Este artículo está dedicado a la vocación sorprendente de una religiosa güimarera, pues tras contraer matrimonio con un paisano acomodado, una vez finalizada la ceremonia se entrevistó con el párroco, don Cristóbal Alonso Núñez, e inmediatamente salió para la casa de su madre y desde allí huyó a caballo hacia La Laguna, perseguida por su esposo. En dicha ciudad se escondió en un par de casas hasta que pudo ingresar en el Monasterio de Santa Clara, donde poco después tomó el hábito, tras la anulación de su enlace, y al año siguiente profesó en dicha Orden, con el beneplácito de su familia, continuando en dicho convento durante 20 años, hasta su muerte prematura.
Nuestra biografiada nació en Güímar el 14 de octubre de 1730, siendo hija de don Juan Hernández de los Reyes y doña Juana Martín de Castro. Al día siguiente recibió el bautismo en la iglesia parroquial de San Pedro, de manos del beneficiado de la misma y de Santa Ana de Candelaria, don Domingo de Paes y Galdona; se le puso por nombre “María” y actuó como padrino don Pedro Hernández Núñez, vecino de dicho lugar…
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