Hace algunos años cayó en mis manos un folleto titulado “Memorias” o “Historia cronológica de mi vida”, escrito en el ocaso de su existencia por don Aníbal Rodríguez Fariña o “Arfero”, pseudónimo que utilizó con frecuencia. Llevaba algún tiempo intentando obtener datos de la vida de este arafero excepcional, pues por diferentes fuentes me habían llegado referencias a su extraordinaria labor en Cuba, por lo que esas cuartillas supusieron una de las mayores alegrías de mi trayectoria investigadora, al comprobar que la realidad puede superar con creces la imaginación más creativa.
Tras unos años muy difíciles, don Aníbal obtuvo casi una veintena de títulos en Cuba, que le permitieron ejercer todo tipo de trabajos, algunos de ellos de notable prestigio. Tras muchos años de estudio, que se pagó con su trabajo, llegó a ser Bachiller, Agrimensor y Tasador de Tierras, Mecanógrafo, Calígrafo, Tenedor de libros, Ingeniero agrónomo, Ingeniero eléctrico-mecánico, Licenciado y Doctor en Derecho; gracias a estos últimos ejerció como abogado criminalista, secretario del Ayuntamiento de Morón y juez sustituto. Pero, mientras estudiaba, trabajó como mozo de limpieza, ayudante de instalaciones eléctricas y sanitarias, profesor de las Academias “San Francisco” y “Rabiña”, radio-técnico, repartidor de comestibles, carpintero encofrista, técnico de construcción y músico de la Banda Municipal de Morón y mecánico electricista. Además, fue constructor de barcos, taxidermista, navegante, piloto de avión, submarinista, funador de un museo regional de Historia Natural y miembro del Club de Leones, así como promotor de un albergue nocturno y de mejoras en el embarcadero.
Nació en Arafo el 4 de agosto de 1907, a las dos de la madrugada, siendo hijo de don Heliodoro Rodríguez Coello y doña Concepción Fariña Vizcaíno, naturales y vecinos de la misma localidad. Tres días después fue bautizado en la iglesia de San Juan Degollado por don Hildebrando Reboso Ayala, párroco propio de la misma, actuando como padrino don Manuel Romero Quintero…
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Felicidades por esa magnífica descripción del currículum de Aníbal. Él le decía a mi madre: Conchita soy un burro cargado de títulos. Pasando el tiempo mis padres fueron a Cuba y lo comprobaron ya que estuvieron en su despacho que estaba lleno de títulos colgados en las paredes. Un abrazo. Flora
Muchas gracias Flora. Me alegro que te haya gustado la biografía de tu tío, que pude desarrollar gracias a la documentación y los datos que me dio tu padre. Fue un personajes excepcional, un luchador tenaz contra las adversidades que se fue tropezando a lo largo de su vida, con un increíble afán de superación. Un abrazo.