El presente artículo está dedicado a un modesto agricultor, que a base de tesón logró alcanzar un cierto relieve en su pueblo natal y del que el año pasado se cumplió el primer centenario de su nacimiento. Mientras prestaba su servicio militar fue movilizado con motivo de la Guerra Civil, marchando al frente como cabo de Infantería; al final de la contienda bélica ya había ascendido a sargento provisional. Con dicho empleo volvió a ser movilizado con motivo de la II Guerra Mundial y, mientras prestaba sus servicios en Granadilla de Abona, pasó a la Guardia Civil como guardia 2º de Infantería, siendo destinado a la Comandancia de Fronteras en Badajoz; pero la escasez de sueldo le hizo abandonar dicho cuerpo, en el que solo había permanecido durante seis meses. Después de su retiro, rechazó reincorporarse al Ejército como militar profesional y trabajó como comerciante, pues primero puso una venta de Igueste y luego un bar en La Cuesta. Además, desempeñó diversos cargos en su municipio natal: secretario de la Sociedad Deportiva “Igueste C.F.”, presidente de la Asociación de Vecinos de Igueste de Candelaria y vocal del Club de la Tercera Edad de Candelaria. Como curiosidad, también tenía cierta afición poética, hasta el punto de obtener un primer premio en un concurso insular de coplas.
Nació en Igueste de Candelaria el 27 de enero de 1914, siendo hijo de don Domingo Torres Rodríguez y doña María Oliva Pestano. El 15 de febrero inmediato fue bautizado en la iglesia de Santa Ana de Candelaria por el cura ecónomo don José Trujillo y Trujillo; se le puso por nombre “Domingo” y actuaron como padrinos don Claudio del Castillo Ramos y doña Florentina Pestano García, naturales y vecinos del mismo pueblo. El 31 de diciembre de 1926 fue confirmado en el mismo templo por el obispo Fray Albino González Menéndez-Reigada…
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Quiero expresar mi más profundo agradecimiento por este tan merecido artículo, en el que se describe la trayectoria militar, profesional y social de uno de los Personajes Históricos del Sur de Tenerife, don Domingo Torres Oliva.
Tuve la gran bendición, orgullo y honor de tenerlo como abuelo.
Entre mis recuerdos destaco su disposición para ayudar, ofrecer su tiempo y hasta sus recursos a todo aquella persona que lo necesitara, de forma totalmente incondicional. Por esto y por tantas otras cualidades fue muy querido en su pueblo y actualmente sigue siendo recordado por los nietos y bisnietos de aquellas personas, lo cual, como no podría ser de otra forma, me llena de orgullo. Con toda humildad, me faltan palabras para poder describirlo:
Era un hombre muy culto siempre estaba estudiando, escribiendo poemas…le encantaba leer (libros, periódicos, folletos, todo, absolutamente todo lo que llegaba a sus manos lo leía)
Domingo Torres fue un marido excepcional teniendo el valor suficiente y el inmenso amor para atender y cuidar a su mujer, mi querida abuela Rosenda, hasta sus últimos días. Fue un padre maravilloso y un gran abuelo. Cuando , en la actualidad, mi hija me pregunta cómo fue mi abuelo, yo siempre le respondo que su bisabuelo Domingo fue un ángel que hizo mucho bien en la Tierra antes de llegar al cielo.
Ana Esther Mallorquín Torres
( nieta de Domingo Torres Oliva)
P.D. Abuelito, si desde el cielo, también vas a leer esto, me gustaría darte las GRACIAS por todo. Quiero que sepas que he vuelto a retomar mis estudios tal y como tu querías. Siempre serás mi poeta preferido. Te quiero, abuelo.