Tuvo como profesiones iniciales las de músico y escribiente, que ejerció en Arafo en su juventud. Luego, como perteneciente al reemplazo de 1930, prestó sus servicios militares como soldado de la Compañía Disciplinaria de Cabo Juby. Una vez licenciado regresó a su pueblo natal, donde desempeñó los cargos de vocal 1º y secretario-contador en el Casino “Unión y Progreso”; también colaboró en la prensa con un artículo sobre la idoneidad del aeropuerto insular proyectado en La Hidalga (Arafo). Tras el alzamiento militar, fue nombrado vocal de la Comisión Gestora municipal de Arafo, que solo permaneció un mes y medio, siendo movilizado a continuación como soldado de las Milicias de Falange; como tal participó en la Guerra Civil, en la que obtuvo varias condecoraciones. Una vez finalizada dicha contienda bélica, fue propuesto para fiscal y juez del Juzgado Municipal, pero no los obtuvo; por el contrario, sí fue nombrado encargado de la Oficina local de Colocación Obrera y luego alcalde de Arafo, cargo que llevaba asociado el de jefe local del Movimiento; pero solo permaneció en dichos cargos poco más de seis meses, al tener que incorporarse a la Guardia Civil. Como guardia 2º estuvo destinado durante nueve años en Sevilla, Córdoba y Santa Cruz de Tenerife. Tras obtener el retiro, a petición propia, continuó viviendo en la capital tinerfeña como relojero. Luego emigró con su familia a Venezuela, donde siguió trabajando en dicho oficio y allí murió, dejando amplia sucesión.
Nuestro biografiado nació en Arafo el 25 de julio de 1909, siendo hijo de don Manuel Fariña Hernández y doña Ernestina Fariña Núñez. El 7 de agosto inmediato fue bautizado en la iglesia de San Juan Degollado por don José Trujillo y Trujillo, párroco de Santa Ana de Candelaria y encargado de Arafo; se le puso por nombre “Santiago” y actuó como padrino don Santiago Martín Pérez…
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