Este artículo está dedicado a un sacerdote realejero que hasta el presente ostenta el récord de permanencia al frente de la parroquia de San Juan Bautista de Arico. Estuvo adscrito a las parroquias de La Orotava; luego desarrolló su labor ministerial durante dos años como párroco propio de Chipude, donde cesó al obtener licencia para trasladarse a la Península; posteriormente se integró en la parroquia del Realejo Alto, a cuyo frente estuvo durante cinco años como beneficiado servidor. Finalmente, pasó como cura ecónomo a la parroquia de Arico, que luego obtuvo en propiedad y de la que también fue mayordomo de fábrica; en ella desarrolló una brillante labor pastoral durante casi cuatro décadas y hasta su muerte. En ese largo período dio rienda suelta a su vocación artística, pintando varios retablos de su iglesia parroquial, así como la urna del Cristo Difunto, y haciendo notables mejoras en dicho templo, en el que aumentó considerablemente los objetos de culto. Además, fue nombrado capellán de las Milicias de Arico y Fasnia, aunque solo permaneció en el cargo durante cuatro meses; y recibió el título de mayordomo de la Cofradía de Ntra. Sra. de Abona. Asimismo, fue propietario, elector contribuyente e interventor electoral.
Nació en el pago de Tigaiga (Realejo Bajo) el 5 de diciembre de 1809, siendo hijo de don Domingo Martín (Bautista) de León y doña Narcisa López de Santiago y (Abreu) Bencomo, naturales y vecinos del mismo pueblo y ella oriunda del Realejo Alto. Seis días después fue bautizado en la iglesia de Ntra. Sra. de la Concepción por el beneficiado servidor don Cristóbal Pérez Pagés y Barrios; se le puso por nombre “Antonio Francisco de la Concepción” y actuó como padrino don Antonio Lercaro y Ponte, vecino de la Villa de La Orotava…
En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo:
En la Villa de Arico he pasado muchos momentos muy bonitos, a mi Madre le gustaba mucho.