Güímar: Don Cándido Rodríguez González (1848-1904), primer médico güimarero, titular de su villa natal, fiscal municipal, jurado judicial e interventor electoral

Güímar-lateral Plaza-San Pedro     Miembro de una ilustre familia güimarera, el personaje del que nos ocupamos en este artículo obtuvo el título de Licenciado en Medicina y Cirugía, con lo que pasó a ser el primer médico nacido en Güímar, localidad de la que fue durante unos veinte años su médico titular. Además, asumió un claro compromiso social y político, pues desempeñó los cargos de fiscal municipal, jurado judicial e interventor electoral; incluso firmó un manifiesto contra la corporación municipal, por no posicionarse claramente contra la posible supresión de la Capitanía General. Casado, pero sin hijos, falleció prematuramente en la capital tinerfeña, a causa de una penosa enfermedad.

     Nuestro biografiado nació en el barrio de Los Majuelos de Güímar el 21 de mayo de 1848, siendo hijo de don Cándido Rodríguez García y doña María del Rosario González Cejas. Seis días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por el Dr. don Agustín Díaz Núñez, beneficiado propio y vicario del Sur de Tenerife; se le puso por nombre “Cándido de Jesús” y actuó como padrino don Bernardo Rodríguez Torres, su abuelo paterno…

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Artículo-CÁNDIDO RODRÍGUEZ GONZÁLEZ

Fasnia-Güímar: Sor Bernarda Hernández Rodríguez (1911-1985), Bachiller, pianista, maestra, concejal de Buenavista e Hija de la Caridad de San Vicente de Paúl dedicada a la enseñanza

Sor Bernarda Hernández-2     En este artículo queremos recordar a una entrañable y polifacética mujer, querida y admirada por todos los que la conocieron, Sor Bernarda Hernández Rodríguez, que obtuvo los títulos de Bachiller y de Maestra, destacó como pianista, ejerció como maestra nacional y fue designada concejal del Ayuntamiento de Buenavista, cargo al que renunció pronto. Luego abandonó el Magisterio público para ingresar en las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, en cuya Orden continuó desarrollando una impresionante labor docente y social, centrada durante 44 años y hasta su muerte en el Colegio Insular “San Antonio” de Las Palmas de Gran Canaria.

      Nuestra biografiada nació en la calle San Joaquín de Fasnia el 2 de abril de 1911, a las siete de la noche, siendo hija de don Luis Hernández Farré, natural de Güímar, y de doña Isabel Rodríguez Reverón, que lo era del citado pueblo de Fasnia, en cuyo “Centro parroquial” estaban avecindados, aunque se habían casado en la parroquia del Sagrario Catedral de La Laguna. El 15 de ese mismo mes fue bautizada, “sub conditione después de la bendición de la pila bautismal”, en la iglesia parroquial de San Joaquín por el cura ecónomo don José de Ossuna y Batista; se le puso por nombre “Ramona Cirila” y actuó como madrina la abuela paterna, doña Ramona Farré y Pujol, siendo testigos la madre, el padre, don Diego López González y don Guillermo Díaz González, los dos últimos ministros de la parroquia…

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Artículo-SOR BERNARDA HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ

La Sociedad “El Porvenir” de Candelaria (1907-1908), primer casino de este municipio

Candelaria-Santa Ana-antigua    Aunque de momento solo tenemos una información muy escasa, en este trabajo queremos recordar al primer casino constituido en Candelaria, del que ni siquiera se acuerdan los vecinos más mayores. Fundado en 1907, sabemos que, al margen de su actividad recreativa, tuvo una clara vocación política ligada al Partido Conservador de Tenerife, pues varios de sus líderes fueron nombrados miembros honoríficos. Continuaba en funcionamiento al año siguiente, en el que se adhirió a la célebre Asamblea regional de 1908, siendo su presidente don Cristóbal Gutiérrez García.

     Esta desconocida sociedad fue fundada en mayo de 1907, en que se redactó su reglamento, el cual fue remitido al Gobierno Civil, tal como recogió el periódico El Progreso el 18 de ese mismo mes: “Para su aprobación ha sido presentado en el Gobierno civil el reglamento que ha de regir en el nuevo Casino fundado en Candelaria, titulado El Porvenir”. El 30 de ese mismo mes fue inaugurado y se eligió su junta directiva; además, se hicieron varios nombramientos honoríficos entre políticos afines, tal como recogió La Opinión, el 3 de junio inmediato: “En Candelaria, el día 30 del mes último, se celebró la inauguración de una sociedad que se titula El Porvenir. / Presidente honorario fue nombrado el joven marqués de Casalaiglesia, y socios de mérito, el señor Santos y Ecay, el médico D. José Llarena y el diputado provincial señor Fragoso”…

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Arona: Don José Sierra Pérez (1808-1885), capitán de Milicias, comandante de armas de Adeje y Arona, tallador de quintos y alcalde de Arona

Arona-Valle SLorenzo    Nuestro biografiado creció en el seno de una familia de modesta, aunque notable, tradición militar, que influyó en él para ascender desde simple soldado hasta capitán de las Milicias de Abona, con lo que logró superar a todos sus parientes. Asimismo, como oficial residente de mayor graduación, fue nombrado comandante de armas de Adeje y Arona. De este último pueblo lo fue incluso después de su retiro y en esa situación ejerció también como tallador de quintos del Ayuntamiento. Además, fue elegido alcalde popular de Arona, pero renunció a dicho cargo por incompatibilidad con la Comandancia de Armas que aún desempeñaba.

     Nació en el pago del Valle (Arona) el 4 de mayo de 1808, siendo hijo de don Antonio (Rodríguez) de la Sierra y García y doña María de las Nieves Pérez Delgado, vecinos y naturales de dicho lugar. Cuatro días después fue bautizado en la iglesia parroquial de San Antonio Abad por el cura párroco don Luis Herrera y Cruz; se le puso por nombre “José Antonio del Sacramento” y actuó como padrino don Domingo Rodríguez Sierra, su abuelo paterno, del mismo vecindario…

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Vilaflor de Chasna-Güímar: Don Antonio Fumero y Pérez (1847-1907), secretario del Ayuntamiento de Vilaflor, escribiente en Adeje, maestro en propiedad de Vilaflor y Güímar

Vilaflor-18   Tras obtener el título de Maestro de Primera Enseñanza, este docente chasnero consiguió por oposición la escuela pública de niños de Vilaflor, que ostentó en propiedad durante unos de tres años y medio; simultáneamente ejerció como secretario del Ayuntamiento de su pueblo natal. Renunció temporalmente a su escuela y se trasladó a Adeje, donde trabajó durante algunos años como escribiente del Ayuntamiento. Con posterioridad se reintegró a su plaza de maestro de Vilaflor, que desempeñó ininterrumpidamente durante 20 años y, a pesar de su reconocida profesionalidad, sufrió continuos atrasos en el abono de su escaso sueldo. Al final de esta etapa solicitó sin éxito la escuela elemental de niños de Granadilla de Abona, que estaba mejor dotada, aunque sí obtuvo luego la de Güímar, a cuyo frente solo permaneció los dos últimos años de su vida, desarrollando una brillante labor docente que fue destacada por la prensa. También fue elegido presidente del Casino de esta villa, en la que falleció.

      Nuestro biografiado nació en Vilaflor el 16 de mayo de 1847, siendo hijo de don Agustín Fumero Hernández y doña María de la O Pérez Medina. El 22 de ese mismo mes fue bautizado en la iglesia parroquial del Apóstol San Pedro por el beneficiado servidor don José Lorenzo Grillo; se le puso por nombre “Antonio Agustín” y actuó como padrino don Antonio Pérez Sierra, natural y vecino de Arona…

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Artículo-ANTONIO FUMERO PÉREZ

La ermita de San Antonio de Padua de La Medida (Güímar). Construcción, bendición y trayectoria hasta su elevación a Parroquia

La Medida-Ermita antigua-2      Este año se ha cumplido el 60 aniversario de la bendición solemne de la ermita de San Antonio de Padua en La Medida (Güímar). Por este motivo, el 13 de junio se celebró un acto conmemorativo, con gran asistencia de público, que consistió en una conferencia del cronista oficial del municipio, misa concelebrada por el actual y varios antiguos párrocos, y procesión hasta las proximidades de Pájara, donde se bendijo el nuevo descanso habilitado para la imagen titular.

     A lo largo de la historia, los vecinos de La Medida y Pájara han sufrido muchas dificultades para asistir a misa o recibir el bautismo, la confirmación, el matrimonio y el oficio de entierro, pues sus antepasados tuvieron que desplazarse primero a Candelaria, a la iglesia auxiliar de la Cueva de San Blas (durante 37 años, desde 1497 hasta 1534); luego a Güímar (durante nada menos que 427 años), inicialmente a la iglesia de San Juan Bautista, luego a la de San Pedro Apóstol y finalmente a la de Santo Domingo de Guzmán; y solo desde 1953 (en los últimos 60 años) han podido asistir a Misa en su propia ermita y desde 1967 (en los últimos 46 años y medio) han podido celebrar los Sacramentos en su Parroquia de San Antonio de Padua.

     Tras la creación de la nueva Parroquia de San José de El Escobonal en 1929, segregada de San Pedro, pasó a depender de ella el núcleo de Lomo de Mena, pero los vecinos de La Medida y Pájara continuaron adscritos a la Parroquia Matriz de Güímar, a la que acudían para asistir a la Eucaristía y celebrar los distintos Sacramentos. Pero el vecindario de dichos pagos quería tener un templo propio, en el que por lo menos pudiesen asistir a Misa, sin tener que desplazarse hasta la cabecera municipal…

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Granadilla de Abona: Las hermanas Sor Margarita y Sor Elisa Quintero Belén, religiosas de coro en el Monasterio de Santa Clara de La Laguna

Charco del Pino-2     En la segunda mitad del siglo XIX se estableció en el pago de Charco del Pino, en Granadilla de Abona, el matrimonio formado por don Calixto Quintero Reverón y doña María Juana Belén González. A pesar de la modesta economía familiar, limitada al trabajo como labrador de don Calixto, fueron capaces de ahorrar el suficiente dinero como para dotar a dos de sus hijas, con el fin de que pudiesen profesar solemnemente como monjas de coro en el Monasterio lagunero de Santa Clara. Tras muchos años de trabajo y privaciones vieron logrado su objetivo, contribuyendo así a la completa felicidad de sus hijas, quienes desde su infancia vivieron en la clausura de dicho convento hasta su muerte.

     Ambas nacieron en Charco del Pino, cursaron la Enseñanza Primaria en Granadilla con doña Ignacia Oramas e ingresaron en el Monasterio de Santa Clara de La Laguna. Sor Margarita de Santa Rosalía nació en 1865, tomó el hábito en 1879, hizo la profesión solemne en 1881 y falleció en 1930. Por su parte, Sor Elisa Francisca de Santa María de la Concepción nació en 1875, tomó el hábito en 1889, hizo la profesión solemne en 1891 y falleció en 1926…

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Artículo-HERMANAS QUINTERO

Candelaria: Don Pedro Rodríguez del Castillo (1773-1840), teniente de Milicias, comandante de armas, alcalde en dos ocasiones e interventor del Pósito de Candelaria

Foto 2A-Vista Igueste     Aunque sólo alcanzó el modesto empleo de teniente de Milicias, éste fue suficiente para que don Pedro Rodríguez del Castillo poseyese la mayor graduación militar del municipio de Candelaria en su época, por lo que desempeñó la Comandancia de Armas de la jurisdicción. Hijo de subteniente, también pasará a la historia local como el militar más prestigioso nacido en Igueste en los siglos XVIII y XIX. Al margen de su actividad castrense, ocupó la Alcaldía de Candelaria en dos ocasiones, una como alcalde constitucional y otra como alcalde real; además, fue interventor del Pósito de dicho término, así como un honrado y próspero propietario agrícola.

     Nuestro biografiado nació en el entonces pago de Igueste el día 22 de abril de 1773, siendo hijo de don Agustín Rodríguez del Castillo y doña Rosalía Ramos del Castillo. El 29 de ese mismo mes fue bautizado en la iglesia parroquial de Santa Ana de Candelaria por el teniente de beneficiado fray Tomás Núñez, predicador general de la Orden de Predicadores; se le puso por nombre “Pedro” y actuó como padrino su tío paterno don Andrés Rodríguez del Castillo.

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Artículo-PEDRO RODRÍGUEZ DEL CASTILLO

El antiguo “Cementerio del Pino” en Arafo (1839-1924) y los serios conflictos que ocasionó entre la Parroquia y el Ayuntamiento

     Durante 298 años, todos los fallecidos en la jurisdicción de Arafo recibieron sepultura en los templos de Candelaria: primero en la Cueva de San Blas, desde 1497 hasta 1580, y luego en la iglesia de Santa Ana, desde ese último año hasta 1795. No obstante, algunos vecinos recibieron sepultura en la ermita de San Juan de Güímar y a partir de 1608 en la nueva iglesia de San Pedro Apóstol de esa misma localidad, sobre todo después de que en 1630 la parroquia comarcal pasase a este último templo.

   A pesar de que por una Real Orden de Carlos III, fechada en 1787, se prohibía el entierro de cadáveres en las iglesias por motivo de salubridad, esa disposición estuvo sin aplicarse en Arafo durante más de medio siglo, pues los araferos continuaron sepultándose en la iglesia de Santa Ana de Candelaria y luego, durante 43 años y medio, todos los fallecidos en Arafo (más de 600) fueron enterrados en la iglesia de San Juan Degollado, desde la elevación de ésta a parroquia en 1795 hasta la construcción del viejo cementerio en 1839. Ocasionalmente, también se dedicó a este uso la antigua sacristía, en la que el 28 de octubre de 1810 se enterró a don Pedro Quiroga, natural de Galicia.

    La edificación de un camposanto se mantuvo como una de las principales necesidades de Arafo a lo largo del primer tercio del siglo XIX. Por ello, en 1833 el alcalde don Vicente Tomás Marrero dirigió un memorial al corregidor de la isla, exponiendo la urgencia de destinar una asignación para la expresada fábrica. El Ayuntamiento volvió a tratar de este asunto el 20 de marzo de 1836, cuando dispuso que los vecinos debían aportar materiales para su construcción, conforme a las posibilidades de cada uno, castigándoseles con multas a aquellos que no cumplieran con ese deber. Se eligió para su ubicación un lugar situado en las afueras del pueblo, al lado del antiguo Pino del Calvario y los terrenos fueron cedidos por don José González. De este modo, casi medio siglo después de la creación de la parroquia, en 1838 comenzó la construcción del primer cementerio de este pueblo…

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Arico: Don Diego Perdomo Amaral (1855-1895), maestro propietario de El Río de Arico, secretario acompañado del Juzgado Municipal e interventor electoral

Arico-El Lomo-6      Nuestro biografiado solo regentó una escuela pública, la incompleta de niños de El Río de Arico, haciéndolo en propiedad durante 14 años, hasta su prematura muerte. Pero en ese tiempo, fue uno de los ejemplos más representativos en el Sur de la isla de aquella vieja expresión: “Pasas más hambre que un maestro de escuela”, pues llegó a acumular una deuda de 63 meses de sueldo por parte del Ayuntamiento de Arico, lo que le hizo dirigir una conmovedora instancia al gobernador civil de la provincia, en la que le exponía que ya no podía mantener a su esposa y a sus hijos que, literalmente, se morían de hambre (lamentablemente, tres de ellos tendrían una vida corta, por distintos motivos). Además, ejerció como testigo y secretario acompañado del Juzgado Municipal de Arico y como interventor electoral en las elecciones para diputados a Cortes.

      Nació en El Lomo de Arico el 19 de mayo de 1855, siendo hijo de don Juan Perdomo Sosa y doña María Amaral Pérez. Seis días después fue bautizado en la iglesia de San Juan Bautista por el presbítero don Domingo González Morales, con licencia del párroco don Antonio Martín Bautista; se le puso por nombre “Diego José del Sacramento” y actuó como madrina doña Petronila Vega, natural del pueblo de Artenara en Gran Canaria…

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Artículo-DIEGO PERDOMO AMARAL