Güímar: Don Sixto Pérez Alberto (1891 1981), agricultor, zapatero, profesor particular, artillero telemetrista y telefonista, comandante de Artillería condecorado, presidente delegado de la Comisión de Reincorporación de Excombatientes y de la Residencia de Suboficiales de Santa Cruz de Tenerife

     Pasó los primeros años de su vida en Santa Cruz de Tenerife, donde cursó los Estudios Primarios y comenzó el Bachillerato. Luego se estableció en Güímar, donde vivió parte de su infancia y toda su adolescencia, trabajando como agricultor, zapatero y profesor particular. Inició la carrera militar como artillero 2º y, tras ascender a cabo, obtuvo el nombramiento de telemetrista ordinario; ya como sargento se le nombró telemetrista preferente y como suboficial pasó a telemetrista-telefonista. Con los empleos de brigada y alférez de Artillería fue subayudante del Grupo y como teniente hizo un curso de Prácticas de Topografía. Al estallar la Guerra Civil, se le nombró censor de la Central de Telégrafos de Santa Cruz de Tenerife, comandante militar del Castillo de Paso Alto y profesor del curso de Alféreces Provisionales. Tras ser habilitado como capitán de Artillería ejerció como jefe de la Prisión Militar Costa Sur y comandante militar del Castillo de Paso Alto; y, tras su ascenso a capitán efectivo, fue jefe de la 1ª Batería de Costa de Tenerife. Posteriormente pasó a los frentes de guerra de Madrid, Toledo y Extremadura, donde ostentó el mando de una Unidad de Municionamiento y del Parque de Artillería, en sendas divisiones, destinos en los que tuvo una destacada y reconocida actuación. De regreso a Tenerife tras finalizar la contienda bélica, fue jefe del Centro de Movilización y Reserva del Regimiento, encargado del suministro a los presos del Castillo de Paso Alto, secretario y cajero del Regimiento Mixto de Artillería de Tenerife. Finalmente, tras ascender a comandante de Artillería, recibió los nombramientos de jefe de la Agrupación de Artillería de Fuerteventura, mayor interino de Santa Cruz, presidente delegado de la Comisión de Reincorporación de Excombatientes y de la Residencia de Suboficiales de la capital y comandante militar del Castillo de San Joaquín. A lo largo de su carrera obtuvo numerosas condecoraciones, entre ellas la Cruz y la Placa de la Orden Militar de San Hermenegildo, y obtuvo su retiro a los 60 años de edad, 39 de ellos en el Ejército.

     Nuestro biografiado nació en Güímar el 8 de agosto de 1891, siendo hijo de don Isidro Pérez Delgado y doña Josefa Alberto González, naturales de la misma localidad y vecinos en Los Majuelos. En algunos documentos figura erróneamente como natural de Santa Cruz de Tenerife, pues fue bautizado en la iglesia matriz de Ntra. Sra. de la Concepción de dicha capital…

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Candelaria: Fray Víctor Fernández de la Riva (1882-1937), sacerdote dominico, profesor de Segunda Enseñanza, párroco en Cuba, prior de los conventos de Córdoba y Jerez, superior del Convento Real de Candelaria, rector del Santuario de la Virgen y cura ecónomo de Santa Ana

     Tras profesar en la Orden de Predicadores y ser ordenado sacerdote, nuestro biografiado ejerció, sucesivamente, como profesor de Segunda Enseñanza en Cuevas de Vera (Almería) y en el Convento de Almería, superior del Convento de Córdoba, párroco de El Vedado (barrio de La Habana, Cuba) y prior del Convento de Jerez; luego residió en el Convento de Sevilla. Destinado a Tenerife, fue superior del Convento de Candelaria, rector del Santuario de la Virgen y cura ecónomo de Santa Ana, hasta su repentino fallecimiento, en plena Guerra Civil, en cuyas secuelas había tenido una cierta implicación.

     Nació en Las Felgueras (Asturias) el 31 de julio de 1882, siendo hijo del Sr. Fernández y doña Teresa de la Riva. Pero, de momento, no hemos podido localizar su partida bautismal. Tras cursar los Estudios Primarios y Secundarios, el 5 de octubre de 1899, a los 17 años de edad, profesó en la Orden Dominicana. Pocos años después se ordenó de Presbítero…

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Vilaflor de Chasna: Don Juan Rivero Quixada (1680-1715), capitán de Milicias, miembro de la Hermandad del Santísimo Sacramento y de todas las cofradías parroquiales, fallecido en plena juventud

     Miembro de una de las familias más destacadas de la comarca de Chasna, nuestro biografiado continuó la tradición familiar e ingresó en las Milicias Canarias, en las que alcanzó en plena juventud el empleo de capitán, aunque su carrera militar fue truncada por su prematura muerte, que se produjo cuando contaba tan solo 35 años. Desde el punto de vista económico fue propietario agrícola, lo que constituyó el sustento familiar. Además, perteneció a la Hermandad del Santísimo Sacramento y a todas las cofradías de la parroquia de San Pedro Apóstol de Vilaflor. Asimismo, dada su preparación y el prestigio de que gozaba entre sus paisanos, es muy probable que ostentase cargos en el Ayuntamiento de la amplia jurisdicción chasnera, pero no lo podemos confirmar por no conservarse de los libros de actas y oficios de esa lejana época.

     Nació en Vilaflor de Chasna en junio de 1680, siendo hijo del entonces alférez (luego capitán) don Salvador Rodríguez Quixada, natural de La Orotava pero oriundo del antedicho pueblo sureño, y doña María Matías Rivero, que lo era de éste. El 28 de dicho mes fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por el maestro fray Andrés Coello, de la Orden de San Agustín, con licencia del beneficiado don Matías Ruiz Alfonso, y actuó como padrino el capitán don Pedro Soler y Carreño. También fue conocido con los apellidos “Rodríguez Quijada” y “Rodríguez Rivero”, dado el juego con los apellidos que existía por entonces…

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El Juzgado de Paz del municipio de Guía de Isora en su primera época (1856-1870)

     Al igual que en los restantes municipios de España, en Guía de Isora (por entonces conocido como “Guía de Tenerife”) hasta mediados del siglo XIX los juicios verbales de faltas se celebraban ante el alcalde de la localidad o, en su defecto, ante un teniente de alcalde o regidor. Pero en 1855 la Legislación española separó la autoridad civil de la judicial, al crear la figura independiente del “Juez de paz”. Afortunadamente, conocemos casi todos los jueces que ha tenido la jurisdicción de Guía de Isora desde 1856 hasta hoy, aunque dicha figura ha sufrido algunos cambios en este municipio a lo largo del tiempo, pues primero fueron jueces de paz (1856-1870), luego jueces municipales (1871-1945) y de nuevo jueces de paz, desde 1945 hasta el presente. En este artículo solo nos vamos a ocupar del Juzgado de Paz en su primera época, centrándonos en la creación de la figura del juez de paz, en la relación de las personas que desempeñaron dicho cargo en Guía y en los escasos secretarios que conocemos de esa etapa.

     Como se preveía en el mencionado Real Decreto de creación de la figura del juez de paz, para cubrir las vacantes de jueces o suplentes se elegirían personas de reconocido prestigio en los diferentes municipios, por lo que la mayoría de ellos asumirían también otras responsabilidades en dichas localidades, tanto en el Ayuntamiento como en las Milicias o en la Parroquia, figurando además entre los mayores contribuyentes del término correspondiente. Así ocurrió en Guía de Isora, donde en esta primera etapa, de 1856 a 1870, solo conocemos 5 jueces de paz titulares, dos de los cuales también fueron suplentes, y otros 6 que solo fueron suplentes, pues de momento no hemos podido localizar a los que ocuparon dichos cargos en los tres primeros años (1856-1859). Entre ellos, ostentó el récord de permanencia D. José Gorrín y Barrios, que lo fue durante más de cuatro años y medio (en dos etapas), seguido por D. Andrés Martín (2 años, más cuatro y medio como suplente en dos etapas), don Victorino Delgado (2 años), D. Antonio Álvarez Arbelo (casi 2 años) y D. Francisco Martínez Ocampo (poco más de un año). Con respecto al lugar de nacimiento, por lo menos tres de los jueces no nacieron en el municipio de Guía: D. José Gorrín y Barrios (de Tamaimo, en Santiago del Teide), D. Francisco Martínez Ocampo (de Garachico) y D. Antonio Álvarez Arbelo (de Icod de los Vinos). Desgraciadamente, de momento solo conocemos a dos secretarios de este Juzgado de Paz en la etapa estudiada, de los cuales uno era natural de La Orotava y otro de Icod de los Vinos: D. Juan Padrón y León y D. Guillermo Fajardo y Rodríguez…

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San Miguel de Abona: Don Antonio Alfonso Gorrín (1870-1925), bibliotecario y presidente del Casino “La Unión”, cantante barítono, miembro de la Junta y de diversas comisiones, consejero del Cabildo de Tenerife, importante propietario agrícola y cofundador de una asociación de exportadores

     El personaje que nos ocupa perteneció a una de las familias más ilustres del Sur de Tenerife y destacó como propietario agrícola, centrado sobre todo en el cultivo y exportación de tomates, aunque también amplió su producción a otros cultivos, así como a la ganadería, la pesca, la industria naval y el abastecimiento de combustible en San Miguel de Abona, fundando empresas con sus hermanos y otros familiares. Además, participó intensamente en la vida social del Sur de Tenerife, organizando homenajes, firmando en la prensa escritos de apoyo a la labor de algunas personalidades locales y contribuyendo generosamente a diversas suscripciones benéficas. Asimismo, fue bibliotecario y presidente del Casino “La Unión”, perteneció a la Junta Municipal de San Miguel y formó parte de un coro local, como reconocido barítono. Luego fue nombrado consejero del Cabildo de Tenerife y formó parte de diversas comisiones, locales e insulares; figuró entre los cofundadores de una asociación de exportadores; y luchó por la mejora de las exportaciones agrícolas y de las comunicaciones con el Sur de la isla.

     Nació en San Miguel de Abona el 30 de enero de 1870, a las ocho de la mañana, siendo hijo del comandante graduado capitán de las Milicias Provinciales don Miguel Alfonso Feo y doña Clara Gorrín y González. El 7 de febrero inmediato fue bautizado en la iglesia del Arcángel San Miguel por el cura párroco ecónomo don Juan García Alfonso, Bachiller en Artes; se le puso por nombre “Antonio María Martín del Sacramento” y actuó como padrino el teniente coronel graduado comandante de Infantería don Antonio Alfonso y Feo, su tío paterno, siendo testigos el capitán don Antonio Hernández Feo y don José Alfonso Feo, de la misma naturaleza y vecindad…

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Vilaflor de Chasna-Granadilla de Abona: Don Juan González del Castillo y Sarabia (1774-1853), subteniente de Milicias, prisionero de guerra, capitán condecorado del Real Cuerpo de Artillería, comandante de dicha arma en Vigo y en el Puerto de la Cruz, y hacedor de las Rentas Decimales de Granadilla

     Al nacer en el seno de una familia de militares, era normal que don Juan González del Castillo se sintiese inclinado desde niño hacia la carrera de las armas. Siendo subteniente de Milicias pasó al Real Cuerpo de Artillería, con el que fue destinado a la Península, donde participó activamente en la Guerra de la Independencia contra Francia; fue hecho prisionero de guerra y luego actuó como ayudante mayor interino de la Brigada de Artillería; por los méritos contraídos en dicha guerra se le concedió una Cruz de Distinción, el ascenso a teniente y el grado de capitán de Infantería. Luego, tras el ascenso a capitán de Artillería, ejerció como comandante de dicha arma en Vigo, donde procedió a la organización del cuerpo y fue oficial del Detall, por cuya actuación se le nombró Caballero de San Hermenegildo; y, dadas sus firmes ideas monárquicas, fue comisionado para la ocupación del fuerte de Bayona (Pontevedra), lo que logró sin derramamiento de sangre. Por motivos de salud regresó a Tenerife, donde fue nombrado comandante accidental de Artillería del Puerto de la Cruz, cargo que ejerció hasta su retiro. Con posterioridad, fue nombrado hacedor de las Rentas Decimales eclesiásticas de Granadilla de Abona.

     Nuestro biografiado nació en el pago de Chiñama (Charco del Pino) el 20 de enero de 1774, siendo hijo del teniente de Milicias don Antonio González del Castillo y García y doña Manuela Antonia Alonso Martínez de Sarabia. Cuatro días después fue bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol de Vilaflor, a cuya jurisdicción pertenecía por entonces dicho pago, por el beneficiado don Agustín Lorenzo Viera y Torres; se le puso por nombre “Juan Bautista Antonio Fabián Sebastián” y actuó como padrino don Pedro García del Castillo, vecino de Granadilla de Abona…

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Güímar: Fray Hilario Núñez de Acosta (1747-1803), predicador general dominico, misionero del Santísimo Rosario, suprior, depositario y administrador del trigo del Convento de Güímar y comisario de la Hermandad del Rosario

     Nuestro biografiado fue uno de los numerosos hijos de Güímar que ingresaron en la Orden de Predicadores, al contar con un Convento dominico en dicha localidad, entre ellos varios miembros de su familia. Profesó en el Convento de Santo Domingo en Soriano de su pueblo natal, donde comenzó sus estudios eclesiásticos, que luego continuó en el Convento Real de Candelaria y concluyó en el Convento y Colegio de Santo Domingo de La Laguna. Con posterioridad recibió las sucesivas órdenes sagradas, hasta el sacerdocio. Pasó la mayor parte de su vida en el Convento de Güímar, en el que, tras vivir la destrucción del mismo en un voraz incendio y su rápida reconstrucción, desempeñó diversos cargos: director del Santísimo Rosario, comisario de la Hermandad del Rosario, suprior, depositario y administrador del trigo. También recibió el título de predicador general y gozó de gran prestigio en su municipio natal, por lo que se le pidieron algunos informes oficiales. Falleció en el mismo Convento en el que había profesado.

     Nació en Güímar el 14 de enero de 1747, siendo hijo del entonces alférez don Luis (Díaz) Núñez, natural del mismo pueblo, y doña Inés Tomasa de Acosta, que lo era de La Laguna. Cuatro días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por el beneficiado don Juan Alonso Ximénez; se le puso por nombre “Hilario José” y actuó como padrino don Pedro (Hernández) Núñez, su abuelo paterno…

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La Orquesta “The Six Men” de la Villa de Arafo (1969-1971)

     El presente artículo está dedicado a una de las numerosas orquestas de baile que han existido en la villa de Arafo. Llevó por nombre “The Six Men”, por el número de miembros que la componían, y solo permaneció en activo algo menos de dos años. No obstante, en ese tiempo llevaron su buen hacer musical a salas de numerosas localidades tinerfeñas e incluso de Lanzarote. La mayoría de sus miembros eran araferos, siendo uno de ellos su coordinador, don Adalberto Albertos Albertos, a pesar de ser el más joven del grupo.

     Tres meses después de la disolución del conjunto músico-vocal “Los 5 de Arafo” , en junio de 1969 se formó una nueva orquesta en la villa de Arafo, con tres componentes de la anterior más otros tres músicos nuevos, la cual fue bautizada como “The Six Men”, en inglés para darle un toque de modernidad. Como ya se ha indicado, fue coordinada y dirigida por don Adalberto Albertos Albertos (cofundador y saxo tenor), a quien acompañaban dos de la orquesta anterior: don Rubén Delgado Coello (cofundador y trompeta) y don José Marrero Albertos (órgano), los tres araferos; a ellos se sumaron tres nuevas incorporaciones: don Quírico Coello Albertos (contrabajo eléctrico), también hijo de Arafo, don Antonio García (batería), de Igueste de Candelaria, y don Miguel (vocalista), de La Laguna…

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Arona: Don Domingo Barroso y Villarreal (1868-1931), zapatero, músico, sargento de Infantería, jurado judicial, auxiliar de Hacienda, desinfectador, practicante en Medicina y Cirugía, vocal fundador de un casino y dos equipos de fútbol

     Miembro de una familia destacada, el personaje que nos ocupa compartió su vida entre Arona, donde nació y falleció, La Victoria de Acentejo, villa en la que vivió gran parte de su vida, y Santa Cruz de Tenerife, donde ejerció. Comenzó trabajando como zapatero, para luego seguir una modesta carrera militar, en la que alcanzó el empleo de sargento de Infantería. En la vida civil, obtuvo el título de Practicante en Medicina y Cirugía y desempeñó los empleos públicos de auxiliar de la Agencia ejecutiva de Hacienda de Las Palmas, desinfectador de la Sección de Higiene de Santa Cruz de Tenerife y practicante de la Casa de Socorro de dicha capital, así como del Consultorio gratuito de la Comisión Provincial de Damas de la Cruz Roja. Además, fue jurado judicial, músico, vocal fundador de la junta directiva de la Sociedad “El Centro” de La Victoria y del “San Sebastián Foot-ball Club” de Santa Cruz de Tenerife.

     Nació en la Calle Nueva de Arona el 29 de septiembre de 1868, siendo hijo de don Domingo Barroso y Frías, natural de la Villa de La Orotava, y doña Benigna Villarreal Frías, que lo era del pueblo sureño. El 4 de octubre inmediato fue bautizado en la iglesia de San Antonio Abad por el cura párroco propio don Miguel Rodríguez Guillama; se le puso por nombre “Domingo Miguel Rosendo de los Dolores” y actuaron como padrinos don Rosendo Trujillo, natural y vecino de la ciudad de La Laguna, y doña María Dolores Brioso, que lo era de dicho pueblo…

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