Los bailes en casas particulares y la proliferación de casinos en Charco del Pino (Granadilla de Abona) durante la II República Española

Charco del Pino-casinos     A principios del siglo XX ya era muy frecuente la celebración de bailes en algunas casas particulares de los pueblos del Sur de Tenerife, durante los fines de semana y otros días festivos, lo que permitía a los campesinos salir de la dura rutina de las labores agrícolas y olvidar por unas horas la dureza de su vida, a la vez que se estrechaban lazos vecinales y podían establecerse relaciones sentimentales entre los jóvenes. Así ocurría en el populoso pueblo de Charco del Pino, en el municipio de Granadilla de Abona.

     Además, a partir de los años veinte y, sobre todo, en la II República Española, las principales localidades de la isla solían contar con uno o dos casinos, si bien la mayoría de los pagos de los distintos municipios solo tenían uno o ninguno. Una excepción a esta generalización la constituye el citado núcleo de Charco del Pino, que a pesar de ser un mero barrio de Granadilla, aunque el de mayor importancia del mismo, llegó a contar en la II República con cuatro sociedades culturales y recreativas, situadas en distintos lugares de dicha localidad, que les daban nombre. De ellas, una se situaba en la zona baja del pueblo, “Bailadero”; otra en la zona media, “Era Alta”; y una tercera en la zona alta, “Chiñama”. Pero no tenemos constancia de que dichos centros estuviesen legalizados, pues no figuran en el Registro de Asociaciones que llevaba el Gobierno Civil.

     En dichos casinos la principal actividad eran los bailes, que se celebraban sobre todo por las fiestas de Navidad y Carnavales, tanto de disfraz como de magos e, incluso, infantiles. Para amenizarlos contaban, por lo menos, con dos orquestinas u orquestas de baile de la propia localidad: “Llanito”, dirigida por don Alfonso Delgado González, y “Vistita”, que era un cuarteto fundado en 1936; también existía una agrupación de cuerdas en la Sociedad “Bailadero”. Asimismo, organizaban algunos actos culturales, como exposiciones, y suponemos que se celebrarían veladas teatrales, a las que tan aficionados eran los vecinos de la localidad, y que se impartirían conferencias. Todo ello se complementaría con los tradicionales juegos de salón, de baraja o dominó, como ocurría en sociedades afines de otras localidades de la isla…

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Artículo-CASINOS REPUBLICANOS-CHARCO DEL PINO

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