Recientemente nos ha dejado uno de los luchadores más legendarios del municipio de Candelaria, don Antonio Alonso Torres, sin duda el más sólido puntal surgido en Igueste de Candelaria y en todo el municipio hasta finales de los años sesenta. Conocido siempre como el “Pollo de Igueste”, debutó con el equipo de su pueblo natal, en el que enseguida llegó a ser puntal de Segunda, aportando a dicha localidad algunas de las hazañas luchísticas más gloriosas de su historia. Posteriormente ascendió a destacado y puntal de Primera, por lo que tuvo que abandonar el “Arguama” para luchar en equipos de la máxima categoría: “Benchomo” de Santa Cruz, “Tumbador” de Las Palmas, “Hespérides” de La Laguna y “Unión Santa Cruz” de la capital provincial; con todos ellos ganó numerosos campeonatos y gozó de prestigio regional, pues llegó a derribar a casi todos los puntales canarios de su época. Por ello, recibió en vida numerosos homenajes; entre ellos, poco antes de su muerte se levantó un monolito en su honor en su pueblo natal. Además, fue vocal de la Sociedad “Juventud Iguestera” y trabajó, sobre todo, como empleado de CEPSA.
Nuestro biografiado nació en Igueste de Candelaria el 21 de julio de 1928, a las tres de la tarde, siendo hijo de don Tomás Alonso Marrero y doña Rosa Torres Oliva, naturales y vecinos de dicho pueblo. El 12 de agosto inmediato fue bautizado en la iglesia de Santa Ana de Candelaria por el párroco Fray Benjamín Gutiérrez; se le puso por nombre “Vicente Antonio” y actuaron como padrinos don Tomás Pestano García y doña María Jesús Coello Torres, de la misma vecindad…
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