pago de los principales servicios municipales: la cartería, en 1868; la escuela pública de niños, en 1903; el Ayuntamiento y el colegio electoral, después de 1910. Por entonces también se promovió la conducción de agua hasta Tamaimo, para el consumo de la población. Tras intensas gestiones y una considerable aportación económica por parte del vecindario, encabezado por los ricos propietarios don Manuel Quintero Delgado y don Antonio González Gorrín, con el apoyo del gobernador civil, don Antonio Eulate y Fery, quien también había autorizado el traslado del Ayuntamiento a esta localidad, las aguas llegaron por fin a Tamaimo en febrero de 1912, desde la fuente de Tenerguera, la más importante del Valle de Santiago, solo dos años después de que la erupción de El Chinyero tuviera en vilo a esta población.

La fuente de Tenerguera está situada en el salto del mismo nombre, al oeste del caserío de El Molledo y relativamente cerca del pueblo de Tamaimo. Según el informe militar titulado “Descripción topográfica de la isla de Tenerife”, redactado por el teniente coronel Julio Ardanaz y fechado en La Laguna el 31 de agosto de 1907, dicha fuente o manantial era por entonces la más importante del Valle de Santiago: “No abundando el agua tiene que surtirse de ella en Herjos, cuando es insuficiente la de las fuentes de Tenerguera, la más importante, Tierno, La Guancha y la de Santiago, situadas las tres primeras en las faldas de la montaña de la Cruz de Hijada y la última en el barranco de Vargas”; añadiendo luego sobre la aldea de Tamaimo, que “No teniendo agua para su vecindario se la proporciona de las inmediatas fuentes de Tenerguera y Guama, y en algunos casos del barranco Seco”; y que “Los caseríos del Retamar, El Molledo y la Vera de Tamaimo cuentan con recursos semejantes a los de Tamaimo y Santiago, pero en menor escala; faltos de agua se surten de la fuente de Tenerguera”…

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