Dedicamos este artículo a un destacado sacerdote, oriundo de Güímar, amante de la música y destacado profesor, que llegó a ser un destacado intelectual. Como seminarista cursó una brillante carrera eclesiástica en el Seminario Diocesano de Tenerife, obteniendo el título de Licenciado en Teología en la Universidad Gregoriana de Roma. Tras su ordenación celebró su primera misa en la parroquia de San Pedro de Güímar y ejerció sucesivamente como capellán auxiliar del Ejército, con destino en el Hospital Militar de Santa Cruz de Tenerife, cura ecónomo y párroco propio de San Miguel de Abona, coadjutor de la parroquia de Ntra. Sra. de la Concepción de Santa Cruz de Tenerife, cura ecónomo y párroco propio del barrio de San Andrés, capellán del Reformatorio y párroco en propiedad de Taco; también destacó como orador sagrado. Simultáneamente, obtuvo los títulos de Bachiller, Maestro y Licenciado en Filosofía y Letras; gracias a ellos, desarrolló una dilatada labor docente, que combinó con sus destinos parroquiales, como profesor particular de Bachillerato e idiomas, maestro interino de San Andrés, profesor de Religión del Colegio Alemán y del Instituto de Santa Cruz de Tenerife y catedrático de Griego y Latín de ese mismo Instituto de la capital tinerfeña. Además, dada su arraigada vocación musical, fue director-fundador de la primera Banda de Música de San Miguel, director de un coro en Santa Cruz y cofundador de una banda de cornetas y tambores en San Andrés. A lo largo de su vida mantuvo unos fuertes vínculos con Güímar, donde fue director fundador del Colegio “San Pedro Apóstol” de primera y segunda enseñanza, así como promotor de una biblioteca pública.
Nació en la ciudad de Guía de Gran Canaria el 3 de junio de 1905, siendo hijo de don Juan Evangelista Padrón Sosa, natural de dicha localidad, y doña María Concepción Marrero Pérez, que lo era de la entonces villa de Güímar. Recibió el bautismo en la iglesia matriz de Santa María de Guía. Fueron sus abuelos paternos: don Manuel Padrón Roque y doña Ramona Sosa Guerra, naturales de Guía; y los maternos: don Antonio Marrero Hernández y doña Narcisa Pérez Castillo, que lo eran de Güímar…
En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo: