El artículo “Desde mi retiro” (1929), dedicado a Vilaflor por don Diego Crosa y Costa (“Crosita”)

Vilaflor-11     En este trabajo, escrito en Vilaflor de 1929, Crosita comienza explicando que llegó a dicho pueblo como un turista anónimo, hasta que el escritor cubano y corresponsal de La Prensa en tierras chasneras, don Manuel Rodríguez Escalona, se hizo eco de su presencia en una entrevista. Luego se centra en el doctor noruego Holomboe, en cuya casa de salud se hospedaba, destacando el amor de este médico por Vilaflor y la gran labor sanitaria que allí desarrollaba, por la que se había ganado el afecto de todos los habitantes de la localidad. A continuación describe una de las antiguas casas canarias que caracterizan la arquitectura local y el encuentro con una artesana que le explica como se inició la tradición de los originales “encajes de Vilaflor”. Gran parte del artículo está dedicado al cautivador paisaje del pueblo más alto de Tenerife: su atmósfera diáfana, la mejora de las comunicaciones, su clima curativo, su altitud, sus huertas abancaladas y su entorno natural, que compara con el de otros lugares de Tenerife, pero inclinándose a su favor, al poseer unos valores que lo hacen único: sus pinares, sus casas, su iglesia con los cipreses que la custodian, sus almendros, El Sombrerito, el manantial de sus aguas medicinales, etc. Concluye recordando como pudo ser el lugar en época guanche, con un pinar mucho más extenso, cuya tala lamenta; para recordar luego la célebre frase del conquistador que dio nombre a la localidad, al admirar a una bella moza aborigen; y concluye destacando como el pueblo se había convertido en una célebre estación sanitaria, en la que todos los enfermos encuentran la salud.

    El autor, don Diego Crosa y Costa (1869-1942), más conocido por el seudónimo “Crosita, fue un hombre polifacético: poeta, periodista, músico, autor de teatro, actor, dramaturgo, dibujante, caricaturista y pintor. Nacido y fallecido en Santa Cruz de Tenerife, poseía una especial sensibilidad y un profundo cariño hacia todo lo relacionado con su tierra. Notables fueron sus caricaturas de destacados personajes de la vida social, política y cultural de Canarias. En su obra gráfica, la arquitectura tradicional es casi siempre la principal protagonista. Su obra teatral se desenvuelve dentro del costumbrismo isleño. Escribió algunos de los mejores romances y coplas de la literatura canaria y muchas de sus folías son ya piezas imprescindibles de nuestro acervo folclórico tradicional. En su poesía transmitía su sentido del humor, que era original, ingenioso, y cargado de crítica social y política. Fue un personaje singular, de alegre y festiva personalidad, hombre ocurrente y con gran sentido del humor, un auténtico bohemio…

     En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo:

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