Vamos a dedicar el presente artículo a una mujer luchadora, con profunda vocación docente. Antes de obtener el título académico ya daba clases a niños de corta edad e incluso dirigió en Santa Cruz de Tenerife un “Colegio de señoritas”, en el que se impartían diversas disciplinas. Después de casada y con dos hijos, tras emigrar su marido a América, decidió obtener el título de Maestra Elemental en la Escuela Normal de La Laguna, como alumna libre, siendo la primera mujer arafera que alcanzó dicha titulación. Gracias a ella ingresó en el Magisterio oficial, siendo su primer destino el de maestra interina de Candelaria, durante catorce meses, al que siguieron los de maestra sustituta de Arafo (seis años), interina de Las Lajas en Icod de los Vinos (cuatro meses) y Altos de León en Arico (nueve meses), y maestra propietaria de Chipude (seis años), Tierra del Trigo (cuatro años) y Malpaís de Candelaria (quince meses). Le sorprendió la muerte con tan solo 59 años de edad, casi 20 de ellos dedicados a la docencia pública.
Esta recordada mujer nació en Arafo el 11 de noviembre de 1872, siendo hija de don Germán Sinforiano Pestano y doña Magdalena Batista Fariña. Cuatro días después fue bautizada en la iglesia de San Juan Degollado por el presbítero arafero don Victor Eusebio Marrero, por entonces encargado de la parroquia; se le puso por nombre “María de la Consolación” y actuó como madrina doña Rosalía Fariña…
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Otra maestra, otro referente, otro magisterio… otro comentario…El mismo reconocimiento, es decir todo el que se merece y más.
Doña María: «hoy las cosas adelantan que es una barbaridad», pero enseñar a leer, a escribir, y a ser «persona de provecho», para un maestro o una maestra, me sigue pareciendo lo fundamental.
Y sin embargo, ahora, buena parte del tiempo se invierte a «evaluar sin nota» y refrendarlo en estadillos.
Así están las cosas, más o menos, tampoco se lo tome al pié de la letra, doña María.
Pedro, se nota tu especial cariño por el magisterio, sobre todo por las maestras, alguna de las cuales marcó tu infancia. Yo cada vez que escribo la vida de un docente le rindo homenaje, pues en una época difícil, mal pagados y a veces no comprendidos, se centraron en sacar adelante a muchas generaciones de canarios, no perdiendo excesivo tiempo en la burocracia que ahora nos distrae de lo que realmente es importante. Totalmente de acuerdo contigo.