El municipio de Güímar se ha caracterizado siempre por el elevado número de hijos que han dedicado su vida a la iglesia. Uno de ellos fue don Trino Torres Hernández, quien tras su ordenación sacerdotal desarrolló una intensa y larga labor ministerial en muchas localidades de la Diócesis. Destacó como orador sagrado y desempeñó sucesivamente los destinos de capellán del Hospital provincial “Nuestra Señora de los Desamparados”; coadjutor en las parroquias de Guía de Isora e Icod de los Vinos; ecónomo y mayordomo de la fábrica parroquial de Fasnia, durante más de siete años; cura interino de La Guancha; ecónomo de Fuencaliente; regente de Taganana; coadjutor de Güímar y La Orotava; ecónomo de Vilaflor y La Guancha, esta última durante once años, donde también fue miembro de la Junta local de Primera Enseñanza; regente y ecónomo de El Sauzal, durante un par de décadas, donde también fue somatenista, vocal de la Junta Municipal del Censo Electoral y de la Junta Local Antituberculosa; y ecónomo de La Esperanza. Tras su jubilación, debido a su avanzada edad, se estableció en La Laguna, donde murió con casi 90 años de edad, siendo el decano de los sacerdotes diocesanos de su época.
Este recordado güimarero nació en el barrio de Los Majuelos el 2 de julio de 1869, a las tres de la madrugada, siendo hijo de don Felipe Antonio Expósito Díaz, natural de La Laguna y doña Ceferina Hernández Rodríguez que lo era de Güímar. El mismo día de su nacimiento recibió el bautismo en la iglesia de San Pedro Apóstol, de manos del beneficiado ecónomo don Juan Elías Hernández; se le puso por nombre “Trino Antonio María” y actuó como padrino don Trino García Gutiérrez. Muchos años más tarde, hacia 1922, su familia paterna sustituyó el apellido “Expósito” por “Torres”, que ya usarían todos sus miembros…
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