La tardía construcción del cementerio de Guía de Isora

Guía Isora-cementerio     Una vez conquistada la isla e implantada en ella la religión católica, existía la obligación de que todos los fallecidos debían recibir sepultura en recintos sagrados, con preferencia en las iglesias parroquiales y, en menor medida, en las capillas de los conventos. Desde el punto de vista religioso, los vecinos establecidos en el actual término de Guía de Isora dependieron inicialmente del beneficio eclesiástico de La Orotava, de 1498 a 1514, y luego del beneficio de San Pedro de Daute (Garachico), de 1514 a 1533; de la parroquia de Ntra. Sra. de los Remedios de Buenavista del Norte, de 1533 a 1679; de la parroquia de San Fernando del Valle de Santiago, de 1679 a 1738 (no obstante, muchos vecinos de Guía, sobre todo de Chío, cumplieron con frecuencia sus obligaciones cristianas en la parroquia de San Marcos de Icod de los Vinos); y a partir de 1738 de la ayuda de parroquia de Ntra. Sra. de la Luz de Guía, elevada a parroquia totalmente independiente a finales de ese mismo siglo. En todas esas iglesias parroquiales fueron recibiendo sepultura, sucesivamente, todos los fallecidos en la amplia jurisdicción de Isora, hasta que en 1860 se bendijo el primer cementerio del municipio.

     No obstante, de forma esporádica también se dio enterramiento a los fallecidos en los distintos núcleos de población de la zona de Isora en las ermitas que iban surgiendo en los mismos, sobre todo con motivo de epidemias. Fueron éstas las de Ntra. Sra. de la Luz de Guía, la de Ntra. Sra. de la Paz de Chío y la de Ntra. Sra. del Rosario de Tejina. Todas tuvieron mayordomos, encargados de su cuidado y mantenimiento, y sacerdotes capellanes (regulares o seculares), que celebraban en ellas la misa en los días festivos…

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Artículo-CEMENTERIO GUÍA DE ISORA

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