En 1964, la venerada imagen de la Virgen de Candelaria llegó por primera y única vez en la historia al municipio de San Miguel de Abona, con motivo de la Peregrinación que realizó por toda la isla de Tenerife para recaudar fondos con destino a la construcción del nuevo Seminario Diocesano en La Laguna, acontecimiento inolvidable en la historia religiosa de esta isla que duró casi tres meses y medio, del 16 de octubre de dicho año al 28 de enero de 1965. Para esta peregrinación extraordinaria, la imagen de la Virgen contó con una artística carroza, construida en Güímar, en los talleres de mecánica y chapa de Tejera y en la carpintería de Pánfilo y Tino; fue diseñada por don Manuel García Campos y patrocinada por doña Edelmira Pérez Campos, viuda de Mansito, junto con Acción Católica y Cáritas de dicha ciudad; y se montó sobre una camioneta “Commer” de seis ruedas, cedida por la empresa Hernández Hermanos, S.L. En todos los municipios visitados, el fervor de los fieles fue impresionante y el éxito económico se vio desbordado con creces, al recaudar más de siete millones de pesetas.
Procedente de Charco del Pino, en el municipio de Granadilla de Abona, la Virgen visitó San Miguel de Abona, a donde llegó el martes 27 de octubre de 1964, permaneciendo 24 horas en este pueblo; y al día siguiente salió para el Valle de San Lorenzo (Arona). El pueblo se engalanó con esmero para recibir a la imagen de la Candelaria y, a lo largo de su permanencia, se llevó a cabo un apretado programa de actos. Por entonces, este municipio estaba constituido por cinco núcleos de población: San Miguel (cabecera municipal), Aldea Blanca, Las Zocas, El Roque y El Frontón. Contaba en ese año con una única parroquia, San Miguel Arcángel, segregada de la de San Pedro de Vilaflor en 1796, que reunía una población de hecho de 3.150 habitantes y estaba atendida por el cura ecónomo don Miguel González Díaz…
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