Tras obtener el título de Maestro Elemental de Primera Enseñanza, siendo el primer isorano que lo lograba, nuestro biografiado fue nombrado maestro de la escuela pública de niños de Guía de Isora, pero solo ocupó dicha plaza durante pocos años. Por entonces, también actuó como apoderado en unos autos de un grupo de paisanos, incluido su padre. Su principal empleo fue el de agente recaudador del Sur de Tenerife, nombrado por el Banco de España para las contribuciones directas, con un ámbito de actuación que abarcaba los municipios de Granadilla (donde tenía su oficina principal), Arico, Vilaflor, San Miguel de Abona, Arona, Adeje, Guía de Isora y Santiago del Teide. Desempeñó dicho cargo durante por lo menos una docena de años, hasta que fue cesado al ser acusado de la falsificación de un recibo, por lo que se le abrió un sumario; ante el temor a una condena, don Saturnino abandonó de la isla rumbo a América, estableciéndose en la ciudad de Quetzaltenango (Guatemala), donde vivió durante muchos años y hasta su muerte, no dejando sucesión.
Nació en Guía de Isora el 11 de febrero de 1840, siendo hijo de don Francisco Linares Rodríguez y doña Rosalía González Hernández, de la misma naturaleza, aunque él era oriundo de Adeje y ella de El Tanque por sus respectivos padres. Cinco días después fue bautizado en la iglesia de Ntra. Sra. de la Luz por el cura propio don José Pérez; se le puso por nombre “Saturnino Manuel de la Dulce Muerte” y actuó como padrino don Manuel González…
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