Güímar: Don José Domingo Hernández de Castro (1773-1854), capellán y clérigo presbítero adscrito a la parroquia de San Pedro, que sufrió un prematuro trastorno mental

Miembro de una de las familias más destacadas de Güímar y Arafo, sobre todo en la milicia y la iglesia, nuestro biografiado siguió la carrera eclesiástica y, tras obtener dos capellanías y un patrimonio vitalicio, contó con renta suficiente para ordenarse de presbítero. Como sacerdote estuvo adscrito el resto de su vida a la parroquia de San Pedro de su pueblo natal, en la que inicialmente concurría al coro y colaboraba con el párroco en la celebración de misas y sacramentos, hasta que un prematuro trastorno mental lo apartó de las tareas parroquiales, sobreviviendo con la renta que le daban sus capellanías y su patrimonio, al cuidado de su hermana Francisca.

Nació en Güímar el 15 de marzo de 1773, siendo hijo de don Silvestre Hernández de Mesa y Díaz y doña Josefa (Martín) de Castro Díaz. Cuatro días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro por el presbítero don Agustín Antonio Núñez con licencia del beneficiado don José Fernández Camillón; se le puso por nombre “Joseph Domingo Longino” y actuó como padrino el entonces capitán de Milicias don Bernardo de Torres Marrero…

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