Arico: Don Leonardo Delgado Martín (1842-1902), cabo 2º de Milicias, sargento 2º de Infantería condecorado por méritos en la Guerra de Cuba, guardia 1º y cabo 2º de la Guardia Provincial y guardia municipal sereno de Santa Cruz de Tenerife

Nuestro biografiado abandonó Arico al quedar huérfano y se estableció en Santa Cruz de Tenerife, donde trabajó como jornalero agrícola. En su juventud ingresó en las Milicias Canarias como soldado enganchado en el Batallón Ligero Provisional de Canarias, de guarnición en Santa Cruz de Tenerife, obteniendo una Cruz del Mérito Militar; luego se reenganchó como sustituto en el Batallón Provincial de Las Palmas, aunque estuvo la mayor parte del tiempo en el anterior Batallón. Luego, siendo ya cabo 2º, pasó voluntariamente al Ejército de Cuba, con el empleo de cabo 1º, y en dicha isla, por méritos de guerra se le concedieron tres grados de sargento 2º y este empleo de Infantería, así como la Medalla de Cuba con dos pasadores y una Cruz Roja del Mérito Militar con pensión vitalicia. Después de licenciado se incorporó a la Guardia Provincial de Canarias, como guardia de 1ª y estuvo destinado en el Puesto de Santa Cruz de Tenerife; tras ascender a cabo 2º de dicho cuerpo ejerció como comandante del puesto de Güímar, aunque también estuvo destinado en el puesto de la capital y en el puesto de San Joaquín. Licenciado de nuevo, se reenganchó en la Guardia Provincial, estando destinado como guardia de 1ª en el Puesto fijo de La Laguna, obteniendo su retiro con sueldo, tras haber servido durante casi 27 años en el Ejército, más de 14 de ellos en la Guardia Provincial. Después de retirado ocupó una plaza de guardia municipal sereno de Santa Cruz de Tenerife, en el que permaneció hasta su prematura muerte.

Nació en el pago de Arico el Nuevo el 19 de noviembre de 1842, siendo hijo de don Juan Delgado Magdalena y doña Ana Martín Delgado. Cinco días después fue bautizado en la iglesia de San Juan Bautista por el cura párroco don José Pérez; se le puso por nombre “Leonardo Isabel del Sacramento” y actuó como madrina doña Isabel Cano Mena, de la misma naturaleza y vecindad. El párroco dejó de asentar la partida, por lo que el 2 de agosto de 1865 tuvo que hacerlo su sucesor don Antonio Martín Bautista, atendiendo lo ordenado por el gobernador eclesiástico del Obispado…

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