El Grupo de Teatro “La Juventud” de la villa de Arafo (1952-1969)

Teatro-1969-La Tercera Palabra     Arafo es una villa de tradiciones arraigadas, que han marcado la historia de esta comunidad a lo largo de los dos últimos siglos. Sobre todo, destaca en el contexto insular por una continuada actividad cultural, que por su antigüedad y prestigio constituye su principal patrimonio; y en ella ocupa un lugar destacado el teatro, que nunca ha faltado en los escenarios de la localidad.

       La tradición teatral de Arafo viene de antiguo. Existe constancia documental de que ya se representaban obras de teatro en esta villa, con motivo de las Fiestas Patronales, en la última década del siglo XIX. Luego, en el seno del Casino “Unión y Progreso” y en las escuelas públicas de la localidad surgieron grupos de aficionados, que llevaron a los escenarios de Arafo numerosas obras. En los años veinte y en la II República destacó la labor teatral de don José Ferrera y su esposa doña Candelaria Fariña, así como del destacado grupo que dirigía don Luis Coello Díaz. Durante la Guerra Civil y en los años siguientes se hicieron varias funciones teatrales, con objetivos benéficos, la mayoría a cargo de Falange. En los años cuarenta actuaron en esta localidad miembros del Batallón de Trabajadores, el grupo de “Educación y Descanso”, el grupo “Renacimiento”, dirigido por don Antonio Torres Campos, y el nuevo grupo de don Luis Coello. Posteriormente, también dirigieron otros grupos en esta villa don Octavio Miguel Pérez Rivero, don Juan Luis Coello Rodríguez y don Leartes Albertos Batista.

     Pero en este trabajo vamos a centrarnos en uno de los grupos de aficionados que mantuvo una trayectoria más dilatada y exitosa, el Grupo de Teatro “La Juventud”, fundado hacia 1952, que se mantuvo en los escenarios durante casi dos décadas…

      En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo:

2 comentarios en “El Grupo de Teatro “La Juventud” de la villa de Arafo (1952-1969)

  1. Posiblemente ha sido la televisión y, por supuesto, los múltiples medios de comunicación, los que nos han llevado a aislarnos, a encerrarnos en nosotros mismos, a casi no hablar… Nos encerramos delante del ordenador, del i-phone, del televisor y se han perdido tradiciones tan hermosas como las del «teatro popular» que tanto bien hizo por la cultura, de la juventud en particular.
    Se aprendía a leer, a entonar, a declamar, a relacionarse, a actuar, a fingir, a llorar, a reír, a vivir y a morir…
    En fin, cómo cambian los tiempos, las costumbres, las tradiciones.

    • Una vez más tienes razón. Hasta hace menos de medio siglo, el teatro popular era una de las pocas manifestaciones culturales que llegaban a los pueblos, junto con los festivales folclóricos y los conciertos de las bandas de música, aunque casi exclusivamente por las fiestas patronales. Hoy la oferta cultural es muy dilatada, gracias a la diversidad de medios de comunicación existente, aunque no tengo tan claro que se aprovechen para ver obras de teatro o documentales. Me temo que las cosas van por otro lado. Evidentemente cambian los tiempos, las costumbres y los gustos.

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