En este trabajo queremos rendir homenaje a un güimarero entrañable, don Niceto Alberto Díaz, uno de los más activos colaboradores que ha tenido este municipio, tanto en el campo social, como en el cultural y religioso. Trabajó toda su vida, hasta la jubilación, como comerciante en el sector de la moda. Pero destacó, sobre todo, como impulsor de las Fiestas de San Pedro y del Socorro, así como de la Semana Santa, Corpus Christi, Navidad y Carnaval. Colaboró estrechamente con las parroquias de San Pedro Apóstol de Güímar y Santiago Apóstol de El Puertito. Fue además presidente del comité local de la Asociación Española Contra el Cáncer en dicha ciudad. Por todo ello recibió varios homenajes y se dio su nombre a un paseo peatonal en el entorno de la Plaza de San Pedro.
Don Niceto nació en la calle San Pedro de Arriba de Güímar el 20 de marzo de 1932, a las siete de la tarde, siendo hijo de don Juan Alberto Rodríguez y doña Rita Díaz Martín. El 24 de abril inmediato fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por don Domingo Pérez Cáceres, por entonces cura propio y arcipreste del partido; se le puso por nombre “José Niceto Leonardo” y actuó como padrino don Cristóbal Díaz Martín, natural y vecino de la misma villa…
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Un ser maravilloso, un gran maestro, amaba a su pueblo y a su gente, incondicional, igual a los que venían de fuera a veranear, aquí tenían su casa y todos participaban en lo que él pedía.
Cierto su escuela sigue viva.
Jorge, Abel y Sergio.
Son muchos y claro todos los mayores que nos reunimos, hacer flores o cestos con nuestro querido Juan.
Llega la Navidad, hacer cosas para recaudar dinero.
El portal, figuras estupendas compradas por todos los colaboradores.
En esta iglesia de Santiago Apóstol, igual que la de San Pedro o la de El Escobonal, no faltaba nada, él tenía un grupo de amigos que lo que necesitará, lo tenía.
Hablar de Niceto es hablar del Amor y del buen hacer.
Ha formado parte de mi vida desde siempre, junto con sus amigos, adorable.
Gracias a la vida por tenerlos en mi vida.
La verdad, tuve la oportunidad de conocerlo personalmente. Un gran ser humano siempre pendiente de dónde poder poner su granito de arena, un gran servidor en la iglesia de El Puertito, cuando estuvo por allí el sacerdote Roque. Gracias doy a mi creador por conocerle.
Una persona que dejó su huella en Güímar y en muchas personas. A mí personalmente me cedió la responsabilidad de seguir su gran labor en la Asociación Española Contra el Cáncer. Espero no haberlo defraudado.