Arafo: Don Juan Máximo Albertos Fariña (1912-1984), carpintero, clarinete y primer vocal de la Agrupación Artístico-Musical “La Candelaria”, cabo de Infantería, actor y director de teatro, profesor de Solfeo, saxofonista de varias orquestas y director de las bandas de música de Arico, Granadilla de Abona, Guía de Isora y El Hierro

Aunque trabajó durante toda su vida como carpintero, destacó sobre todo como un excelente músico, que se inició como clarinete de la Agrupación Artístico-Musical “La Candelaria” de Arafo, de cuya junta directiva fue primer vocal. También ejerció como profesor de Solfeo en Arafo, La Cuesta y La Laguna; saxofonista de cuatro orquestas de Arafo: “La Candelaria”, “Iris”, “Estrella Marina” (que él formó) y “España”; y director reorganizador de las bandas de música de Arico, Granadilla de Abona, Guía de Isora y El Hierro, así como profesor de sus respectivas academias. Además, estuvo movilizado en la Guerra Civil, en la que alcanzó el empleo de cabo de Infantería; fundó un grupo de teatro en Arico, del que fue director y actor; confeccionó los decorados del “Espectáculo Benéfico Infantil Arafo 1956 57”; y dirigió un grupo de majorettes en Guía de Isora.

Nació en Arafo el 10 de enero de 1912, a las once de la mañana, siendo hijo de don Eladio Albertos de Mesa y doña Inocencia Fariña Hernández. El 28 de ese mismo mes recibió las aguas bautismales en la iglesia de San Juan Degollado, de manos del párroco don Hildebrando Reboso y Ayala; se le puso por nombre “Máximo Gonzalo” y actuó como padrino don Máximo Hernández Batista. Curiosamente, en el Registro Civil se le inscribió con el nombre “Juan Máximo”, pero siempre fue conocido en su pueblo como “Máximo”…

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Granadilla de Abona: Don Ramón Pomar Rodríguez (1840-1925), secretario titular del Ayuntamiento e interino del Juzgado Municipal, propietario agrícola, cartero, comerciante, interventor electoral, vocal de comisiones y juntas municipales, cofundador y contador de la Subcomisión de la Cruz Roja, fiscal municipal suplente, adjunto del Juzgado Municipal y jurado judicial

Miembro de una destacada familia que ya hemos estudiado, nuestro biografiado obtuvo la plaza de secretario del Ayuntamiento de Granadilla de Abona, que ocupó durante muchos años; durante un corto período simultaneó su trabajo en el Ayuntamiento con el Juzgado municipal, del que fue su primer secretario, con carácter de interino, y luego actuó como secretario “acompañado” en varios períodos. También ejerció como propietario agrícola, cartero de Granadilla, comerciante de tejidos y accionista de la “Sociedad de riego de la costa de Granadilla”. Además, como elector contribuyente ligado al Partido Liberal Conservador de Tenerife, desempeñó diversos cargos públicos en su municipio natal: vocal de la Comisión de Repartimiento General del Ayuntamiento; interventor electoral; vocal de la Junta de Instrucción Pública; cofundador y contador de la Subcomisión de caballeros de la Cruz Roja; fiscal municipal suplente; adjunto del Juzgado Municipal; y jurado judicial. Construyó un salón almacén de frutos en El Médano y se vio afectado por un huracán, que produjo serios daños en su casa. A lo largo de su vida firmó varios escritos en la prensa, de apoyo o protesta, siempre reivindicativos de su municipio y de todo el Sur de Tenerife.

Nació en Granadilla de Abona el 24 de noviembre de 1840, siendo hijo de don Nicasio Pomar Forteza, natural de Palma de Mallorca, y doña María del Pino Rodríguez Venero, que lo era de la mencionada localidad tinerfeña. Cinco días después fue bautizado en la iglesia de San Antonio de Padua por el cura párroco propio don Francisco Rodríguez Méndez; se le puso por nombre “Ramón Fernando del Sacramento” y actuó como padrino don Ramón García y Torres…

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El largo proceso de creación de la parroquia de San José de El Escobonal (Güímar)

En 1755 se bendijo y abrió al culto la primitiva ermita de San José en el pago de El Escobonal (Güímar), concretamente en la zona de Cano, junto al Camino Real pero en el extremo inferior de dicho pueblo. Por ello, a partir de entonces la mayoría de los vecinos de la comarca de Agache comenzaron a acudir a ella para asistir a la celebración litúrgica dominical y a la fiesta del patrono, dada su mayor proximidad frente a la lejana iglesia parroquial de San Pedro Apóstol de Güímar. Un siglo después, en 1854, el ilustre beneficiado de Güímar don Agustín Díaz Núñez, oriundo de El Escobonal por su abuelo paterno, propuso la creación de una ayuda de parroquia en dicha ermita, precisamente por su lejanía a la parroquia matriz, que fue informada favorablemente por el Obispado en 1856, pero considerando que debía ser una parroquia totalmente independiente. Pero a pesar de las buenas expectativas, ese arreglo parroquial quedó paralizado durante más de una década.

Por entonces, el mencionado párroco o beneficiado propuso la construcción de un nuevo templo en una zona más céntrica de El Escobonal y con mayor capacidad, dado su incremento de población, que lentamente fue construido por el vecindario, siendo bendecido y abierto al culto en 1862. Éste ya contaría con servicio religioso permanente, pero los bautismos, matrimonios y entierros debían continuar celebrándose en la parroquia de San Pedro, única existente por entonces en el municipio y con jurisdicción sobre todo él, con las dificultades de alejamiento que ello suponía. Por ello, en 1867 se reactivó el expediente de la parroquia de San José y en ese mismo año, tras los informes correspondientes, el obispo fray Joaquín Lluch y Garriga decretó su creación.

Pero el Gobierno de la nación paralizó la propuesta y no respondió a ella hasta 1895, disponiendo que se completase el expediente, lo que así se hizo, por lo que en 1897 el obispo don Nicolás Rey Redondo decretó de nuevo la creación de dicha parroquia, que volvió a quedar paralizada, porque el Gobierno no la ratificó. Mientras tanto, para favorecer la asistencia al culto, los párrocos encargados de las ermitas de El Escobonal ya celebraban en ella la mayoría de los bautismos y matrimonios, a los que se unieron desde 1919 los entierros, tras la construcción del cementerio de El Escobonal, aunque las partidas debían anotarse en los libros parroquiales de San Pedro de Güímar.

Finalmente, en 1926 se retomó de nuevo por la feligresía la necesidad de elevar a parroquia a la ermita de San José de El Escobonal y en 1928 el obispo de la Diócesis, fray Albino González Menéndez-Reigada, dispuso que se abriese expediente sobre el arreglo parroquial del Arciprestazgo de Güímar, que fue informado por el arcipreste, que por entonces era don Domingo Pérez Cáceres. En virtud de ello, en 1929 fue erigida por el mencionado obispo la nueva parroquia de San José de El Escobonal, que esta vez si fue aprobada por el Gobierno de la Nación y sancionada por el Rey, por lo que 75 años después de haber sido propuesta inicialmente, el 1 de enero de 1930 comenzó a regir dicha parroquia…

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Guía de Isora: Don Juan Reyes Pérez (1915-1995), Canónigo Honorario de la Catedral, cura ecónomo de Agulo y Tegueste, párroco-arcipreste de Los Llanos de Aridane, La Orotava y Santa Cruz de Tenerife, secretario del Consejo Diocesano de Economía, juez diocesano, profesor del Seminario, Párroco Emérito de San Francisco de Asís de dicha capital e Hijo Adoptivo de Tegueste y Los Llanos

Con este artículo queremos rendir homenaje a uno de los sacerdotes más queridos de la Diócesis Nivariense, el Canónigo Honorario don Juan Reyes Pérez, cuya vida estuvo marcada por la afabilidad, sencillez y austeridad de su carácter, así como por la sensatez y prudencia de sus decisiones. Este entrañable tinerfeño, nacido en Guía de Isora, fue un alumno brillante del Seminario Diocesano, donde también destacó como recitador. Se ordenó de presbítero en Güímar y ejerció sucesivamente como cura ecónomo de Agulo y Tegueste, siendo su labor pastoral reconocida con el nombramiento de “Hijo Adoptivo” de esta villa tinerfeña, donde solo ejerció durante tres años. Luego pasó como párroco-arcipreste a Los Llanos de Aridane, donde desarrolló una brillante labor ministerial durante ocho años, que también fue reconocida con el título de “Hijo Adoptivo”, que se le entregó en el homenaje de despedida. A continuación fue trasladado a la villa de La Orotava, asimismo como párroco-arcipreste de Ntra. Sra. de la Concepción, que regentó durante más de cuatro años. Finalmente obtuvo en propiedad, con el nº 1 en el concurso general a parroquias vacantes, la de San Francisco de Asís en Santa Cruz de Tenerife, a cuyo frente permaneció durante 36 años, 32 de los cuales como arcipreste de dicha capital. Fue asimismo profesor de Religión del Instituto de Bachillerato “Poeta Viana” de Santa Cruz y de Teología Moral del Seminario Diocesano de La Laguna; perteneció a varios consejos consultivos y desempeñó importantes cargos de responsabilidad en la Diócesis, como los de juez prosinodal del Obispado y secretario del Consejo Diocesano de Economía; también destacó como orador sagrado. Poco antes de cumplir sus Bodas de Oro sacerdotales fue nombrado Canónigo Honorario de la Catedral de La Laguna; y a los 79 años de edad se le concedió su merecida jubilación, con un emotivo homenaje, siendo nombrado Párroco Emérito de San Francisco de Asís.

Nació en Guía de Isora el 6 de junio de 1915 a las tres de la tarde, siendo hijo del albañil don Francisco Reyes Delgado y doña Clorinda Pérez Ferrer, vecinos del pago de Guisios. El 3 de noviembre de ese mismo año recibió el bautismo en la iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Luz de manos del cura regente don José Serret y Sitjá…

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Granadilla de Abona: Don José García Oramas (1871-1942), músico militar de primera, director sustituto de la Banda Municipal de Santa Cruz de Tenerife, concertista de clarinete, profesor y compositor, auxiliar de la Depositaría del Ayuntamiento y de la Delegación de Hacienda, recaudador de Hacienda de La Gomera, vicepresidente del Casino y alcalde de San Sebastián

Miembro de una familia destacada de Granadilla de Abona, desde muy joven se integró en la Banda de Música de dicha localidad y enseguida inició su carrera como músico militar; ingresó como educando de cornetas voluntario, pasando luego a educando de música y a músico militar de tercera; tras obtener su licencia absoluta, solicitó y obtuvo su reingreso en el Ejército como músico militar de 2º, ascendiendo finalmente a músico de 1ª, empleo con el que obtuvo su retiro; siempre prestó sus servicios en Santa Cruz de Tenerife, primero en la Sección de Música del Batallón de Cazadores y luego en la del Regimiento de Infantería de Tenerife. Además, en su faceta musical también ejerció en dicha capital como vocal de la Sociedad “Santa Cecilia”, músico de primera y director sustituto de la Banda Municipal, componente de la “Sociedad de Conciertos”, concertista de clarinete, profesor de la academia y tesorero de la “Sociedad Filarmónica”, cofundador del Sexteto “Power” y compositor. Al margen de la música, ejerció como auxiliar de Depositaría del Ayuntamiento de la capital tinerfeña; emigró a Cuba y, tras su regreso, fue auxiliar de Delegación de Hacienda y del Tribunal Económico Administrativo de Santa Cruz; luego pasó como recaudador de Hacienda a La Gomera, donde fue vicepresidente del Casino de San Sebastián y alcalde de la capital de dicha isla.

Nació en Granadilla de Abona el 19 de mayo de 1871, a las tres de la madrugada, siendo hijo del propietario don Antonio García Frías, natural de Arona, y de la maestra doña Ignacia Oramas y Oramas, que lo era de la primera localidad. Tres días después fue bautizado en la iglesia de San Antonio de Padua por el Br. don Juan Frías y Peraza, párroco ecónomo de la misma; se le puso por nombre “José Bernardino” y actuó como padrino su hermano don Antonio García Oramas, siendo testigos don Cristóbal González y don Wenceslao Martín…

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Las antiguas Hermandades de la Parroquia de San Joaquín de Fasnia: Santísimo Sacramento y Rosario

Desde la creación de la parroquia en 1796, hasta bien avanzado el siglo XIX, funcionaron en la parroquia de San Joaquín dos Hermandades, la del Santísimo Sacramento y la del Santísimo Rosario, además de la Cofradía de las Benditas Ánimas. Así se afirmaba en el informe facilitado el 10 de septiembre de 1805 por el párroco don Juan Evangelista Martínez Texera, recogido en la Estadística de Escolar, en el que se indicaba que en la parroquia de San Joaquín: “Las cofradías de Animas, Santísimo y Rosario, datan de la erección de la parroquia y se sostienen con las limosnas de los fieles”. En el inventario de 1798 ya figuraban en el templo: “dos mecitas de pino una de nrâ Srâ del Rosario y otra de la Hermd. del Smô Sacramto. ambas de pino pa. el uso de las Hermandades”; y “a los lados del Altar mayor dos cubos o candeleros grandes de tea donde ponen los estandartes de las Hermes. con sus pies de lo mismo”; además, en la iglesia habían “cinco arcas de pino nuevas una de la Hermandd. del Smô y otra de su Cofradia, otra de la de nrâ Srâ del Rosario y otra de su Cofradia, y otra de la cofradia de Animas todas con sus pestilleras correspondtes”. Varias décadas después, en el inventario de 1834 figuran en la iglesia de San Joaquín: “Siete cajones de cofradias &a. y en uno de estos cajones se halla la ropa de la Iga. por esta no tener Sacristia”. Asimismo, en el inventario de 1924, entre los enseres que se habían salvado del hundimiento del templo continuaban figurando: “Dos bancos de madera para los fieles o hermandades, en regular estado”. En este artículo nos vamos a centrar, sobre todo, en las dos Hermandades, dejando la información concreta de la Cofradía de Ánimas para un artículo posterior.

Ambas Hermandades sobrevivieron con las limosnas de puertas que juntaban los propios hermanos o cofrades en el casco y los barrios, así como con otras cantidades que dejaban los vecinos de promesa, aunque existían serias dificultades para cobrarlas. Las Hermandades asistían a las principales festividades y acontecimientos religiosos que se vivían en el pueblo. Así, el 1 de noviembre de 1800, tras la bendición del nuevo templo parroquial, “se conduxo el SSmô. Sacramto. en prosecion con asistencia de las Vene. Hermandades, del SSmô. y la del SSmô. Rosario, con la mayor pte. del Pueblo, y de Dn. José Texera su actual Alce.”. Ocasionalmente, las dos Hermandades también acompañaban en el entierro de aquellas personas que estuviesen ligadas a ambas. Solo se conserva un incompleto primer libro de cuentas de la “Cofradía del SSmô Sacramto. de la Parroql. del S. S. Joaqn. del Lugar de Fasnia”, aunque abarca exclusivamente el período de 1796 a 1837. Asimismo se conserva un cuaderno que contiene las cuentas de la “Cofradia de Ntra. Señora del Santisimo Rosario”, pero solamente del período 1832-1836…

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San Miguel de Abona: Don Andrés Gómez y Gómez (1883-1935), propietario, vicesecretario de la Sociedad “La Unión”, presidente del Casino “La Juventud”, alcalde de San Miguel de Abona, jurado judicial, corresponsal de Gaceta de Tenerife y vocal fundador del “Club San Miguel”

Este polifacético personaje vivió durante toda su vida en San Miguel de Abona como propietario agrícola y ganadero, lo que le permitió tener una economía saneada y ser elector contribuyente. También ejerció como corresponsal del periódico Gaceta de Tenerife. Además, desempeñó numerosos cargos públicos en su municipio natal: vicesecretario de la Sociedad de Instrucción y Recreo “La Unión”, presidente del Casino “La Juventud”, alcalde de San Miguel y luego concejal de su Ayuntamiento, jurado judicial, secretario suplente del Juzgado Municipal y vocal fundador del “Club San Miguel”. En 2000 se dio su nombre a una calle de Las Chafiras, como a otros alcaldes de dicho municipio en el siglo XX.

Nació en El Pino (San Miguel de Abona) el 25 de julio de 1883, a las once de la mañana, siendo hijo de don Andrés Gómez Feo y de doña Adela Gómez Hernández. El 1 de agosto inmediato fue bautizado en la iglesia del Arcángel San Miguel por el cura párroco propio don Agustín Pérez Camacho; se le puso por nombre “Andrés Santiago” y actuó como padrino su tío don Evaristo Gómez y Feo, soltero, siendo testigos don Juan Pulido y don Miguel González, ministros de la parroquia…

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Santiago del Teide: Don Gonzalo Martel de Simancas (1656-1724), ayudante de Milicias y propietario agrícola-ganadero

Nuestro biografiado perteneció a una familia de propietarios agrícolas y ganaderos, actividad a la que se dedicó durante toda su vida. Además, prestó sus servicios en las Milicias Canarias, en las que alcanzó el empleo de ayudante del Regimiento Provincial de Garachico, que desempeñó hasta su muerte y en el que le sucedió su hermano Lázaro. Estuvo casado y no consta que tuviese sucesión.

Nació en el Valle de Santiago (probablemente en el pago de Araza) hacia 1656, siendo hijo de don Gonzalo Martel de Simancas, de la misma naturaleza, y doña María (Rodríguez) Delgado, nacida en El Tanque. Probablemente fue bautizado en la iglesia matriz de Ntra. Sra. de los Remedios de Buenavista, de la que por entonces dependía dicho valle…

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Güímar: Don Graciliano Báez Díaz (1846-1894), primer escribiente de oficinas militares, alférez del Ejército Permanente de Cuba, condecorado por méritos de guerra, teniente segundo ayudante del Estado Mayor de Plazas, fiscal militar, bígamo, desertor a Estados Unidos, extraditado y fallecido en La Habana

En este artículo nos ocupamos de un curioso militar, que ingresó como soldado voluntario en el Batallón Ligero Provisional de Canarias, en el que ascendió a cabo 2º, cabo 1º y sargento 2º, obteniendo luego el grado de sargento 1º de Milicias; por entonces ejerció durante seis años como primer escribiente en las oficinas de dicho Batallón y contrajo matrimonio en Santa Cruz de Tenerife con una ariquera. Luego, tras ascender a sargento 1º, a solicitud suya pasó con el mismo empleo al Ejército Permanente de la Isla de Cuba, donde tuvo una destacada actuación en las operaciones de campaña y ascendió a alférez; en La Habana contrajo un segundo matrimonio, ocultando estar casado en Tenerife. Posteriormente pasó al Estado Mayor de Plazas, primero como tercer ayudante y luego como teniente 2º ayudante, con destino en La Habana y en el Castillo del Príncipe; estuvo encargado de la Brigada de Prisioneros de Guerra; ejerció como habilitado de dicho cuerpo durante tres años económicos; fue condecorado por méritos de guerra; se le nombró gobernador interino del Castillo de San Severino de Matanzas; y, finalmente, ejerció como fiscal militar en la Plaza de La Habana. Pero en dicho destino desertó, por lo que se le dio de baja en el Ejército. Siete años más tarde fue localizado en Tampa (Estados Unidos), de donde fue extraditado a La Habana, donde se le dio de alta de nuevo en el Ejército como preso preventivo, procesado por deserción, abandono de servicio, estafa y falsificación. Pero falleció durante el proceso en el Hospital Militar de la capital cubana, aún joven y a consecuencia de una grave enfermedad. Por dicho motivo, su viuda cubana solicitó y obtuvo la pensión de viudedad que le correspondía, lo mismo que hizo después su viuda tinerfeña.

Nació en el barrio de Los Majuelos de Güímar el 31 de marzo de 1846, siendo hijo del zapatero don Gregorio Báez Díaz, natural de Candelaria y oriundo por su madre de Arico, y doña Florentina Díaz Pérez, que lo era de Güímar. El 2 de abril inmediato fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por don Agustín Díaz Núñez, Dr. en Sagrada Teología, examinador sinodal y beneficiado curado propio de dicha iglesia matriz y sus anexos, y vicario juez eclesiástico del mencionado pueblo y su partido; se le puso por nombre “Graciliano” y actuó como madrina doña María Concepción Pérez, de la misma vecindad…