Miembro de una familia destacada, nuestro biografiado ingresó en la Orden de Predicadores en el Convento de Santo Domingo en Soriano de Güímar y luego se ordenó de presbítero; desarrolló su labor ministerial en el citado convento dominico de su pueblo natal, en el que había profesado, y luego en el de Santa María de la Consolación de Santa Cruz de Tenerife. Posteriormente fue nombrado sacristán mayor, sochantre y organista de la ayuda de parroquia de Ntra. Sra. del Pilar de la Villa de Santa Cruz de Tenerife, cargos en los que permaneció durante casi seis años, a pesar de los choques que tuvo con el beneficiado servidor, que le llevaron a presentar su renuncia, que no le fue aceptada. Tras su secularización emigró a Venezuela, donde desarrolló una intensa labor pastoral como párroco de Onoto, en la provincia de Barcelona (actual estado Anzoátegui); también atendió el servicio religioso de otros poblados de la zona occidental y central de dicha provincia, como San Pablo, San Lorenzo, La Margarita del Llano y San Francisco, así como la villa capital del amplio término, Aragua de Barcelona, de la que aquellos dependían. Asimismo, tuvo cierta participación en la política nacional, pues fue elegido diputado provincial principal de Barcelona y, como tal, intervino en la elección del presidente de la República. Quizás por ello fue asesinado mientras estaba al frente de la parroquia de Carito, en la Guayana.
Nació en Güímar el 13 de agosto de 1786, siendo el hijo menor de don Leonardo de la Cruz y Campos y doña María Candelaria de Castro y Perdomo. Cuatro días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por el beneficiado propio don Luis Ambrosio Fernández del Castillo; se le puso por nombre “Juan Hipólito Casiano” y actuó como padrino don Juan Delgado, vecino de dicho lugar y natural del de Candelaria en Igueste…
En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo:
Muy bueno saber estos detalles históricos y sobre todo cuando se trata de nuestro pueblo onoto.