Adeje: Don Vicente de Agreda y Cisneros (1811-1877), subteniente de Milicias, oficial 1º de la Administración de Rentas y Aduanas de Las Palmas, diputado provincial, socio del Gabinete Literario, persona caritativa y solidaria

Hijo de un militar y funcionario navarro, además de administrador del Marqués de Adeje, y de una gaditana, este desconocido adejero se inició como meritorio, sin sueldo, en la secretaría de la Intendencia de Ejército, durante cinco meses, y de la Administración de las Reales Rentas Unidas de la Provincia, durante algo más de un año. Luego solicitó y obtuvo el nombramiento como cadete del Regimiento Provincial de La Laguna, en el que ascendió a subteniente de Milicias y prestó sus servicios durante más de 14 años. Simultáneamente, ejerció como oficial 2º de la Administración de Rentas en Gran Canaria. Pero luego ascendió a oficial 1º de la misma Administración, destinado en la oficina de Aduanas del partido de Las Palmas, por lo que pidió su retiro de las Milicias. En ese empleo de oficial 1º, ejerció como “vista” de Aduanas, interventor del Registro de Puerto franco e interventor de la oficina de Rentas y Depositaría de la capital grancanaria. En su ejercicio como funcionario se vio sometido a los vaivenes políticos de la época, siendo cesado y readmitido en varias ocasiones por las Juntas Gubernativas. Además, fue elector de diputados a Cortes y senadores, socio fundador del Gabinete Literario de Las Palmas y diputado provincial por Gran Canaria. Al margen de sus cargos, nuestro biografiado destacó como persona caritativa y solidaria.

Nació en la Villa de Adeje el 1 de mayo de 1811, a las tres de la tarde “más ó menos”, siendo hijo de don José María de Agreda Cavanillas, “Admor. grâl. de esta casa fuerte y Estados del Exmô. Sôr. Marques de Bélgida”, natural de la ciudad de Tudela “en el Reyno de Navarra de la Península Española”, y doña María Vicenta de Cisneros de Pruna, natural de la ciudad de Puerto de Santa María (Cádiz), y ambos vecinos de dicha villa. Fue bautizado al momento de nacer “en caso de necesidad en la casa y habitación de sus padres” por el beneficiado servidor don Agustín Hurtado de Mendoza y Salazar; y cuatro días después, el 5 de mayo, se ratificó dicho bautizo por dicho sacerdote en la iglesia de Santa Úrsula; se le puso por nombre “Vicente Felipe Santiago de San Agustín” y actuó como padrino don Agustín de Salazar, beneficiado curado propio de dicha parroquia, “quien se hizo cargo de su espiritual parentesco y demas obligaciones”…

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