Güímar: Don Domingo Hernández de la Rosa (1699-1770), alférez y teniente capitán de Milicias, propietario agrícola y ganadero y hermano mayor de la Hermandad del Rosario

Nuestro biografiado vivió toda su vida en Güímar, dedicándose al cuidado de sus propiedades agrícolas y ganaderas. Simultáneamente, siguió la carrera militar en el Regimiento Provincial de Güímar, en el que ostentó los empleos de alférez y teniente capitán de Milicias, aunque es probable que también alcanzase el sobregrado de capitán, pues con él se le menciona en diversos documentos. Además, fue elegido hermano mayor de la Hermandad del Rosario, que tenía su sede en el Convento dominico de dicha localidad, cargo desde el que tuvo que buscar solución a las controversias surgidas con la Hermandad de la Misericordia de la Parroquia de San Pedro.

Nació en Güímar el 26 de abril de 1699, siendo hijo de don Lucas Hernández Oliva (también conocido como “Lucas Hernández Guapo”) y doña Isabel María de la Rosa (o Arrosa), casados en 1694. El 1 de mayo inmediato recibió las aguas bautismales en la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol de manos del presbítero don Francisco Hernández de la Rosa, con licencia del beneficiado don Bartolomé Peres Sutil; actuaron como padrinos don Juan Ximenes y doña Luisa de Roxas…

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Güímar-Arico: Don Domingo Campos de la Rosa (1884-1970), maestro albañil, agricultor, primer teniente de alcalde de Arico, jurado judicial, somatenista, concejal, secretario suplente del Juzgado municipal, falangista y vocal de la Junta local del Subsidio Pro-Combatientes

Nuestro biografiado, nacido en El Escobonal pero establecido de corta edad en Arico, trabajó durante toda su vida como maestro albañil y agricultor. Además, al igual que su padre, a lo largo de su vida desempeñó numerosos cargos en su municipio adoptivo: primer teniente de alcalde; jurado judicial; somatenista; de nuevo concejal del Ayuntamiento; secretario suplente del Juzgado Municipal, estando al frente de la secretaría durante casi siete meses; falangista y vocal de Junta Local del Subsidio Pro-Combatientes. Contrajo matrimonio en la Villa de Arico, donde dejó una sucesión amplia y longeva.

Nació en el pago de El Escobonal (Güímar) el 21 de marzo de 1884, a las seis de la madrugada, siendo hijo de don Domingo Campos Yanes y doña Estéfana de la Rosa Lugo, naturales y vecinos de dicho pueblo. Al día siguiente fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol de Güímar por el Lcdo. don Fidel Farré Pujol, examinador sinodal, beneficiado de la parroquia y arcipreste del distrito; actuó como madrina doña Dominga Díaz Rodríguez…

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Apuntes para la historia de la Banda de Música de Güímar. Por lo menos entre 1868 y 1870 este municipio llegó a contar simultáneamente con dos agrupaciones musicales

En trabajos anteriores  ya nos ocupamos del origen de la Banda de Música de Güímar, con la información que disponemos al presente, cuya existencia se remonta por lo menos al año 1853, por lo que es la más antigua de todo el Sur de Tenerife, y que a pesar de sufrir alguna crisis continuaba en funcionamiento a finales de los años sesenta de dicho siglo, actuando en las fiestas de San Pedro y la Virgen del Socorro, así como en otras localidades del Sur de la isla, entre ellas Arafo y Granadilla de Abona.

En 1868 ya se había creado una segunda Banda de Música en el nuevo Casino Republicano de la localidad, que se mantenía en 1870, período en el que coexistieron las dos agrupaciones musicales (la Banda “La Unión” y la Banda del Casino Republicano), con las consiguientes rivalidades entre ellas, a lo que vamos a dedicar el presente artículo. Luego se refundieron en una sola banda y así ha continuado hasta la actualidad, aunque con altibajos y distintas dependencias, tanto de sociedades culturales-recreativas como del Ayuntamiento, siendo actualmente una de las más antiguas de Tenerife…

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Güímar: Don Luis Núñez Díaz (1720-1807), capitán de Milicias, mayordomo y hermano mayor de la Hermandad del Rosario, mayordomo de la fábrica parroquial de San Pedro Apóstol, promotor de la construcción de la capilla de San Pedro Abajo y propietario agrícola

Miembro de una destacada familia, de religiosos, militares y políticos locales, con una posición económica bastante desahogada, nuestro biografiado también fue un notable propietario agrícola, que siguió la carrera militar en el Regimiento de Milicias Provinciales de Güímar, en el que ingresó como alférez; luego ascendió a teniente y, finalmente, a capitán de Milicias del mismo cuerpo. Además, tuvo un firme compromiso religioso, pues fue mayordomo y hermano mayor de la Hermandad del Rosario del Convento dominico de Güímar, así como mayordomo de la fábrica parroquial de San Pedro Apóstol, desde cuyo cargo fue uno de los principales promotores de la construcción de la capilla de San Pedro Abajo. En ello tuvo mucho que ver el que su padre fuese notario público eclesiástico, así como contar con varios sacerdotes en su familia: un tío, tres hermanos, un hijo y un sobrino, cuatro de ellos dominicos.

También conocido como “Luis Díaz Núñez”, nació en Güímar el 19 de septiembre de 1720, siendo hijo de don Pedro Hernández Núñez y doña María Díaz de Ledesma. Tres días después fue bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol por el beneficiado don Domingo de Paes y Galdona; se le puso por nombre “Luis” y actuó como padrino el padre fray Gonzalo Hernández, presidente del convento de Santo Domingo Soriano de dicho lugar…

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Güímar: Don Juan Rodríguez Pérez “Juanillo” (1933-2014), albañil, pescador, agricultor, emigrante, componente y director de cuerdas de varias agrupaciones folclóricas y cofundador de “Los Cinco de Agache”

Nuestro biografiado prestó su servicio militar como soldado de Aviación, emigró a Holanda y trabajó como albañil, pescador y agricultor. Pero, sobre todo, al crecer en el seno de una familia de folcloristas, destacó en esta actividad musical, en la que fue director de cuerdas de la Agrupación de Coros y Danzas y de la Rondalla “Axaentemir” de El Escobonal, cofundador del Grupo “Los Cinco de Agache”, instructor de cuerdas de la Rondalla “Chinguaro” de Güímar, director fundador de la Rondalla “Estrella del Sur” de La Zarza, primer director de cuerda de la Agrupación “Aires de Agache” de la Medida y autor de varias composiciones musicales. Por esta actividad musical recibió un homenaje en vida y otro después de su muerte.

Nuestro biografiado, que siempre fue conocido entre sus paisanos como “Juanillo”, nació en El Escobonal (Güímar) el 4 de septiembre de 1933, siendo hijo de don Juan Arturo Rodríguez Castro y doña Severa Pérez Rodríguez, naturales y vecinos de dicho pueblo. El 30 de diciembre de ese mismo año fue bautizado en la iglesia de San José de El Escobonal por el cura encargado don Domingo Pérez Cáceres, párroco de San Pedro y arcipreste del distrito, y actuaron como padrinos don Domingo Díaz Cruz (destacado luchador conocido por “El Champio”) y su esposa, doña Evangelina Rodríguez, vecinos de Fasnia…

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Güímar: Fray Sebastián Álvarez de Ledesma (1714-1774), sacerdote agustino, teniente de cura encargado de la Parroquia de la villa de Santiago y elocuente orador sagrado

Miembro de una destacada familia güimarera, nuestro biografiado profesó en la Orden de San Agustín y cursó estudios en el Convento de dicha Orden de la villa de La Orotava. También pudo morar en los conventos agustinos de Tacoronte, donde ingresó su sobrino Diego, y Vilaflor, que era el único de dicha Orden de todo el Sur de Tenerife, pero de momento no lo hemos podido confirmar. Tras ordenarse de presbítero ejerció como teniente de cura encargado de la parroquia de San Fernando de la villa de Santiago (actual Santiago del Teide). Además, fue un elocuente orador sagrado.

Nació en Güímar el 13 de enero de 1714, siendo hijo de don Diego Hernández de Oliva y doña Luisa Álvarez de Acebedo. El 20 de ese mismo mes fue bautizado en la iglesia de San Pedro por el beneficiado don Domingo de Paes y Galdona y actuó como padrino don Juan Alonso Bencomo, natural de Arafo y de origen guanche. Fue el menor de nueve hermanos y utilizó los apellidos “Álvarez de Ledesma”, aunque ocasionalmente figuraba como “de Oliva”…

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Güímar: Don Pedro Gómez Marrero (1828-1902), sacristán de la parroquia de San Pedro, secretario del Ayuntamiento de Candelaria, maestro de la escuela y sochantre-organista de la parroquia de Santa Ana, secretario del Ayuntamiento y del Juzgado Municipal de Güímar, y primer mayordomo del Señor de las Tribulaciones

Nuestro biografiado se inició en la vida laboral como sacristán de la parroquia de San Pedro Apóstol; simultáneamente, trabajó como escribiente y luego como oficial de la secretaría del Ayuntamiento de Güímar. Luego ejerció durante un año como secretario al Ayuntamiento de Candelaria, donde también actuó como maestro de la escuela incompleta de niños de dicho pueblo y sochantre-organista de la parroquia de Santa Ana. Tras regresar a su pueblo natal, desempeñó en propiedad el empleo de secretario titular del Ayuntamiento de Güímar durante 17 años. Posteriormente, actuó otro año como secretario del Ayuntamiento de Candelaria. Finalmente, ejerció como secretario en propiedad del Juzgado Municipal de Güímar, empleo en el que permaneció durante 27 años y hasta su muerte, en virtud del cual también actuó como delegado del juez municipal. Además de trabajar como funcionario durante más de medio siglo, fue propietario agrícola, interventor electoral suplente y primer mayordomo de la imagen del Señor de las Tribulaciones de la parroquia güimarera.

Nació en Güímar el 31 de enero de 1828, siendo hijo de don Froilán Gómez Flores y doña María del Carmen Marrero de Castro y Camacho. Hallándose en peligro de muerte, fue bautizado al nacer por la partera doña Juana Díaz Marrero, habilitada para ello “en caso de necesidad”. El 1 de febrero inmediato recibió el bautismo oficial en la iglesia de San Pedro Apóstol por el beneficiado don Agustín Díaz Núñez, por entonces Bachiller en Sagrada Teología; se le puso por nombre “Pedro” y actuó como padrino en “las sagradas ceremonias” don José Barrios Texera. Sería conocido como “Pedro Nolasco”…

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Los inicios del folclore canario en El Escobonal (Güímar) y su primera Rondalla

Como ya señalábamos en un artículo anterior, el pueblo de El Escobonal (Güímar), que siempre ha sido famoso por su afición al baile, ha conservado a lo largo del tiempo muchas de las tradiciones de la tierra, en especial las vinculadas a la música folclórica, tan arraigada entre sus habitantes desde hace más de un siglo. En 1924 ya contaba con una parranda organizada, que actuó incluso en las Fiestas de Mayo de Santa Cruz de Tenerife; y en los años cuarenta de ese mismo siglo se formó una Rondalla folclórica, la primera de varias que se han mantenido en dicha localidad hasta la actualidad. De esas primeras agrupaciones nos vamos a ocupar en el presente artículo.

En los años veinte del siglo pasado, ya existía en El Escobonal una parranda folclórica consolidada, que llegó a actuar en la “Gran Fiesta Regional” que se celebró en la plaza de toros de Santa Cruz de Tenerife el jueves 1 de mayo de 1924, a partir de las cuatro de la tarde, organizada por la Juventud Republicana con motivo de las Fiestas Patronales de dicha capital. En ese importante evento se incluyó: una trilla con yuntas, carreras de “barcos”, los “guanches” de Candelaria, las danzas de cintas (incluida la de Güímar), diversas parrandas, exhibición de juego del palo y lucha canaria, así como bailes y cantos del país; también se instalaron ventorrillos, se reprodujo una casa canaria y un molino de viento. No fue una fiesta gratuita, pues las entradas oscilaron entre 1,50 pesetas de la “media entrada de sol” y las 30 pesetas de los palcos.

La primera Rondalla organizada en El Escobonal se formó en los albores de los años cuarenta de ese mismo siglo XX. Fue una de las pioneras de la isla y llegó a ser considerada como una de las mejores, a pesar de que sólo se mantuvo durante esa década, teniendo en la cantante Josefina Marrero uno de sus más firmes valores. Esta agrupación comenzó ensayando en casa de Federico Marrero, para hacerlo luego en el sótano de Mario Delgado y, finalmente, en el Casino situado en el salón de Arsenio Pérez, en la fonda. Se formó con los buenos tocadores procedentes de las antiguas orquestas de baile, junto con los bailadores que habían heredado de sus antepasados un estilo excelente y peculiar, así como las voces más representativas de la comarca. Fue la agrupación más nutrida que ha tenido el municipio de Güímar, pues llegó a contar con 42 tocadores y unas 20 parejas de baile…

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Güímar-Arafo: Don Nelson Hernández Blanco (1928-2016), trombonista, brigada músico del Ejército, miembro de las bandas de música de Santa Cruz de Tenerife, La Laguna, Puerto de la Cruz y Arafo, de la Orquesta Sinfónica de Tenerife, de la Orquesta de la Ópera, de “Los Fregolinos” y “La Zarzuela”, peón de albañil y zapatero

Nacido en Güímar, pero establecido en Arafo desde su niñez, nuestro biografiado se inició en la actividad musical en la academia de la Agrupación Artístico Musical “La Candelaria” de dicha villa, en la que debutó como trombón, instrumento que le acompañó durante toda su vida. A los 19 años ingresó en el Regimiento de Infantería Tenerife nº 49, en calidad de Soldado de 2ª de Infantería voluntario por tres años, siendo destinado a prestar sus servicios como Educando en la Sección de Música de dicho Regimiento; en el mismo cuerpo continuó durante cinco años, en los que ascendió por oposición a Cabo Músico y se le reconoció luego el sueldo de Cabo 1º. En dicha situación pasó a prestar sus servicios en la Sección de Música del Regimiento de Infantería Melilla nº 52, en la que permaneció durante algo más de dos años. Reintegrado a la Sección de Música del Regimiento de Infantería Tenerife nº 49, continuaría en ella durante otros 27 años, sin interrupción, hasta su pase a la reserva; en ese largo período se le concedió el sueldo de Sargento, la asimilación al empleo de Sargento músico de 3ª y los empleos de Músico de Tercera asimilado a Sargento 1º, Sargento 1º músico del Cuerpo de Músicas Militares, por oposición restringida, y Brigada músico; también recibió tres Cruces a la Constancia en el Servicio, pensionadas. Pasó a la reserva tras más de 36 años y medio como músico militar. Además, formó parte de un cuarteto que actuaba en Santa Cruz en las representaciones del Circo “Arriola”; perteneció como trombón a varias bandas de música: Municipal de La Laguna, Municipal del Puerto de la Cruz y Municipal de Santa Cruz de Tenerife, así como a la Orquesta Sinfónica de Tenerife y a la Orquesta de la Ópera, que actuaba en el Teatro “Guimerá”; también reforzó en numerosas ocasiones a la Sociedad Filarmónica “Nivaria” y a la Agrupación Artístico Musical “La Candelaria”, ambas de Arafo; asimismo, formó parte de dos agrupaciones señeras del carnaval tinerfeño, “Los Fregolinos” y “La Zarzuela” del Círculo de Amistad XII de Enero. En la actividad profesional, trabajó en su juventud como peón de albañil y durante toda su vida como zapatero, en los ratos libres que le dejaban sus ocupaciones musicales.

Nació en el barrio de El Rincón de Güímar el 25 de marzo de 1928, a las once de la noche, siendo hijo de don Adolfo Domingo Hernández Bello, natural de Güímar, y doña María de la Piedad Blanco de la Cuesta, que lo era de Cangas de Onís (Asturias). El 26 de noviembre de ese mismo año fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por el cura párroco don Domingo Pérez Cáceres, arcipreste del distrito; se le puso por nombre “Nelson Quirico” y actuaron como padrinos don Alfonso de la Cuesta y doña Dominica de la Cuesta. Con tan solo un par de años se trasladó con su familia al caserío de El Socorro, donde transcurrió parte de su niñez. Luego, cuando contaba ocho años de edad, se establecieron en Arafo, donde sus padres abrieron una fonda…

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Güímar: Don Rigoberto Díaz Melero (1921-1984), alférez médico de complemento, médico titular y jefe local de Sanidad, académico correspondiente de la Real Academia de Medicina de Canarias y autor de la “Geografía médica del término municipal de Güímar”, reconocido con la Medalla de Plata de Güímar y la nominación de una calle

Le conocí desde mi nacimiento, pues fue siempre el médico de cabecera de mi familia, el que cuidó de la salud de todos y, aunque no tenga noción de ello, el que logró sacarme de la anemia que sufrí en mi niñez. Muchas veces estuve en su consulta a lo largo de 27 años y siempre me impresionó aquel hombre serio, pero de trato amable, que nos devolvía la tranquilidad con su siempre atinado diagnóstico y su eficaz tratamiento. Aunque mis visitas disminuyeron mucho en los últimos años, sufrí un enorme disgusto con su muerte, pues sentí que algo de mí, que una parte de mi vida, desaparecía con él.

Don Rigoberto, nacido en una pequeña villa de Cuenca, obtuvo el título de Licenciado en Medicina y prestó su servicio militar como alférez médico de complemento. Estuvo destinado en Tejina (La Laguna), de donde pasó a Güímar, donde ejerció el resto de su vida, desarrollando una intensa actividad profesional como médico titular y jefe local de Sanidad; también fue consejero local del Movimiento, vocal de la “U. D. Güímar” y socio fundador del Club de Leones. Ingresó como miembro correspondiente en la Real Academia de Medicina del Distrito, con un discurso sobre la “Geografía médica del término municipal de Güímar”, que se publicó casi tres décadas después de su muerte. Tras su fallecimiento, se reconoció su intensa labor profesional con la concesión de la Medalla de Plata de Güímar, se dio su nombre a la calle en la que vivía y tenía su consulta y se le tributó un merecido homenaje póstumo.

Nuestro biografiado nació en San Lorenzo de la Parrilla, en la provincia de Cuenca, el 9 de marzo de 1921, siendo hijo de don Herminio Díaz López, natural de Poveda de la Obispalía (Cuenca), y doña Vicenta Melero Montoro, que lo era de la citada villa de San Lorenzo de la Parrilla…

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