Candelaria-Arico: Don José Antonio Baute Chico (1939-2003), sacerdote de férrea vocación, vicearcipreste de El Hierro y párroco de Arico

     Lo conocí como estudiante del Instituto de Güímar y enseguida me despertó admiración aquel hombre, mucho mayor que nosotros, que partiendo de un origen humilde suplió su carencia de estudios con una enorme voluntad y con la fe absoluta en que lograría alcanzar su meta, el ser sacerdote de Cristo. Y así lo hizo, a pesar de las fuertes trabas que se le pusieron en su camino, pues gracias a su férrea vocación logró ser ordenado y destinado a diversas parroquias de la Diócesis. Pero al final de su vida, la incomprensión dentro de la propia jerarquía eclesiástica volvió a poner a prueba su profunda vocación, que una vez más se impuso a la complejidad humana. Y un absurdo accidente vino a truncar de manera inesperada la vida de este hombre admirable, un humilde y entrañable sacerdote del clero tinerfeño, que fue párroco de El Pinar, vicearcipreste de El Hierro y párroco de Arico.

     Nuestro biografiado nació en Araya el 26 de abril de 1939, alas doce de la noche, siendo hijo de don Juan Baute Chico y doña Matilde Chico Baute. El 2 de julio de ese mismo año fue bautizado en la iglesia de Santa Ana de Candelaria por el cura párroco Fray Vicente Bravo y Bravo, de la Orden de Predicadores; se le puso por nombre “José Antonio” y actuó como padrino don Federico Chico Baute. El 3 de febrero de 1940 fue confirmado en el mismo templo…

         En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo:

Artículo-JOSÉ ANTONIO BAUTE CHICO

2 comentarios en “Candelaria-Arico: Don José Antonio Baute Chico (1939-2003), sacerdote de férrea vocación, vicearcipreste de El Hierro y párroco de Arico

  1. Este ilustre párroco arayero, campechano donde los hubiera, tuve la oportunidad de conocerlo en El Pinar… y mucho más tarde en Arico, durante las fiestas de mi querido Abades.
    Una gran persona.

    • Baute fue compañero mío en el Instituto y siempre mantuvimos una estrecha amistad. Era un hombre sincero y campechano, un hombre de pueblo, como yo, que venció muchas dificultades e incomprensiones para lograr su objetivo. Una gran persona que nunca olvidaré.

Responder a PedroLuis Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *