Candelaria: Don Esteban García Navarro (1905-1983), maestro nacional, secretario del Casino de Candelaria, auxiliar de secretaría y recaudador interino del Ayuntamiento, cabo de Infantería apto para sargento, somatenista, cofundador y vocal 1º del comité de la Agrupación Socialista Tinerfeña de Candelaria

Después de obtener el título de Bachiller, nuestro biografiado fue elegido secretario del Casino de Candelaria y obtuvo una plaza de auxiliar de secretaría del Ayuntamiento, ejerciendo también como recaudador interino del mismo. Por entonces fue reclutado y pasó a prestar su servicio militar, en el que obtuvo el empleo de cabo de Infantería y se le declaró apto para sargento en la reserva, aunque no llegó a ascender; también se afilió al Somatén Armado de Candelaria. Una vez licenciado, fue nombrado maestro interino sustituto de Igueste de Candelaria, donde ejerció durante cuatro años; además fue cofundador y vocal 1º del comité de la Agrupación Socialista Tinerfeña de Candelaria. Luego cursó la carrera de Magisterio y, una vez terminada, obtuvo varios destinos como maestro interino, entre otros en Miranda de Abajo (Breña Alta), así como en los barrios de El Bufadero y El Cabo (Santa Cruz de Tenerife); también fue delegado local del sindicado socialista Federación Tinerfeña de Trabajadores de la Enseñanza en Las Breñas. Posteriormente, tras superar las oposiciones celebradas en La Laguna, contrajo matrimonio y ejerció como maestro propietario en El Palmar (Buenavista del Norte), Hermigua, La Caleta (Los Silos), Taco (La Laguna), y Santa Cruz de Tenerife.

Nació en Candelaria el 2 de septiembre de 1905, siendo hijo de don Francisco García Hernández, natural de Tacoronte, y doña María de los Remedios Navarro Pérez, que lo era de la citada villa mariana. El 9 de ese mismo mes fue bautizado en la iglesia de Santa Ana por el cura párroco don José Trujillo Trujillo; se le puso por nombre “Esteban” y actuó como padrino don Francisco Rodríguez. Fueron sus abuelos paternos: don Francisco García Martel y doña Francisca Hernández y Hernández, naturales y vecinos de Tacoronte; y los maternos: don Fernando Navarro Hernández y doña Elvira Pérez Fresneda, que lo eran de Candelaria…

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