En este artículo nos vamos a ocupar de un curioso personaje, don José Pomar y Forteza, uno de los sacerdotes más preparados de la Diócesis, pues, además de escribir una obra manuscrita, ostentaba los títulos de abogado de los Reales Consejos, teólogo consultor y juez examinador del Superior Tribunal de Rota de la Nunciatura Apostólica de España, Conde del Sacro Palacio, Caballero de la Espuela de Oro, Penitenciario Mayor Honorario de la Real y Pontificia Basílica de los Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo de la Corte. Tras ejercer como catedrático del Seminario Diocesano de Las Palmas, en el que había estudiado, fue cura rector propio de las parroquias de Santa Úrsula y Granadilla de Abona, donde fue asesinado. Su fuerte carácter lo convirtieron en un polémico sacerdote, ya que no tuvo reparos en enfrentarse con las autoridades locales de los pueblos en los que desarrolló su ministerio, lo que puede justificar su accidentado final.
Nuestro biografiado nació en Palma de Mallorca en junio de 1790, siendo hijo del capitán don Antonio Pomar Forteza, natural de la misma ciudad, y de doña Catalina Forteza Forteza, que lo era de la Villa de Manacor. El 29 de dicho mes recibió el bautismo en la iglesia de Santa Eulalia, de manos del presbítero don Rafael Salva, vicario de dicha parroquia. Fue el mayor de varios hermanos, entre los que conocemos a: don Francisco, don Mariano, don Antonio, don Ramón, don Nicasio y doña Ángela Pomar Forteza. Desde joven vivió en Canarias, probablemente a causa de la profesión militar de su padre, quien estuvo destinado en Cádiz y luego en Santa Cruz de Tenerife…
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