Candelaria: Don Agustín Pérez y Hernández (1800-1872), maestro de estudiantes y lector dominico, beneficiado propio y arcipreste de Santa Cruz de Tenerife, director de los Establecimientos Provinciales de Beneficencia y Cruz de la Orden civil de Beneficencia

Agustín Pérez Hernández-1     Nuestro biografiado profesó como fraile dominico en el Convento Real de su municipio natal y luego fue maestro de estudiantes, lector (profesor) de Artes y de Prima, misionero del Santísimo Rosario del Convento y Colegio de La Laguna, así como prosecretario del prior provincial; por entonces fue admitido como socio de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife. Una vez secularizado con motivo de las leyes desamortizadoras, se estableció en Santa Cruz de Tenerife, donde fue nombrado sucesivamente: beneficiado servidor de la iglesia auxiliar de El Pilar, beneficiado interino de Ntra. Sra. de la Concepción, director de los Establecimientos Provinciales de Beneficencia y arcipreste de ausencias de Santa Cruz. Luego, tras superar la correspondiente oposición, fue nombrado beneficiado rector propio de Ntra. Sra. de la Concepción y arcipreste en propiedad del distrito capitalino; también fue mayordomo de las imágenes de Ntra. Sra. de la Concepción y del Carmen, así como hermano mayor de la Hermandad de la Inmaculada Concepción y el Carmen. En reconocimiento a los méritos contraídos durante la gravísima epidemia de fiebre amarilla que azotó a la capital del archipiélago, se le concedió la Cruz de 2ª clase de la Orden Civil de Beneficencia; además, fue socio de la Sociedad Económica de Amigos del País de Santa Cruz de Tenerife. Tras su muerte, por suscripción popular se levantó un mausoleo en el cementerio capitalino, que aún existe, y se colocó un retrato suyo al óleo en la sacristía de la referida iglesia de la Concepción.

     Nació en el pago de Las Cuevecitas de Candelaria (por entonces conocido como “La Cuevesita”) el 18 de enero de 1800, siendo hijo de don Juan Francisco Pérez de Vera, natural del pago de San Isidro (El Chorrillo), por entonces en la jurisdicción de Geneto (La Laguna), y de doña Josefa de la Cruz Hernández Truxillo, que lo era del pago de Araya. Cinco días después recibió el bautismo en la iglesia parroquial de Santa Ana, de manos del cura párroco don Agustín Tomás de Torres; se le puso por nombre “Agustín Francisco” y actuó como padrino don Miguel Francisco Chico, vecino de Araya…

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Artículo-AGUSTÍN PÉREZ HERNÁNDEZ

Adeje: Don Jorge Zaragoza Bethencourt (1888-1930), sargento de Artillería, presidente del Comité Republicano, corresponsal de El Progreso, agente-liquidador de arbitrios y concejal del Ayuntamiento

Jorge Zaragoza     Nuestro biografiado siguió una corta carrera militar, en la que alcanzó el empleo de sargento de Artillería en la reserva y, como tal, fue tallador de quintos en el Ayuntamiento de Adeje. En la actividad política destacó como presidente del Comité local Republicano, corresponsal del diario republicano autonomista El Progreso y concejal del Ayuntamiento. Además, estuvo empleado como agente-liquidador de arbitrios del Cabildo en El Puertito de Adeje, ejerció como vocal de la Junta Local de Primera Enseñanza y fue miembro del Somatén Armado de dicha villa. Cuando su vida prometía alcanzar nuevas responsabilidades y unas cotas mayores de prestigio, fue truncada por una muerte prematura.

     Nació en Adeje el 21 de enero de 1888, siendo hijo de don don Félix Zaragoza y Torcellado, natural de la villa de Infiesto en el municipio de Piloña (Asturias) y de oficio “del campo”, y de doña Ángela Bethencourt Melo, que lo era de Arona. El 4 de marzo fue bautizado en la iglesia de Santa Úrsula por el cura párroco ecónomo don Juan García Alfonso; se le puso por nombre “Jorge Fructuoso Eduardo” y actuó como madrina doña María Luisa González Feo, siendo testigos don Pedro Euriel Casimiro y don José García Díaz…

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Artículo-JORGE ZARAGOZA BETHENCOURT

El Somatén Armado del distrito de Fasnia en su primera etapa (1924-1931)

Fasnia-Somatén     El Somatén Armado, antigua milicia popular de rancio abolengo tradicional, surgió en el siglo XI en Cataluña, donde enseguida alcanzó un gran arraigo. Alcanzó especial fama y resonancia a comienzos del siglo XIX, con motivo de la invasión del territorio español por las tropas de Napoleón, pues contribuyó de forma decisiva a la derrota de los franceses. Al constituirse la I República en el año 1873 el Somatén fue disuelto, aunque por poco tiempo, ya que al empezar las revueltas carlistas volvió a ser instituido por Figueras. En 1876 volvió al primer plano del relieve nacional, al levantarse en armas y aplastar en tres días los últimos focos de la insurrección carlista. Más tarde, el Somatén volvió a revitalizarse con ocasión del golpe de Estado del general Primo de Rivera, en 1923, pues en su manifiesto a la Nación, el general hizo un encendido panegírico del Somatén y anunció la inmediata reorganización de esta milicia en los lugares donde ya hubiera existido y su creación en todas las provincias que no la hubieran tenido nunca, así como en las plazas de soberanía del territorio marroquí. Posteriormente, en 1931 el Gobierno de la II República decretó la disolución definitiva del Somatén. No obstante, después de finalizada la Guerra Civil, en 1945 el general Franco recuperó esta institución, que se mantuvo durante décadas. Dado su origen, la Patrona del Somatén Nacional sería Nuestra Señora de Montserrat, que se festejaba el 27 de abril.

     El Somatén Armado de Fasnia ya estaba constituido a comienzos de agosto de 1924, en que se nombraron sus primeros jefes: el cabo de distrito, don Domingo Esquivel Díaz, y el subcabo, don Juan González Cruz. El 1 de diciembre de ese mismo año pertenecía al partido de Granadilla y por entonces lo formaban un cabo de distrito, un subcabo de distrito y un somatenista, en total sólo contaba por entonces con tres miembros. Los siguientes cabos de distrito fueron don Daniel Oliva Martín y don José Guadalupe Carrillo. A lo largo de esta etapa, por lo menos 29 vecinos de Fasnia se afiliaron a esta institución, que se disolvió en 1931…

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Güímar: Don Miguel Campos Yanes (1855-1925), labrador, cabo de la Guardia Provincial, conserje de la Capitanía General de Canarias, molinero, sargento de la Guardia Municipal de La Laguna y cabo de la de Santa Cruz de Tenerife

Miguel Campos Yanes     Nuestro biografiado comenzó su actividad laboral como labrador en su pueblo natal. Luego ingresó como guardia 2º voluntario en la Guardia Provincial, en la que ascendió luego a guardia 1º y a cabo; con este empleo fue comandante de dicho instituto en el puesto de La Palma y luego conserje de la Capitanía General de Canarias. Tras obtener su retiro, regentó un molino de harina en Tegueste y posteriormente obtuvo una plaza de sargento en la Guardia Municipal de La Laguna. Finalmente, pasó a la Guardia Municipal de Santa Cruz de Tenerife, en la que ocupó sucesivamente las plazas de guardia de 2ª, guardia de 1ª y cabo interino.

     Nació en el pago de El Escobonal (Güímar) el 8 de mayo de 1855, siendo hijo de don Juan Campos Díaz y doña Petra Yanes Delgado. Cuatro días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol de Güímar por el presbítero don Pedro Pérez Fariña, teniente del Dr. don Agustín Díaz Núñez, examinador sinodal, beneficiado curado propio de la misma y sus anejos, y arcipreste juez eclesiástico de dicho pueblo y su partido; se le puso por nombre “Miguel” y actuó como padrino el abuelo materno don Domingo Yanes…

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Artículo-MIGUEL CAMPOS YANES

Vilaflor de Chasna-Arona: Don Pedro Alonso Martínez (1680-1774), alférez y ayudante mayor del Regimiento de Milicias de Abona, con amplia e ilustre sucesión

Pedro Alonso Martínez     Al igual que muchos antepasados y parientes, don Pedro Alonso Martínez siguió la carrera militar en el Regimiento de Milicias Provinciales de Abona, en la que alcanzó primero el empleo de alférez y luego el de ayudante mayor, en el que permaneció durante varias décadas. Además, atendió sus propiedades agrícolas y fue hermano del Santísimo Sacramento de la parroquia de San Pedro de Vilaflor. Tuvo con su esposa, doña Marta Domínguez, una amplia e ilustre sucesión, de la que descienden numerosas familias de toda la comarca de Abona.

     Nuestro biografiado nació en el pago de La Escalona (Vilaflor) el 13 de diciembre de 1680, siendo hijo de don Pascual González Martínez y doña Lucía Hernández, vecinos de dicho pago. Tres días después recibió el bautismo en la iglesia parroquial matriz del Apóstol San Pedro de Vilaflor, de manos del Bachiller don Mateo Núñez Alfonso, con licencia del beneficiado Br. don Matías Ruiz Alfonso, y actuaron como padrinos don Miguel González Martínez y doña Catalina Hernández…

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Artículo-PEDRO ALONSO MARTÍNEZ

La polémica Sociedad “La Juventud” de San Miguel de Abona (1909-1911) y su protagonismo en los enfrentamientos políticos locales

San Miguel_03_1-calle     Como la mayoría de los municipios de la isla, San Miguel de Abona, contó a lo largo del siglo XIX con varios casinos o sociedades de recreo: Casino “La Unión” (1887, 1904-1912 y 1936, en tres etapas), Sociedad “La Juventud” (1909-1911), Sociedad “La Libertad” (1910-1913), Club “San Miguel (desde 1926 hasta el presente) y Sociedad “El Roque” (1953-1955). En este artículo nos vamos a centrar en la segunda de ellas, “La Juventud”.

     Esta sociedad se fundó en una época muy convulsa en San Miguel de Abona, como en toda la isla, desde el punto de vista político. Por ello, prácticamente desde sus inicios se politizó y ello dio lugar a un cisma entre sus socios. El sector “leonino”, mayoritario, controló la junta directiva y modificó el reglamento para limitar el papel del sector republicano; pero éste presentó una denuncia al gobernador civil, logrando su clausura temporal, que aprovechó para elegir a su propia junta directiva e intentar legalizarla bajo su control. Como era de esperar, los medios informativos insulares fueron informando de dicho enfrentamiento, pero según su propia afinidad: El Tiempo y La Opinión daban la razón a los “leoninos”, mientras que El Progreso y La Prensa se manifestaban a favor de los republicanos. Finalmente, el Gobierno Civil le dio la razón a la primera junta y al reglamento reformado, por lo que los republicanos se dieron de baja en este casino y fundaron una nueva sociedad, “La Libertad”. Pero los enfrentamientos continuaron e incluso trascendieron a ambas sociedades, implicando al Ayuntamiento y a la parroquia, hasta el punto de provocar una supuesta profanación de la iglesia, con el consiguiente cierre de la misma, y a denuncias en el Juzgado de primera instancia. La polémica Sociedad “La Juventud” llegó a contar con un centenar de socios, pero solo se mantuvo en funcionamiento durante poco más de un año, en una trayectoria corta y tortuosa…

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Artículo-SOCIEDAD LA JUVENTUD-SAN MIGUEL

Candelaria-Fasnia: Don Lucas Navarro Llarena (1857-1917), alcalde y juez municipal de Candelaria, maestro interino de Igueste, jurado judicial y notario público eclesiástico de Fasnia

Lucas Navarro Llarena     Nuestro biografiado se sintió atraído inicialmente por la docencia, por lo que tras casarse con una maestra se matriculó en la Escuela Normal de Maestros de La Laguna, aunque no hay constancia de que obtuviese dicho título; no obstante, durante un año y medio ejerció como maestro interino en la escuela incompleta de Igueste de Candelaria. Además, en su municipio natal desempeñó los dos cargos más importantes, alcalde y juez municipal; también fue interventor electoral, jurado judicial, juez municipal suplente (en una segunda etapa), vocal y presidente de la Junta Municipal del Censo Electoral del mismo pueblo. Tras la muerte de su esposa se estableció en Fasnia con su hijo, el párroco don Luis Navarro Nóbrega, y allí ejerció hasta su muerte como notario público eclesiástico de la parroquia de San Joaquín.

     Nació en Candelaria el 26 de junio de 1857, siendo hijo de don Antonio Navarro Hernández y doña Hemeteria de Llarena y Mesa. El 3 de julio inmediato fue bautizado en la iglesia de Santa Ana por el párroco don Juan Núñez del Castillo; se le puso el nombre de “Lucas” y actuó como padrino don Juan Antonio Díaz, natural y vecino de Barranco Hondo…

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Artículo-LUCAS NAVARRO LLARENA

Santiago del Teide: Don Manuel Martel Forte (1813-1895), sargento 2º de Milicias, juez de paz suplente, propietario agrícola y elector contribuyente

Tamaimo.     Al igual que su padre, nuestro biografiado siguió una modesta carrera militar, en la que ascendió desde soldado a sargento 2º de Milicias. Además, fue nombrado primer suplente del juez de paz del Valle de Santiago y, al ser un notable propietario agrícola y ganadero, también figuró entre los electores contribuyentes del municipio, con derecho a participar en las elecciones de diputados provinciales y diputados a Cortes.

     Nació en el Valle de Santiago (probablemente en el pago de Tamaimo) el 17 de marzo de 1813, siendo hijo del sargento don Antonio Martel Trujillo y doña Bernarda Forte Gómez. Dos días después fue bautizado en la iglesia de San Fernando por el cura rector don Victorino Perdigón; se le puso por nombre “Manuel Patricio José Antonio de la Concepción” y actuó como padrino el entonces alférez don José Navarro y Sotomayor…

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Artículo-MANUEL MARTEL FORTE

El Grupo de Exploradores de Arafo y su banda de música (1926-1936)

Exploradores de Arafo-banda     La organización de los Exploradores fue fundada en 1907 por Robert Baden-Powell. En esta isla se establecieron hacia 1912 en Santa Cruz de Tenerife y, poco a poco, se fueron extendiendo por toda la geografía insular. En España, su mayor impulso lo alcanzaron durante la dictadura del general Primo de Rivera. El Grupo de Exploradores de Arafo ya estaba organizado en 1926 y contaba con un patronato, presidido por don Jerónimo Monje Guzmán. El consejo técnico lo presidía el instructor jefe, don Belisario García Siliuto, que también era cabo jefe del Somatén Armado de Arafo, siendo otros instructores: don José Pérez Fariña “Pepe Molina”, don Miguel Aponcio Brito y don José Cañestro Reyes, a los que se unió por último don Jorge Pérez Fariña.

     Los Exploradores surgieron a la sombra del Somatén Armado de Arafo, por lo que el jefe de éste, don Belisario García Siliuto, que era director de la Banda de Música “Nivaria”, puso todo su empeño en que la institución contase también con una banda de cornetas y tambores, la cual fue dotada además con otros instrumentos de caña y metal, y llegó a gozar de cierto prestigio. Dirigida inicialmente por don Belisario, luego se hizo cargo de ella don Manuel Fariña Rivero y, finalmente, don José Fariña Pérez. A pesar de ser una agrupación pequeña, la Banda del Grupo de Exploradores de Arafo participó durante varios años en las fiestas patronales de dicha localidad, por lo menos de 1927 a 1931, y en la festividad de la Virgen María Auxiliadora, de 1928 a 1930; en ambos casos, tanto en la cabalgata anunciadora como en las dianas o en las procesiones cívicas o religiosas que se realizaban durante ellas. Lo mismo hicieron con frecuencia en las fiestas de Güímar, tanto las de Primavera como las patronales en honor de San Pedro, sobre todo en las procesiones y cabalgatas o pandorgas anunciadoras de los festejos. Incluso llegaron a actuar en otras localidades de la isla, entre ellas en un festival celebrado en la Plaza de Toros de Santa Cruz de Tenerife.

    A partir de 1931 la institución entró en una cierta decadencia, coincidiendo con el establecimiento de la II República, al cundir el desánimo entre los mandos, una vez cumplido el ciclo de apogeo. En esa última etapa, la organización de Arafo sólo contaría con banda de cornetas y tambores. El Grupo seguía activo en 1934 y se disolvió probablemente en 1936, al inicio de la Guerra Civil…

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Güímar-Candelaria: Don José Elías Hernández (1785-1857), párroco propio de Candelaria y Santa Úrsula, maestro, beneficiado servidor de Vilaflor, cura encargado de Fasnia, emigrante y cura ecónomo de Arafo

José Elías Hernández     Ya hemos destacado en más de una ocasión la circunstancia de que Güímar es uno de los municipios tinerfeños que más ha destacado por el número de hijos que han seguido la llamada religiosa. Algunos de ellos son tan conocidos que incluso han dado nombre a calles de la ciudad o han recibido diversas distinciones, mientras que otros muchos son casi desconocidos para el gran público. Este es el caso de don José Elías Hernández, quien tras su ordenación ejerció durante 13 años como cura propio de Candelaria y otros nueve de Santa Úrsula, donde también ejerció como maestro de la escuela pública de niños. Siguieron dos años como beneficiado servidor de Vilaflor, hasta su renuncia, y varios meses como cura encargado de Fasnia; entre dichos destinos permaneció durante largas temporadas en Güímar, como mero capellán de la parroquia de San Pedro. Luego, tras 13 años de ausencia en América, don José Elías regresó a su pueblo natal con 70 años; pero a pesar de su avanzada edad, pudo desempeñar el cargo de cura ecónomo de Arafo durante casi un año. Casi al final de su vida, cuando ya sufría una grave afección visual que le tenía prácticamente relegado a su domicilio, obtuvo licencia para decir una misa votiva a la Virgen. Fue el primero de los tres sacerdotes de la familia Elías.

     Nuestro biografiado nació en el barrio de los Majuelos de Güímar el 3 de marzo de 1785, siendo hijo de don Domingo Elías González y doña Bárbara Hernández de Torres. Dos días después recibió el bautismo en la iglesia de San Pedro Apóstol, de manos del beneficiado propio don Luis Ambrosio Fernández del Castillo; se le puso por nombre “José Emeterio Celedonio Francisco Domingo de San Pedro” y actuó como padrino don Francisco de Torres Marrero, natural y vecino del lugar de Candelaria en el pago de Barranco Hondo…

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Artículo-JOSÉ ELÍAS HERNÁNDEZ